Potencias continuarán la discusión de la situación nuclear iraní en junio
Irán y las potencias mundiales acordaron este jueves volver a reunirse en Moscú en junio para sostener conversaciones que intenten poner fin a la larga disputa por el programa nuclear de Teherán, pese a que hubo escasos avances para resolver los principales puntos de desacuerdo entre ambas partes.
El eje de la discusión es la demanda iraní de un rápido alivio de las sanciones económicas como parte de un acuerdo para reducir el enriquecimiento de uranio de grado alto, un paso necesario para fabricar armas, mientras las potencias occidentales insisten en que primero debe interrumpirlo.
Sin embargo, ambas partes tienen interés en evitar un colapso de la diplomacia. Las potencias quieren alejar cualquier riesgo de guerra en Medio Oriente ante la amenaza de Israel de lanzar ataques aéreos contra Irán, mientras que Teherán desea cancelar un embargo occidental contra sus exportaciones de crudo.
Después de que las discusiones en Bagdad se extendieron hasta altas horas en un segundo día no programado de reuniones entre los enviados de Irán y las potencias, la jefa de Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, dijo que estaba claro que ambos lados querían avanzar y tenían algo en común, pero recalcó que también existían diferencias significativas.
"Vamos a mantener intensos contactos con nuestros pares iraníes para preparar una nueva reunión en Moscú", dijo Ashton en una conferencia de prensa en Bagdad.
La próxima reunión, la tercera en la última ronda de conversaciones que comenzaron en Estambul el mes pasado, se celebrará en Moscú el 18 y 19 de junio.
Ashton lidera las negociaciones del grupo de seis países formado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU —Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos— junto con Alemania, que es conocido como P5+1.
"Las conversaciones fueron intensas y de largo plazo (...) Fueron detalladas, pero se dejaron inconclusas", sostuvo el jefe negociador iraní, Saeed Jalili.
"La atmósfera de estas conversaciones fue positiva para las dos partes, ya que hablaron de sus problemas de una manera clara. Creemos que el resultado (...) es que fuimos capaces de llegar a conocer más y mejor nuestros puntos de vista", agregó.
Si bien hubo poco o ningún avance concreto, el hecho de que las dos partes acordaran continuar las conversaciones es un signo de progreso en sí mismo, después de más de un año sin negociaciones antes de que la última ronda de diálogos se iniciara en abril.
"El compromiso de las dos partes por la diplomacia, en ausencia de un acuerdo claro, es una señal positiva", dijo Ali Vaez, experto en Irán del centro de estudios International Crisis Group.
Las seis potencias quieren medidas prácticas de Irán para enfrentar sus preocupaciones sobre su programa nuclear.
Una inquietud fundamental es que Irán detenga su enriquecimiento de uranio a la alta concentración fisible del 20 por ciento. Ese es el avance nuclear de Irán que más preocupa a Occidente, dado que pasado ese umbral se superan ampliamente los obstáculos técnicos para alcanzar un enriquecimiento del 90 por ciento, un grado apto para fabricar bombas.
"Irán declaró su disposición de abordar el tema del enriquecimiento del 20 por ciento y llegó con su propio plan de cinco puntos, que incluye su afirmación de que reconozcamos su derecho al enriquecimiento", dijo Ashton.
Irán dice que no superará el 20 por ciento y que el material se convertirá en combustible para un reactor de investigación.
Teherán ha hecho alusión a la flexibilidad en el enriquecimiento de uranio de alto nivel, pero los medios iraníes dijeron que no regalarán su moneda de cambio más potente sin concesiones significativas en materia de sanciones.
"Nunca esperamos que se consiguiera ese acuerdo (del 20 por ciento) aquí en Bagdad", dijo un funcionario estadounidense de alto rango que pidió no ser identificado debido a la sensibilidad del tema. Sin embargo, aseguró que "hay un acuerdo para abordar todos los aspectos".
Una diferencia significativa entre las dos partes es la insistencia de Irán en lo que Jalili califica como "el derecho inalienable de la nación iraní" a enriquecer uranio.
Estados Unidos y sus aliados sospechan que Teherán está tratando de desarrollar armas nucleares y ha impuesto duras sanciones sobre los sectores financiero y energético de Irán para tratar de obligarlo a ceder y abrir sus actividades a un escrutinio.
Los países de la Unión Europea se preparan para introducir en julio un embargo total a las compras de petróleo crudo de Irán. Diplomáticos dicen que esta medida, potencialmente persuasiva, no será cancelada a menos de que Teherán tome medidas importantes para frenar sus actividades nucleares.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo que no habrá tregua en las sanciones contra Irán, incluso mientras las conversaciones continúen.
"A medida que sentemos las bases para las conversaciones, vamos a mantener la presión como parte de nuestro enfoque de doble vía", dijo Clinton a periodistas en Washington horas después de que las conversaciones terminaran en Bagdad.
"Todas nuestros sanciones se mantendrán y seguiremos avanzando en este período", agregó.