El Vaticano expresa su molestia por las filtraciones de documentos
El Vaticano expresó este miércoles su molestia por la filtración de documentos privados del departamento del Papa, un escándalo que según observadores revela una lucha secreta de poder en la Iglesia católica.
Un alto funcionario eclesiástico de Roma calificó el robo de documentos como "un acto inmoral de una gravedad sin precedentes", y "abuso despreciable de las relaciones de confianza que existen entre Benedicto XVI y aquellos que están a su alrededor".
El arzobispo Angelo Becciu hizo estas declaraciones al periódico oficial del Vaticano seis días después de que el mayordomo del Papa fuera arrestado por filtrar los documentos.
Paolo Gabriele, de 46 años, fue detenido bajo acusación de posesión ilegal de documentos oficiales , informó el Vaticano en un comunicado emitido tres días después del arresto.
Con la filtración, el ministerio del Papa "ha sido atacado", dijo Becciu.
El Papa se refirió brevemente y por primera vez al escándalo al final de su audiencia regular de los miércoles.
"Han proliferado, sin embargo, ilaciones, amplificadas por algunos medios de comunicación, totalmente gratuitas y que han ido mucho más allá de los hechos, dando una imagen de la Santa Sede que no corresponde a la realidad", dijo Benedicto XVI.
Pero expertos sostienen que la verdad podría ser exactamente lo opuesto y que el arresto, así como el despido del director del Banco Vaticano un día después, podría revelar las batallas "detrás de bambalinas" en el Vaticano .
Los dos eventos son mala prensa para la alta jerarquía de la Iglesia católica romana y según los expertos podrían incluso afectar la elección del próximo Papa.
El efecto de ambos es el mismo: debilitar a la persona con más autoridad después del papa Benedicto XVI.
El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, está inmerso en una lucha de poder con su predecesor, según los expertos.
"La razón de esta pelea es que el secretario de Estado tendrá mucha influencia en el siguiente cónclave que elija al próximo Papa", dijo Giacomo Galeazzi, un periodista del diario italiano La Stampa.
El secretario de Estado de Juan Pablo II, el cardenal Angelo Sodano, trata de hacer a un lado a Bertone y poner a uno de sus protegidos en el puesto antes de que Benedicto muera, según Galeazzi.
"Las filtraciones terminarán cuando Bertone esté fuera de la Secretaría de Estado", predijo.
Galeazzi prevé que Bertone, quien cumplirá 78 años en diciembre, sea remplazado a final de año, pero no por quien Sodano quiere.
Sodano, quien ahora es decano en el Colegio de Cardenales, no es el único al que no le gusta Bertone, según Thomas Reese, autor de Inside the Vatican.
Cuando se convirtió en secretario de Estado, Bertone "hizo lo que normalmente se espera. Llevó a un equipo de gente que le agrada, en la que confía, y los puso en puestos clave en el Vaticano", dijo Reese.
Hay muchos que tenían una fuerte relación con el secretario previo y que "pensaron que se convertirían en arzobispos o cardenales y no fue así", de acuerdo con Reese. "Estas personas están molestas y no les agrada Bertone".
Parte del escándalo bancario y del mayordomo es que el Vaticano no ha sido bien manejado por décadas, de acuerdo con Reese.
"Los clérigos no van a la Escuela de Negocios de Harvard. Bertone es un teólogo. No tiene un MBA" dijo.
Y Benedicto no es mejor, añadió.
"Es un profesor alemán. Es una persona de ideas, no un administrador, y aún así dirige una organización de 1,200 millones de miembros”.
Hay una facción en el Vaticano que quiere que el siguiente Papa sea “un mejor gerente, que pueda poner en orden la tienda”, de acuerdo con Reese.
“Mucha gente cree que debería ser un italiano, por supuesto”, después de dos papas extranjeros, Juan Pablo II, de Polonia, y Benedicto, de Alemania.
Pero el debilitamiento de Bertone podría tener un efecto contrario al que espera esa facción.
“Bertone es del Vaticano y es italiano”, destacó Reese. “Las personas pueden decir que necesitamos a alguien de fuera que venga a hacer esto funcionar”.
Reese no ha tomado una posición sobre el origen del siguiente Papa, pero tiene una opinión fuerte acerca de qué debería hacer el sucesor de Benedicto: “El lugar realmente necesita ser reestructurado y reorganizado. En muchos sentidos todavía opera como una corte europea del siglo XIX”.
Hada Messia y Livia Borghese contribuyeron con este reporte