La investigación por fugas no incluye a cardenales, afirma el Vaticano
El vocero del papa Benedicto XVI negó este lunes que algún cardenal o mujer sean investigados junto al mayordomo del Santo Padre sobre la filtración de documentos confidenciales.
“Niego firmemente los reportes de que un cardenal también está involucrado en las investigaciones, igual que los reportes de que una mujer también está supuestamente involucrada”, dijo a CNN Federico Lombardi.
El pronunciamiento ocurre después de que medios italianos e internacionales señalaran que una mujer que forma parte del equipo laico que cuida del Papa también estaría involucrada en la investigación centrada en Paolo Gabriele.
El asistente de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, fue detenido detenido y acusado formalmente de robo agravado de documentos reservados, detalló Lombardi.
Gabriele fue arrestado bajo sospecha de filtrar documentos confidenciales a un periodista italiano, según informó el Vaticano el sábado.
La investigación formal se encuentra en marcha, precisó el vocero vaticano este lunes, rehusándose a comentar cuánto durara.
Gabriele, de 46 años, fue arrestado el miércoles en posesión ilegal de documentos confidenciales , los cuales fueron hallados en su departamento en territorio vaticano, informó la Santa Sede tres días después en un comunicado.
El mayordomo que había trabajado con el Papa desde 2006 es parte de un grupo reducido de gente que tiene acceso a la oficina privada del pontífice.
Su trabajo incluía entregar rosarios a dignatarios y viajar en el frente del Papamóvil, el vehículo oficial del Papa usado en apariciones públicas.
El mes pasado, el Vaticano le dio al cardenal Julián Herranz un “mando pontificio" para descubrir la fuente de cientos de cartas personales y piezas de correspondencia que habían sido filtradas a Gianluigi Nuzzi, un periodista italiano autor de Sua Santita, un libro que integra las revelaciones.
Nuzzi no confirmó la identidad de sus fuentes, pero dijo a CNN que la principal, a la que se refiere como María en su libro, “arriesgó la vida” si se descubre.
La fuente trabajó dentro del Vaticano, según Nuzzi, quien se negó a dar más detalles de su fuente como el género, la edad o si era laico o no.
Nuzzi dijo a CNN que no ha sido interrogado con relación al arresto. El Vaticano calificó su libro como “criminal” cuando fue publicado el sábado pasado en italiano.
Las editoriales Feltrenelli y Mondadori ubicaron al libro en el primer lugar de ventas en Italia.
El reporte de Nuzzi destaca una lucha interna por el poder del Vaticano a través de varios documentos que incluyen faxes, cartas personales y memos internos de la Santa Sede. El periodista dijo a CNN que recibió los documentos durante un año de reuniones privadas en localidades secretas.
Los documentos muestran que las acusaciones de corrupción y lavado de dinero fueron la preocupación de un gran número de altos prelados, incluyendo a Carlo María Vigano, quien es actualmente el nuncio papal en Washington, D.C.
Vigano escribió en una serie de cartas al Papa que estaba preocupado por la extensión de la corrupción y que su traslado a Washington causaría más especulación.
El Vaticano no ha negado la autenticidad de los documentos, pero señaló que la violación de privacidad es un acto criminal.
En tanto, el mayordomo del Papa permanece recluido en una celda especial en Ciudad del Vaticano, informó Federico Lombardi.
El vocero dijo que el Papa se encuentra “entristecido y aturdido” por el arresto.
El Vaticano informó que la primera fase de su investigación preliminar, a cargo del fiscal Nicola Picardi, ha terminado. Un juez investigador, Piero Antonio Bonnet, lidera la siguiente etapa de la investigación, que podría llevar a un juicio o a una absolución.
Gabriele ha nombrado a dos abogados para ser representado en el tribunal vaticano, y ha tenido oportunidad de reunirse con ellos, informó el Vaticano.
“Disfruta de las garantías jurídicas privistas por el código criminal y los procedimientos criminales en el Estado de Ciudad del Vaticano”, añadió la Santa Sede.
Las fugas de información en la Santa Sede iniciaron en enero pasado y han revelado aspectos de corrupción en las gestiones del banco del Vaticano e intrigas por la sucesión de Benedicto XVI.
Con información de Barbie Nadeau y Livia Borghese.