Cientos de jóvenes acampan en Moscú para protestar contra Vladimir Putin
Una plaza en el centro de Moscú fue tomada este viernes por cientos de jóvenes que aseguran que no se moverán de ahí hasta que se repongan las elecciones presidenciales que, a su juicio, fueron fraudulentas.
Los manifestantes protestan contra el triunfo de Vladimir Putin, quien esta semana asumió la presidencia de ese país por tercera ocasión en medio de protestas .
"Estamos aquí para exigir nuevas elecciones parlamentarias y presidenciales. Estaremos aquí hasta entonces y no nos iremos", dijo Pavel Lobánov, descontento con la política que ha impuesto al país Putin, quien ha alternado la presidencia y el puesto de primer ministro en los últimos 12 años.
En medio del bulevar capitalino de Chístii Prudí, a los pies del monumento al poeta kazajo Abai Kunanbáyev, los jóvenes acampan y se reúnen para organizar charlas y asambleas.
A pocos metros del monumento, rodeados de cientos de simpatizantes que se acercan hasta aquí todas las tardes, han desplegado un punto de información y organización.
"Estamos aquí para organizar un espacio autónomo. No tenemos líderes. Todo se organiza desde la iniciativa de los acampados", asegura Stanislav, uno de los concentrados que no quiere revelar su apellido.
Los manifestantes cuentan con un punto de recogida de comida al que los voluntarios llevan alimentos.
"La gente nos trae el dinero para comprar comida. Nos traen agua caliente y también comida", cuenta Yelizaveta Blinkova mientras entrega cigarrillos a todos los que se acercan al punto de reparto.
A sus espaldas, una docena de jóvenes están tumbados sobre el césped de la zona ajardinada, donde sus casas de campaña, ahora desmontadas para no provocar a la policía, serán instaladas de nuevo cuando caiga la noche.
"Pasamos la noche aquí. Hay gente que nos ofrece incluso un sitio para ducharnos. Una mujer ha repartido tarjetas para darnos un lugar para ducharnos. Tenemos mantas para no pasar frío y nos abrigamos bien", explica Blinkova.
Chicos y chicas con guitarras, sentados sobre las aceras y el césped, y cientos de círculos que hacen que la Rusia de Putin no parezca un país autoritario, como creen muchos de los presentes.
Muchos acampados se marchan por la noche para dormir en sus casas y acudir a sus puestos de trabajo por el día, para volver por la tarde a Chistii Prudí y participar en la "celebración indefinida".
El 8 de mayo, el día en el que el ya expresidente Dmitri Medvédev fue elegido como nuevo primer ministro en la Duma (cámara baja del Parlamento ruso), varios jóvenes se instalaron con sus tiendas de campaña en el bulevar de Chistii Prudí.
Las semanas posteriores a las elecciones presidenciales de marzo pasado en Rusia estuvieron enmarcadas por marchas multitudinarias de opositores que denunciaron fraude . Miles de seguidores de Putin también salieron a las calles para mostrarle su apoyo.
Putin ganó la presidencia con 65 % de los votos, aunque observadores independientes acusaron que no se dieron a conocer violaciones ocurridas en el proceso electoral.