Los observadores de la ONU se preparan para iniciar su trabajo en Siria
Activistas opositores reportaron una intensa ofensiva militar en la ciudad de Idlib este lunes, el mismo día que se esperaba que observadores de las Naciones Unidas comenzaran a monitorear el frágil cese al fuego.
Proyectiles de mortero y helicópteros dispararon contra la ciudad, según activistas de la ciudad de Binnish.
Combatientes rebeldes del Ejército Libre Sirio describieron la situación de la ciudad citada a los activistas. Les dijeron que los residentes de Idlib estaban atrapados en sus casas mientras el sonido de las armas disparadas por los francotiradores y las explosiones resonaban en las calles abandonadas.
Un activista dijo que los combatientes opositores hablaron de cadáveres abandonados en las calles, pero que era imposible confirmar el número de muertos en medio de la violencia. Otro calculó que había 100 muertos.
Los primeros miembros de un equipo de observadores de la ONU comenzarán su trabajo en Siria este lunes, supervisando un débil alto el fuego que ha comenzado a mostrar signos de un colapso, en medio de más reportes de derramamiento de sangre.
"Ellos serán el enlace con el gobierno sirio, las fuerzas de seguridad y los miembros de la oposición para establecer un proceso de monitoreo en todo el país", dijo Kieran Dwyer, un portavoz de las misiones de paz de las Naciones Unidas.
El grupo inicial de seis observadores llegó a Damasco este domingo, un día después de que el Consejo de Seguridad de la ONU votó por unanimidad autorizar a observadores desarmados viajar a Siria para supervisar el cese al fuego como parte de un plan de paz del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan.
Pero desde que se cumplió el plazo para la implementación del alto el fuego la mañana del jueves de la semana pasada, los reportes de violencia a manos del régimen continuaron .
Al menos 10 personas perdieron la vida a través de Siria este lunes, según la Red Siria para los Derechos Humanos. Entre los muertos había un niño de seis años, por disparos de francotiradores cerca de Damasco, y dos soldados ejecutados por el régimen cuando trataron de desertar en Idlib, según el grupo.
Sin embargo, la agencia estatal de Siria, SANA, culpó a "terroristas armados" por violar el alto el fuego, citando a una evaluación de un funcionario no identificado que afirmó que los grupos "han intensificado sus agresiones contra el Ejército, las fuerzas policiales y los civiles".
El Consejo de Seguridad aprobó el despliegue de un equipo de avanzada de 30 observadores , cuyo objetivo es preparar el terreno para la llegada de un grupo más grande de hasta 250 observadores, y pidió a Siria que les proporcione libertad, sin restricciones de movimiento. Los restantes 24 miembros del equipo de avanzada llegarán a Damasco en los próximos días, dijo Dwyer.
El segundo despliegue más grande está supeditado a cómo se desarrolle el alto al fuego, y a que las conversaciones entre Siria y Annan logren progresos para detener la masacre.
El régimen sirio siempre ha culpado de la violencia en el país a "grupos terroristas armados", pero muchos líderes del mundo han dicho que el gobierno está tomando medidas enérgicas y letales contra los disidentes que buscan la democracia y un derrocamiento del régimen del presidente Bachar al Asad, cuya familia ha gobernado Siria durante 42 años.
CNN no puede verificar independientemente los informes de violencia y las muertes, ya que el gobierno ha restringido severamente el acceso de los medios de comunicación internacionales.
Bouthaina Shaaban, una portavoz del gobierno sirio y asesora presidencial, dijo el domingo que "la duración del trabajo de los observadores y su movimiento se determinará en coordinación con el gobierno de Siria". Un protocolo de acuerdo sobre la misión de los observadores tendrá que ser firmado antes de que llegue el grupo más grande, afirmó la funcionaria, según la televisión estatal Al Dunya.
"Siria no puede ser responsable de su seguridad a menos que se coordinen todos sus pasos sobre el terreno", dijo.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, dio la bienvenida a la tan esperada resolución para el envío de los observadores, pero dijo que Estados Unidos "no se hace ilusiones" sobre un efecto inmediato.
Rice, la actual presidenta del Consejo de Seguridad, se refirió a las actuales denuncias de violencia, que "hacer dudar sobre la sinceridad" de las autoridades sirias para poner fin a las hostilidades.
Si bien la decisión del consejo "no nos satisface plenamente," Siria apoyará el contenido de la resolución, afirmó el embajador sirio ante Naciones Unidas, Bashar Jaafari.
Jaafari también pidió retirar las sanciones, las cuales "cuestan (al país) miles de millones de dólares".
El pasado sábado, el embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant, dijo que Gran Bretaña acoge con satisfacción la resolución, pero lamentó "que es aprobada solo después de que los sirios cumplen más de un año sufriendo la brutalidad inimaginable en las manos de un régimen que ha dado prioridad a su propia supervivencia sobre las necesidades, derechos y aspiraciones de las personas que deben servir y proteger".
Naciones Unidas estima que al menos 9,000 personas han muerto desde que comenzaron las protestas, mientras que activistas y otros actores ponen la cifra de muertos en más de 11,000.
Saad Abedine, Yousuf Basil, Richard Roth y Salma Abdelaziz contribuyeron con este reporte.