El presidente electo François Hollande causa dudas sobre la austeridad
El socialista francés François Hollande está listo para tomar posesión de la oficina de la presidencia dentro de 10 días, después de haber vencido al presidente Nicolas Sarkozy en la elección de este domingo.
Sarkozy debe entregar el poder para la media noche del 17 de mayo.
En su discurso de victoria, la noche del domingo, Hollande señaló un posible final a los duros recortes al presupuesto que se han convertido en la apuesta europea para responder a la crisis económica de deuda a lo largo del continente.
“La austeridad no puede seguir siendo algo inevitable”, dijo.
Los mercados en Europa y Asia respondieron a la jornada electoral previendo que una de las naciones que guían las políticas europeas voltearán a la izquierda.
Los índices Nikkei de Tokio y Hang Seng de Hong Kong cayeron más de 2%, mientras que los mercados en Alemania y Francia cayeron más de 1% este lunes.
La canciller alemana Angela Merkel, compañera de Sarkozy en las políticas presupuestales de la Unión Europea, llamó a Hollande la noche del domingo para felicitarlo, aseguró el vocero del gobierno alemán, Steffen Seibert.
“Ambos coincidieron en lo importante que es el vínculo de las relaciones germano-francesas y se aseguraron uno a otro que tratarán de trabajar juntos y con confianza”, agregó Seibert, según el sitio de la canciller.
Merkel invitó a Hollande a Berlín “tan pronto sea posible después de que tome juramento”, detalló el vocero alemán.
Hollande ganó oficialmente con 51.62% de los votos del domingo, mientras que Sarkozy obtuvo el 48.38%. El voto resolvió la corta distancia entre los dos punteros que emergieron de la primera jornada electoral en abril.
Un poco más del 80% de los votantes registrados acudieron a las urnas el domingo , incluyendo el 4.66% que dejó sus boletas en blanco, informó el Ministerio del Interior.
Al dirigirse a sus seguidores en Tulle, Hollande destacó que se convirtió en el primer presidente socialista desde que Francois Miterrand dejó la oficina en 1995.
“Mucha gente ha estado esperando por este momento durante muchos años. Otros, más jóvenes, jamás conocieron un momento así… estoy orgulloso de ser capaz de dar esperanza otra vez”, aseguró a la multitud.
Más tarde, Hollande fue a París, donde se dirigió a una gran multitud en la Bastilla. Los seguidores ondearon banderas y corearon su nombre.
“Sé lo que mucha gente siente, años y años de heridas, rupturas y tenemos que reparar, recuperar, unir. Eso es lo que vamos a hacer juntos”, dijo.
Las multitudes ovacionaron al candidato de centro-izquierda en su cuartel de campaña luego de que se emitieron los resultados de la elección la noche del domingo. Las celebraciones se extendieron a lo largo de los Campos Elíseos.
“Es una gran noche, llena de tanta gente joven en todo el país”, dijo Thierry Marchal-Beck, presidente del Movimiento de Jóvenes Socialistas.
El presidente estadounidense Barack Obama llamó a Hollande poco después de conocerse los resultados, lo felicitó y lo invitó a la Casa Blanca.
Sarkozy luchó por conservar la presidencia entre una ola de descontento por su incapacidad para contener el desempleo. Defendió sus políticas económicas a pesar del lento crecimiento y un desempleo del 10%, asegurando que el impacto de la crisis de deuda en Europa pudo haber sido mucho peor.
Francia es un país clave en los planes de la eurozona para salir de la crisis de deuda, lo que volvió esta elección vital para la región.
La derrota de Sarkozy representa la última —y la más significativa— de varios líderes europeos a causa de la crisis económica en la eurozona, incluyendo las de los primeros ministros griego e italiano.
La elección en Francia ocurrió el mismo día que las elecciones parlamentarias en Grecia . Las encuestas de salida en el país indicaron que la coalición que actualmente gobierna sufrirán grandes pérdidas, mientras que los partidos de la extrema derecha e izquierda recibirán ganancias significativas a causa del descontento popular por las medidas de austeridad.
Sarkozy fue electo presidente en 2007. Se convierte en el primer presidente francés en no ser reelecto en tres décadas.
Con información de Jim Bittermann, Hala Goriani, Saskya Vandoorne y Stephanie Halasz.