La violencia continúa en Siria, pese a promesa del retiro de tropas
El gobierno sirio continuó los ataques en varias partes del país este viernes a pesar de haber accedido el martes a retirar sus tropas de los pueblos y ciudades, informaron los grupos de oposición.
El régimen del presidente Bachar al Asad bombardeó casas en los suburbios de Damasco, aparentemente al azar, según los Comités Locales de Coordinación de la oposición de Siria.
Al menos 23 personas murieron en todo el país, dijeron opositores al gobierno.
La acción militar parece reforzar la opinión de aquellos que dudan de la voluntad de Al Asad de seguir un plan de paz promovido por Kofi Annan , exsecretario general de la ONU y enviado para la paz de Liga Árabe y Naciones Unidas.
El acuerdo negociado —y que Al Asad dijo que aceptó— pide un alto el fuego del gobierno y la oposición y un proceso político dirigido por Siria para poner fin a la crisis.
También pide que las tropas sirias dejen muchas poblaciones ; pero las tropas permanecieron aún en diversas localidades este viernes.
En el suburbio de Daraya, en Damasco, el bombardeo al azar dañó una casa, según los Comités Locales. En el suburbio de Douma, hubo informes de un "continuo lanzamiento de misiles desde tanques" hacia los hogares, dijo el grupo.
En vez de retirarse, los militares también estuvieron activos en el suburbio de Harasta, donde se registraron fuertes enfrentamientos entre el Ejército y la oposición siria, dijo el Ejército Libre. Al menos una persona murió en los suburbios, dijo el grupo.
CNN no puede verificar independientemente las afirmaciones de la oposición y las del gobierno ya que el régimen de Al Asad ha restringido severamente el acceso de los periodistas internacionales.
La lucha entre civiles de las dos facciones desafía aún más la viabilidad de un acuerdo de alto el fuego.
Los intensos combates estallaron este viernes entre hombres armados leales a Al Asad y los rebeldes de oposición en las aldeas.
Los informes de los enfrentamientos entre los pobladores con lealtades opuestas ponen de relieve las divisiones dentro de Siria, una nación con una población mayoritariamente suní y una minoría alauita, que es una rama del Islam chiita.