La Fiscalía acusa a Videla del robo de bebés en la dictadura argentina
La Fiscalía de Argentina acusó al exdictador Jorge Rafael Videla (1976-1981) de ser el responsable de decidir el destino de los bebés nacidos en los centros de detención clandestinos, subrayando que todavía comete un delito al no revelar el paradero de los niños.
"Videla no era un muñeco. Todo lo que se hacía en el Ejército estaba ordenado por él en un plan sistemático. Decidía cuáles eran devueltos y cuáles apropiados", dijo el fiscal Martín Niklison en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Télam.
La causa por 34 apropiaciones ilegales comenzó en febrero de este año a cargo del Tribunal Oral Federal 6 de Buenos Aires. Videla, el exdictador Reynaldo Bignone (1982-1983) y otros altos cargos de la época son juzgados por el plan sistemático de robo de bebés durante la dictadura militar de 1976 hasta 1983. Los bebés nacieron en cautiverio en maternidades clandestinas que funcionaban en los centros de detención y represión, según el canal oficial judicial. Al menos unos 30,000 estudiantes, líderes laborales, intelectuales e izquierdistas estuvieron presos en cárceles secretas y centros de tortura en aquella época.
Los implicados son juzgados por sustracción, retención y ocultamiento de menores, y sustitución de identidades, y podrían ser condenados a prisión perpetua. Un grupo de 370 testigos declaran en el juicio.
Uno de los casos que se aborda es el del nieto de la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, cuya hija, Laura, estaba embarazada cuando fue secuestrada, y también el de la nieta del poeta Juan Gelman.
También llegará a juicio la apropiación del legislador porteño Juan Cabandié, quien nació en la Esma donde estuvo secuestrada su madre, Alicia Elena Alfonsín de Cabandié, y la de la nieta de María Chorobik de Mariani, de Abuelas de Plaza de Mayo. Actualmente Cabandié es legislador de la Ciudad de Buenos Aires por el kirchnerismo, y uno de los integrantes más destacados de la agrupación La Cámpora.
El robo de bebés fue el primer delito que se comenzó a investigar tras la sanción de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y la promulgación de los indultos porque esos perdones a los militares no incluía la sustracción de las personas nacidas en cautiverio.
Videla, de 86 años, reconoció su responsabilidad en el asesinato de "7,000 u 8,000 personas” , según confesó en el libro Disposición Final, del periodista argentino Ceferino Reato. El exdictador aseguró que el régimen militar hizo desaparecer los restos de las víctimas "para no provocar protestas dentro y fuera del país".
El exmandatario asume “todas sus responsabilidades” como gobernante, aunque defiende su régimen al argumentar que llevó a cabo “una guerra justa” contra una “agresión terrorista”.