Suu Kyi pide acabar con la corrupción en Myanmar
Desde su lugar en el escenario del Foro Económico Mundial, la líder de la oposición de Myanmar, Aung San Suu Kyi, expresó lo que pensaba en el avión antes de aterrizar en Tailandia, en lo que es su primer viaje al extranjero en 24 años.
La premio Nobel recordó que estaba sentada en la cabina, tras la invitación del piloto y quedó "completamente fascinada" por las luces brillantes de Bangkok sobre el suelo.
"Hace 30 años pensé la escena que encontraron mis ojos al aterrizar en Bangkok; no fue muy diferente de lo que hubieran visto mis ojos al aterrizar en Rangún. Pero ahora la diferencia es considerable", dijo.
Al partir de Myanmar tres días atrás para un histórico viaje a Tailandia , Suu Kyi dijo que los ciudadanos realizaban protestas con velas en todo el país contra los cortes de electricidad "esto ha sido durante un mes."
Al ver las luces de Bangkok, Suu Kyi paró, sonrió y dijo: "Tengo que decir con franqueza que pienso que necesitamos una política energética".
Risas y aplausos corrieron a través de la audiencia, en reconocimiento del compromiso permanente de Suu Kyi por cambiar en un país gobernado durante 50 años por una junta militar. Por varios años estuvo bajo arresto domiciliario por haber pedido reformas.
Durante ese tiempo, la economía de Myanmar obligó a millones a irse en busca de trabajo a países vecinos. Grupos de derechos humanos estiman que hay alrededor de tres millones de emigrantes birmanos en Tailandia.
Suu Kyi, fundadora de la Liga Nacional para la Democracia de Myanmar (LND), fue recibida como una celebridad en su primer viaje al extranjero desde que ganó un lugar en el parlamento en abril. Puede salir de Myanmar con la seguridad de que puede volver, esto es un paso más para un gobierno que dos años atrás comenzó una serie de concesiones sorprendentes.
Camino a las primeras elecciones libres y justas en décadas, se les permitió a los partidos de oposición hacer campaña. A Suu Kyi se le dio espacios en la televisión y la radio estatales.
En meses pasados, el gobierno perdonó a cientos de presos políticos, detuvo el fuego con los rebeldes y aceptó negociar con otros grupos étnicos. Las concesiones llevaron a muchos gobiernos occidentales a revisar sus sanciones económicas contra el país.
A pesar de todos los cambios, Suu Kyi advirtió que el ritmo de la reforma en el país es un "imprudente optimismo". "El optimismo es bueno, pero debe verse con cautela. He estado alrededor de un optimismo temerario. Un poco de sano escepticismo está en orden", dijo.
Suu Kyi expresó que las prioridades para el país son la educación básica y la preservación de la ley. "Necesitamos que el tipo de educación permita a las personas tener una vida digna para ellas".
La líder de la LND dijo que Myanmar no carece de buenas leyes, sin embargo, al país le hace falta un "sistema judicial limpio e independiente". Pidió a los posibles inversionistas tenerlo en mente, para que con su ayuda el dinero que entre en el país, no impida, el progreso.
"No queremos que las inversiones den posibilidades a la corrupción", dijo. "No queremos que las inversiones den una mayor desigualdad. Y no queremos que la inversiones den mayores privilegios para los privilegiados".
Suu Kyi visita a Bangkok antes de un viaje más largo por Europa. En junio hará una serie de actos, que incluyen la aceptación del Premio Nobel de la Paz que se le impidió recoger en 1991 porque estaba en prisión.