La red Haqqani está detrás de los ataques en Afganistán, según militante
Un insurgente que participó en una serie de ataques ocurridos en Kabul y el oriente de Afganistán, dijo este lunes que trabaja para la red Haqqani, una despiadada y bien entrenada organización vinculada a Al-Qaeda, anunció el ministro del Interior del país.
La serie de ataques que duró casi 18 horas dejó cuatro civiles y ocho miembros de las fuerzas de seguridad afganas muertos, informó el ministro del Interior Bismillah Mohammadi. Cerca de 65 personas resultaron heridas, agregó.
Fuerzas de seguridad afganas realizaron dos allanamientos este lunes, desalojando a los insurgentes de dos edificios en el centro de Kabul, informó un portavoz de la OTAN.
Las fuerzas afganas también capturaron a un terrorista suicida en Kabul este lunes antes de que lograra su objetivo, informó un portavoz de la OTAN. Otros dos militantes fueron capturados este domingo.
El presidente afgano, Hamid Karzai, dijo a Christiane Amanpour de CNN que cuatro insurgentes fueron detenidos. Elogió la labor de las fuerzas afganas, quienes tomaron la iniciativa para responder a los ataques.
"Fue un fracaso desde nuestra perspectiva, ya que nuestras fuerzas de seguridad respondieron de inmediato y de manera eficiente a todo", dijo Karzai este lunes.
La OTAN proporcionó apoyo de helicópteros, y tenía fuerzas de reacción listas pero no fue necesario desplegarlas, agregó la organización.
Los ataques coordinados fueron el asalto más dramático y generalizado en la capital afgana desde un ataque en septiembre a la Embajada de los Estados Unidos y a la sede de la OTAN.
Un portavoz del Pentágono, George Little, dijo que al parecer la red Haqqani estaba detrás de la ola de ataques.
Aunque no quiso hablar sobre la inteligencia específica, consideró que los ataques bien coordinados parecían tener las características de los ataques previos de la red Haqqani, que durante mucho tiempo ha realizado en Kabul.
Aunque se estimaba que dichos bombardeos podrían ocurrir, Estados Unidos no tenía conocimiento preciso sobre cuándo y dónde.
Karzai dijo que una mejor inteligencia habría ayudado.
"No estoy culpando a la OTAN de esto", dijo. "Simplemente estoy haciendo una pregunta en cuanto a la eficiencia de nuestros sistemas de inteligencia".
Los insurgentes lanzaron una ola de ataques en Kabul y en otras tres zonas del país este domingo . Las fuerzas del gobierno dijeron que habían repelido las ofensivas, pero parte de la violencia en las calles de la capital se extendió hasta este lunes.
Explosiones sacudieron el centro de Kabul este lunes después de disparos esporádicos que duraron hasta la noche del domingo en el distrito que alberga las oficinas gubernamentales y embajadas aliadas.
"En Kabul, el problema era que teníamos que ser muy cautelosos para no causar víctimas civiles, lo que nos llevó a tomar más tiempo para actuar", reconoció Mohammadi este lunes.
Además, el ministro del Interior dijo que más de 30 personas estuvieron atrapadas por los combates en torno del Parlamento afgano y que hasta este lunes por la mañana se pudo rescatarlos.
Al menos 35 militantes murieron en los enfrentamientos, la mayoría de ellos a manos del gobierno, afirmó Mohammadi. Solo unos pocos lograron detonar explosivos atados a sus cuerpos, agregó.
Ocho miembros de las fuerzas de seguridad afganos murieron y 40 resultaron heridos, según el funcionario de gobierno, quien dijo que la violencia había dejado a cuatro civiles muertos y unos 25 heridos.
Los ataques en Kabul son raros en una zona fuertemente custodiada de la ciudad, pero el general estadounidense John Allen, comandante de la OTAN en Afganistán, dijo este domingo que los afganos repelieron a los insurgentes sin la ayuda de los aliados.
La mayoría de los atacantes usaron ropa de mujer con el fin de llegar hasta donde comenzaron sus acciones, dijo Mohammadi.
Incluso "tenía ramos de flores en un coche en Kabul con el fin de mostrar que ellos eran mujeres y que iban a una boda o algo así", dijo.
La milicia talibán que una vez gobernó la mayor parte de Afganistán se atribuyó la responsabilidad por los ataques, diciendo que lanzó a la batalla a los combatientes con chalecos explosivos, granadas propulsadas por cohetes y granadas de mano en Kabul y las provincias de Nangarhar, Paktia y Logar.
Sin embargo, uno de los atacantes que fue detenido en Nangarhar, dijo este domingo durante un interrogatorio que era parte de la red Haqqani, lo que apoya la opinión de varios observadores que dudan de que los talibanes tengan la capacidad de montar ofensivas por sí solos.
La red Haqqani ha operado por más de 20 años y jugó un papel importante entre los grupos muyahidines que lucharon contra la ocupación soviética de Afganistán.
En la actualidad, la red está dirigida por Sirajuddin Haqqani, quien es considerado por los comandantes militares estadounidenses en la región como uno de los brazos insurgentes más eficaces y peligrosos.