Activistas sirios difunden un video con el horror y desesperación en Douma
Los cadáveres yacían esparcidos por la insurrecta ciudad siria de Douma, víctimas de lo que los habitantes llamaron una “masacre” apoyada por el gobierno.
La escena después del ataque, enfatizada con imágenes de personas dolientes y el pavimento cubierto de sangre, fue grabada el mes pasado por activistas de la oposición, quienes burlaron la seguridad siria y se escabulleron hacia la ciudad a las afueras de Damasco para, junto con sus cámaras, ser testigos de la convulsión.
El equipo de tres hombres se movió a través del campo de batalla urbano entre sombras y susurros. Avanzaron paso a paso y cuadra a cuadra, pegados a las paredes de los edificios para evitar ser vistos por los francotiradores apostados en las azoteas. Apretaban el paso entre las ráfagas de balas. Luego, el intenso bombardeo de Douma por parte de las fuerzas del presidente sirio Bachar al Asad dejó atrapados a los activistas por más de una semana; las fuerzas del gobierno bloqueaban las rutas de salida y los bombardeos los obligaban a buscar refugio.
El material —recientemente entregado a reporteros en Líbano— demuestra la determinación de una guerrilla de reporteros activistas: almas valientes que han arriesgado sus vidas desde marzo de 2011 para registrar las evidencias del proceder del régimen.
La masacre es el más reciente ejemplo de lo que los activistas denuncian como el abuso incesante en contra de los civiles por parte del aparato de seguridad de al Asad a lo largo de los últimos 16 meses.
Douma, ciudad importante de la provincia de Rif Damashq —que significa las afueras de Damasco, en la que se incluyen los suburbios que rodean a la capital— ha sido consumida por el baño de sangre desde que las protestas del año pasado se convirtieran en un levantamiento nacional en contra del régimen.
Estas imágenes recientes, grabadas en la oscuridad de la noche por los activistas escondidos en un ruinoso edificio son testimonio del sombrío conflicto en las ciudades, pueblos y aldeas a lo largo de Siria.
Los muertos que aparecen en el video se suman a las 45 personas muertas durante el ataque. Los habitantes señalan que las fuerzas de seguridad sirias registraron los edificios en busca de armas y acabaron con los miembros de varias familias.
En una imagen se puede ver a una niña tirada entre los cadáveres, muchos de ellos cubiertos por sábanas ensangrentadas. Un hombre señala un cadáver con su mano y dice: “él fue ejecutado, era un civil”. Apunta hacia otro cuerpo y dice: “Este era su primo, le dispararon cuando trató de salvarlo”.
Otro hombre declaró que las fuerzas de seguridad ordenaron a los hombres y mujeres a que entraran en unas habitaciones y allí fueron ejecutados, uno tras otro.
CNN no ha podido verificar por su cuenta la veracidad de estos relatos. Sin embargo, el recuento parece cierto a ojos de los sirios que están envueltos en la vorágine de la guerra civil ya que la escena se ha vuelto común en las zonas en las que los habitantes se han rehusado a someterse a los soldados del régimen y sus aliados milicianos.
Los habitantes prepararon los cuerpos para ser enterrados envolviéndolos toscamente en sábanas y sacándolos del edificio en el que fueron hallados. Hasta ahora, los activistas no habían logrado que el material llegara a Líbano. Dicen que el riesgo vale la pena, que el mundo necesita echar un vistazo al horror y la desesperación que devora Siria.