Francia vota entre Sarkozy y Hollande, en una segunda vuelta
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, emitió este domingo su voto en la segunda vuelta de la elección presidencial, en un momento en el que lucha por mantener su puesto en medio de una ola de descontento por su incapacidad de frenar el desempleo.
La votación enfrenta al actual mandatario contra Francois Hollande, quien en caso de llevarse el triunfo sería el primer presidente de izquierda de la nación desde que Francois Mitterrand dejó el cargo, en 1995. Aunque no dio declaraciones a los medios, Hollande charló alegremente con los funcionarios de las casillas cuando depositó su voto, este domingo por la mañana, en la ciudad de Tulle.
Casi un tercio del electorado francés había depositado su voto antes del mediodía de este domingo, dijo el Ministerio del Interior, lo que coloca al país en camino a una participación ligeramente menor que cuando Sarkozy fue elegido presidente, en el 2007.
El actual mandatario ha defendido su desempeño económico a pesar del bajo crecimiento y un desempleo cercano al 10%, al decir que el impacto de la crisis de la deuda de Europa podría haber sido mucho peor.
Francia es un jugador clave dentro de los planes para conducir a la eurozona fuera de su crisis de la deuda, lo cual hace que la elección sea de vital importancia para la región.
Si Sarkozy es derrotado, será el más reciente –y el más importante- de por lo menos media decena de líderes europeos que dejaron su puesto tras la crisis económica en Europa, entre ellos los primeros ministros de Grecia e Italia.
Las inquietudes por la economía, el desempleo y la inmigración han sido los temas principales en las elecciones francesas. En su discurso final de este viernes, Sarkozy, del partido UMP de centroderecha, siguió con el debate sobre la inmigración, a la par de solicitar el apoyo de la nación.
"Siempre he dicho que Francia debe permanecer como un país abierto y profundamente humanista, pero hay una realidad que es que hemos recibido en Francia a más personas de las que podemos manejar", dijo.
"No le hablo a la derecha, izquierda o centro; esto es una elección presidencial. Soy presidente de Francia. Debo hablarle a los franceses, sin importar quiénes sean".
Hollande, del Partido Socialista de centroizquierda, también hizo un llamado a la unidad en su último mitin en Perigueux, en el suroeste de Francia.
"Si es así que muchos de ustedes han venido hoy, es porque saben que el domingo harán una importante elección para nuestro futuro. Si hay tantos de ustedes, es porque desean expresar su preocupación, y la han expresado de múltiples formas en la primera ronda de las elecciones", dijo.
La semana pasada, los dos rivales intercambiaron insultos, en el único debate televisado de la campaña en el que estuvieron frente a frente. Sarkozy calificó a Hollande como mentiroso y "un tanto difamador", mientras que éste acusó al presidente de eludir sus responsabilidades, de amiguismo y de favorecer a los privilegiados sobre los pobres de Francia.
Ambos candidatos se acercaron a los electores indecisos desde que en la primera vuelta, el pasado 22 de abril, quedaron como los únicos competidores.
El centrista Francois Bayrou, quien consiguió 9% de los votos en la primera ronda electoral, dio este jueves un impulso a la campaña de Hollande cuando dijo que votaría por el socialista e instó a sus partidarios a elegir según su conciencia.
En el marco de la ley electoral francesa, ni las encuestas de salida ni los resultados parciales pueden darse a conocer antes de que cierren las urnas, a las 20:00 (local), (13:00 hora de México).
Sarkozy es presidente desde el 2007.
La votación en Francia ocurre el mismo día de la elección parlamentaria griega, donde se espera que el tema de la crisis de austeridad que aqueja al país esté en un primer plano.
Saskya Vandoorne y Stephanie Halasz, de CNN, contribuyeron con este reporte