La postura de Obama sobre los matrimonios del mismo sexo altera la campaña
Los analistas dicen que, dentro de las consecuencias políticas del cambio de opinión del presidente de Estados Unidos respecto a los matrimonios del mismo sexo podría darse un cambio significativo en la estrategia de la campaña por la reelección en la que ya no se busque atraer a la base moderada del partido demócrata.
Ron Brownstein, colaborador de CNN y director editorial del National Journal, señaló que el Barack Obama podría sufrir la pérdida del apoyo de los demócratas más conservadores, normalmente blancos, de edad avanzada y residentes en áreas rurales. Muchos de ellos se encuentran en estados clave para la elección, como Carolina del Norte, Pennsylvania, Virginia e Indiana.
“Se admite que se ha perdido a la mayoría de esos votantes, y el presidente y los demócratas deberán responder ahora ante una coalición diferente: los votantes más jóvenes, votantes socialmente más liberales, oficinistas”, señaló Brownstein. “Este es el reflejo de que el presidente entiende que esta es la coalición que lo va a elegir y ante la que debe responder ahora".
Ciertamente, los cambios recientes en el Congreso muestran que el sector conservador del partido está encogiéndose. También conocidos como Demócratas Blue Dog, esta coalición ha visto disminuir dramáticamente el número de sus miembros dentro del Congreso en los últimos años. Antes del 2010, había 54 miembros de este grupo en el comité electoral del Congreso. Para finales de 2011, el número había disminuido a 25. Otros dos perdieron la batalla de las primarias en Pennsylvania el mes pasado, generando dudas sobre la posibilidad de que los demócratas más moderados se vean forzados a inclinarse un poco a la izquierda en esta etapa.
Toda vez que los legisladores republicanos y demócratas desataron un torrente de declaraciones tras los comentarios del presidente, muchos miembros de la Coalición Blue Dog permanecieron en un relativo silencio.
El conflicto de los evangélicos negros
Otro grupo por el cual debería preocuparse Obama, según los observadores políticos, son los evangélicos negros, grupo dentro de la base demócrata que es por tradición socialmente conservador respecto de las relaciones de personas del mismo sexo. El grupo tuvo fuerte influencia en las votaciones de esta semana en Carolina del Norte sobre la prohibición constitucional a los matrimonios del mismo sexo.
Carlton Pearson, pastor negro de Chicago y renombrado defensor de los derechos de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales), dijo que desde el miércoles, luego de la entrevista del presidente, recibió una oleada de llamadas y mensajes de texto de pastores, varios de los cuales reaccionaron a la noticia de formas encontradas. “Muchos no apoyan los matrimonios, pero apoyan al presidente”, dijo Pearson el miércoles para CNN. “Otros apoyan a ambos, porque saben que sus congregaciones están llenas de personas que tienen relaciones homosexuales".
Pearson agregó que la comunidad está “en conflicto”, no necesariamente por razones bíblicas sino por las posibles consecuencias económicas. “Muchos predicadores no tienen argumento teológico”, señaló. “Es una decisión de negocios. No pueden darse el lujo de perder a sus feligreses, sus parroquias y sus salarios. Por eso, callan".
A final de cuentas, los expertos dudan de que esto se convierta en un asunto muy importante para Obama y la comunidad negra, quienes en 2008 se volcaron a favor del entonces senador de Illinois. “Creo que la comunidad afroamericana, incluso los que no están de acuerdo con él, mantendrán su apoyo”, señaló Paul Begala, colaborador de CNN y asesor jefe de un Comité de Acción Política (PAC) a favor de Obama.
Beneficios y perjuicios de la decisión
La mayoría de los observadores políticos alegan que el que Obama aclarara su postura sin duda ayudará a agrupar a la mayor parte de la base liberal que se ha sentido aislada por la retórica turbia con la que se ha referido al tema a lo largo de los años.
Antes del anuncio del miércoles, la postura oficial de Obama era que estaba “evolucionando” en el tema, habiéndose manifestado en contra en alguna ocasión. Dada la división tan pareja entre los estadounidenses respecto del tema, los estrategas dicen que el presidente no tuvo más opción que caminar en la cuerda floja.
Los activistas a favor de la igualdad en los matrimonios dicen que esperan que las palabras de Obama abran brecha, pero reconocen que aún está limitado, política y legalmente, para tener un efecto significativo en el movimiento.
Evan Wolfson, presidente del grupo de defensa Freedom to Marry (Libertad para Casarse), dijo a CNN: “No espero que haga campaña al respecto todos los días, pero creo que las palabras del presidente tendrán eco en los hogares a lo largo del país, en los corazones y las mentes de las personas que aún tienen conflictos al respecto".
¿Un regalo para Romney?
La nueva posición de Obama podría afectar no solo a su campaña, sino a la de su oponente. Algunos republicanos alegan que podría ser un regalo político para el virtual candidato presidencial republicano, Mitt Romney. El exgobernador de Massachusetts ha padecido durante la campaña para animar a la base conservadora mientras que sus principales oponentes lo criticaban duramente por ser muy moderado.
El anuncio del presidente dio a Romney la oportunidad de reiterar su oposición a los matrimonios del mismo sexo, asumiendo una postura aún más conservadora que la del expresidente George W. Bush y el exvicepresidente Dick Cheney. “Mi punto de vista es que el matrimonio es en sí la relación entre un hombre y una mujer, y esa es mi propia preferencia”, dijo a reporteros de Oklahoma. “Sé que hay otras personas que tienen puntos de vista opuestos".
En una entrevista, dijo que apoya a las prestaciones sobre las sociedades domésticas y los derechos de visita en hospitales para las parejas del mismo sexo. Sin embargo, Romney ha expresado con anterioridad su apoyo a la enmienda federal que prohibiría el matrimonio gay y ha dicho que él, a diferencia de Obama, entablaría una batalla legal para proteger la Ley de Defensa de Matrimonio, que define al mismo como la unión entre un hombre y una mujer.
Tony Perkins, presidente del conservador Consejo de Investigación para la Familia, dijo que el tema podría ser una referencia clave en la lucha de Romney por convencer de su reputación a aquellos dentro de la extrema derecha.
“Creo que el presidente ha entregado a Romney la pieza que le faltaba en su campaña, y esa es la motivación y la intensidad que Romney necesita de los conservadores para ganar la elección”, dijo Perkins para CNN. “Creo que esta podría ser la pieza".
Si Obama terminará perjudicado por las acusaciones de ser inconstante respecto del tema aún está por verse.
¿Un asunto de interés?
Frank Bruni, activista y primer columnista editorial abiertamente gay del New York Times dijo: “Será interesante ver cómo termina esto. ¿Es Barack Obama veleidoso? Tal vez un poco. Pero muéstrenme un político que no lo sea". Agregó que “no veo cómo hablar de volubilidad refiriéndonos a Mitt Romney sea un buen argumento ya que la política es un territorio de gran volubilidad".
Sin embargo, las encuestas recientes muestran que los votantes no consideran muy importante el tema de los matrimonios del mismo sexo. Según una encuesta del Pew Research Center publicada en abril, sólo el 28% de los votantes lo consideraron como “un asunto muy importante” en este año electoral.
Jennifer Pizer, directora legal del Williams Institute, dedicado a los estudios sobre la orientación sexual, leyes y políticas públicas de la UCLA, dijo que se sorprendería si el asunto entrara en juego este otoño a pesar de su presencia en las votaciones estatales y la nueva postura del presidente. “Sospecho que el asunto tuvo cierta influencia en Carolina del Norte y será impugnado”, dijo a CNN vía correo electrónico. “Al haberse votado en este momento el asunto de los matrimonios, no es probable que el tema siga en las mentes del público dentro de seis meses".
Aunque los comentarios de Obama podrían alentar la actual polémica entre los expertos y los políticos, dijo que dudaba que los votantes otorguen gran importancia al asunto este otoño.
“La gran mayoría de los estadounidenses ya gozan del derecho a casarse con quien ellos quieran y no les afectan directamente las leyes que prohíben los matrimonios de parejas del mismo sexo”, dijo. “Esas leyes simplemente no afectan a sus familias, ya no digamos a sus empleos, a las escuelas de sus hijos o si serán capaces de llevar a sus seres queridos al médico".