Activista chino ciego dejó la embajada de EU tras amenaza, dice una amiga
Ante presiones, el controvertido activista chino Chen Guangcheng dejó la embajada de Estados Unidos en Beijing este miércoles, afirmó una de sus amigas a CNN, lo que contradice reportes de que salió por su voluntad.
Zeng Jinyan, cercana a Chen y a su esposa, dijo que contrario a las declaraciones de funcionarios estadounidenses, el activista fue forzado a dejar la sede diplomática, después de que autoridades locales amenazar a su familia si decidía permanecer ahí.
El activista de derechos humanos ha estado en el centro de una controversia entre Estados Unidos y China, luego de que escapó de su arresto domiciliario y se refugió en la embajada del país norteamericano en Beijing durante seis días.
Este miércoles abandonó el edificio para acudir al hospital.
Su presencia en la embajada estadounidense amenazó con opacar las reuniones previstas entre la secretaria de Estado de EU, Hillary Clinton, y líderes chinos esta semana.
El asistente de la Secretaría de Estado, Kurt Campbell, dijo que Chen decidió dejar el edificio diplomático "luego de saber que su familia estaba a salvo y que el hospital lo esperaba, y después de que el embajador (Gary) Locke le preguntara dos veces si estaba listo para partir. Él dijo: "'zou', vámonos". Todos atestiguamos esa decisión; nos abrazó y agradeció a todos".
Chen recibirá tratamiento en un hospital de la capital china, donde se reunirá con su familia, dijo un alto funcionario de EU.
Clinton fue la primera persona en llamar a Chen después de que dejara la embajada. En un inglés cortado, el activista le dijo a la secretaria: "Quiero darle un beso", según otro funcionario estadounidense.
La titular del Departamento de Estado comentó que estaba complacida de que oficiales de su país "fueron capaces de facilitar la estadía y partida de Chen de la embajada de EU en una forma que reflejó sus decisiones y nuestros valores".
"Me sentí contenta por tener la oportunidad de hablar con él hoy y de felicitarlo por reunirse con su esposa y sus hijos", dijo Clinton en un comunicado.
Funcionarios estadounidenses dijeron a reporteros este miércoles que China aseguró que Chen sería tratado de manera humana.
Las autoridades del país asiático han garantizado que no se levantarán más cargos a Chen y que se investigarán los reportes de maltrato en su contra, según un funcionario estadounidense.
El activista ha aclarado que quiere permanecer en China, así que será reubicado a un "ambiente seguro", lejos de la provincia donde estaba en arresto domiciliario, agregó otra fuente de alto perfil de EU.
Chen podría acudir a la universidad.
"El señor Chen tiene una serie de acuerdos con el gobierno chino sobre su futuro, incluida la oportunidad de perseguir una educación superior en un ambiente seguro. Hacer estos compromisos realidad es la siguiente tarea crucial", dijo Clinton.
"El gobierno de Estados Unidos y el pueblo estadounidense están comprometidos con la causa del señor Chen y su familia en los días, semanas y años por venir".
Después de hablar con Chen por teléfono, Zeng publicó cinco mensajes en Twitter donde describió su conversación con el activista.
"Su esposa dijo que funcionarios locales habían instalado cámaras de vigilancia dentro de su casas... y que esperaban por ella con palos", escribió Zeng. "Si Guangcheng no aceptaba dejar la embajada, ella y sus hijos serían regresados de inmediato".
También negó que Chen se reuniera con su esposa en el hospital, contradiciendo los reportes de los medios sobre su reencuentro.
Cuando fue contactada por CNN, Zeng dijo vía telefónica que todo lo que había tuiteado era cierto. También dijo que no podía revelar más, luego de ser amenazada por agentes de seguridad del Estado.
"Chen y su familia no están fuera de peligro. Por favor, ayúdenlos", dijo a CNN.
Esta situación es una prueba compleja para el enfoque de la administración de Obama respecto a sus relaciones con China, y crea una tensión entre la defensa de los derechos humanos y el mantenimiento de lazos estables con Beijing.
Mientras tanto, el país asiático pidió una disculpa de Estados Unidos por el manejo del caso. Liu Weimin, vocero del Ministerio del Exterior chino, calificó la actividad estadounidense como "una interferencia en los asuntos internos y es totalmente inaceptable", según comentarios difundidos por la agencia estatal Xinhua.
"China exige que Estados Unidos se disculpe por esto, que investigue a fondo el incidente, castigue a aquellos que son responsables y dé garantías de que este tipo de incidentes no volverá a ocurrir", añadió.
Chen, un abogado autodidacta ciego, evadió los guardias que lo habían mantenido bajo arresto domiciliario desde hace más de 18 meses en un pequeño pueblo del este. Fue confinado a su casa después de permanecer cuatro años en la cárcel, al parecer, por su defensa legal de quienes considera son víctimas de prácticas abusivas, como abortos forzados, por parte de funcionarios chinos de planificación familiar.
Salió de su casa —donde estaba arrestado— hacia Beijing el 22 de abril, pasando de una casa de seguridad a otra antes de encontrar refugio en la embajada de EU. Amigos y compañeros activistas han expresado su preocupación por su salud.
Hasta antes de este miércoles, las autoridades estadounidenses y chinas habían rechazado hablar del tema públicamente.
El presidente Barack Obama se quedó dijo poco ante cuestionamientos al respecto este lunes, al decir que "cada vez que nos reunimos con China, la cuestión de los derechos humanos aparece".
Una editorial publicada este miércoles en el sitio web en inglés del Global Times —una publicación hermana del Diario del Pueblo, el periódico oficial del gobernante Partido Comunista— abordó el tema del activista.
"En los medios de comunicación occidentales, Chen es una papa caliente para las autoridades chinas", señaló el periódico. "Ahora ha puesto a Washington incómodo".
La publicación intentó restar importancia a la situación. Sin embargo, muchos activistas y comentaristas han subrayado su relevancia.
"Este es un tema fundamental para la diplomacia en derechos humanos de Estados Unidos", dijo Bob Fu, presidente de la organización cristiana de derechos humanos basada en Texas, ChinaAid.
La situación también complica la visita de Clinton, quien se ha referido al caso de Chen en el pasado.
Después de su Clinton a Beijing este miércoles, se dirigió directamente al hotel, sin hablar con reporteros. No tiene ningún compromiso oficial hasta la cena con el consejero estatal Dai Bingguo, un líder político de China.
A partir de este jueves, los secretarios de Estado y del Tesoro, Timothy Geithner, mantendrán conversaciones con sus homólogos chinos sobre asuntos económicos estratégicos.