Grupos relacionados con al Qaeda se desplazan a Mali para establecerse
Islamistas radicales relacionados con al Qaeda han tomado la mitad norte de Mali, uno de los países más grandes de África. Se teme que la región se convierta pronto en un bastión terrorista.
Los militantes han sabido aprovechar la inestabilidad del país que en los últimos meses ha sufrido rebeliones y un golpe de Estado. Hoy, cerca de 500,000 malíes han abandonado sus hogares por temor a la violencia y a la discriminación que trajo consigo la interpretación radical de la ley Sharia.
Erin Burnett, de CNN, se reunió con los rebeldes y los refugiados esta semana para contar la creciente crisis en Mali. Habló a CNN.com de los riesgos de seguridad, la desesperada situación humanitaria y la posible respuesta de Estados Unidos.
CNN.com: ¿Por qué se habla de Mali como “el nuevo Afganistán”?
Erin Burnett: Hemos hablado con fuentes en lo más alto del gobierno estadounidense y con los rebeldes locales en el campo, quienes aseguran que al Qaeda quiere establecerse aquí. La gente de Mali cree que esta es la última oportunidad que al Qaeda tiene por lograr una patria como lo era Afganistán.
La gente local me dijo que los extremistas están dando teléfonos satelitales a la gente y les dicen: “Llamen si ven occidentales”. En Tombuctú les están dando dinero. Un hombre me dijo que a algunos de sus conocidos les dieron 10 veces más dinero del que ganarían pastoreando (su labor cotidiana) si se unían a la causa. Pero hay razones por las que esto es diferente a Afganistán. Una es que el islam que se practica en el norte de Mali y las áreas circundantes es mucho más relajado. Los locales no aceptan fácilmente las interpretaciones extremas de la religión: los extremistas prohibieron la música, dejando sin empleo a un DJ con quien hablé. ¡Este país es famoso por su amor a la música!
CNN.com: ¿Cómo se llegó a esto?
Burnett: En el norte de Mali, la tribu tuareg siempre ha buscado la independencia. Desde que Mali se independizó de Francia en 1968, estos han organizado varias rebeliones. Ahora el catalizador es lo que está ocurriendo en Libia.
Cuando Muammar Gadhafi murió y Libia se hundió en el caos, sus armas quedaron disponibles. Los Tuareg —muchos de quienes luchaban por Gadafi— se apoderaron de las armas y se volcaron en contra del gobierno malí, declarándose independientes.
En el sur de Mali, la gente se encontraba sumamente descontenta por la incapacidad del gobierno para enfrentar la rebelión y creían que el gobierno era corrupto e inepto. Así que hubo una especie de golpe “accidental”: algunos comandantes se quejaron y el presidente dimitió dejando a Mali sin gobierno. Fue entonces cuando los radicales islámicos, quienes siempre han buscado aumentar su presencia en esa porción de África, llegaron a enfrentarse a los tuareg, los vencieron y tomaron el control del norte de Mali. Aún hay algunos tuareg luchando en esa región y sé que hay campos desde los que operan en el país. Sin embargo, carecen de las armas que poseen los grupos paramilitares relacionados con los islamistas.
CNN.com: ¿Quiénes son estos radicales y de dónde vinieron?
Burnett: La gente los llama al Qaeda, sin embargo también se los conoce por el nombre de sus milicias, como Ganda Koy o Ansar Dine. Algunos tienen motivaciones religiosas y otros son simples oportunistas: quieren controlar el dinero, pero no están motivados por sus creencias religiosas.
En el campo descubrimos que llegaron de todas partes: específicamente de Libia, Argelia y Afganistán. Existe otra gran milicia radical (Ansar Dine) que también pertenece a los tuareg, cuyo líder es malí y pasó una temporada en Arabia Saudita.
CNN.com: Una gran mayoría de los malíes es musulmana. ¿En qué se diferencian de los radicales?
Burnett: La rama del islam es diferente, así que no son receptivos a las partes restrictivas y más drásticas que los radicales islámicos siguen, por ejemplo: que las mujeres se cubran por completo y que haya separación entre hombres y mujeres. Cuando llamé al líder militar del principal grupo extremista ligado a al Qaeda, rechazó hablar conmigo por ser mujer. No hay duda que la población local no desea esto, sin embargo, muchas personas nadan con la corriente.
CNN.com: ¿Cuál es la gravedad de la amenaza que estos extremistas representan hacia el exterior?
Burnett: Pregunté a algunos soldados tuareg qué es los que estos islamistas dicen de América. Aseguran que los islamistas dicen a la gente que los estadounidenses son como animales, como perros. Esa es la clase de propaganda que se puede esperar actualmente de los grupos ligados a al Qaeda. Decir estas cosas es muy diferente a decir que alguien planea atacar Estados Unidos. No obstante, los líderes han expresado la intención de utilizar el lugar como base. Los rebeldes tuareg fueron contundentes al decirme que los radicales están planeando atacar a Estados Unidos y Europa. La pregunta es cuándo alcanzarán el nivel de estabilidad y organización para ejecutar dichos planes.
CNN.com: ¿Cuántos refugiados hay y en qué condiciones están?
Burnett: Hay casi 250,000 y van en aumento. Se trata de personas que abandonaron el país. También existe un cuarto de millón de personas desplazadas dentro de Mali. Contando sólo a quienes han abandonado el país, vemos que se trata de casi el doble de las personas que han huido de Siria. Es un problema humanitario muy grave.
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas declaró que solo hay comida para un mes más. La gente tiene hambre y padece enfermedades por las condiciones de los campamentos. ¿Qué va a pasar dentro de un mes, cuando se terminen los alimentos? Hay gente hambrienta ahora; podría convertirse en una situación verdaderamente terrible si el mundo no pone atención ahora.
CNN.com: ¿Se ha hablado de intervención externa?
Burnett: La Comunidad Económica de los Estados del Occidente de África encabeza los esfuerzos para resolver este problema. Han intentado negociar con los radicales islámicos, los ejércitos tuareg y el gobierno de Mali.
El presidente de Burkina Faso encabeza este grupo; declaró que por ahora no existen planes de intervenir militarmente. Creo que el problema es que nadie sabe a ciencia cierta qué sigue. Los radicales islamistas se fortalecen mientras los Estados africanos y Occidente debaten al respecto.
CNN.com: ¿Cuál ha sido la reacción de Estados Unidos, y cómo responderán después?
Burnett: Del lado humanitario, Estados Unidos es el mayor donador. El cuartel general de la CIA en África supuestamente se encuentra en Uagadugú, capital de Burkina Faso; fuentes del gobierno estadounidense me han dicho que los radicales islámicos han tratado sin éxito derribar una nave de reconocimiento no tripulada que sobrevolaba Mali. Sin embargo, el presidente de Burkina Faso me dijo que, si Estados Unidos estaba operando naves no tripuladas desde su territorio, exigiría la creación de un nuevo acuerdo ya que eso no formaba parte del trato vigente entre ambos países. Tenemos entonces una situación ambigua y también un momento políticamente inadecuado para el presidente estadounidense Obama. Durante un evento de recaudación celebrado esta semana, Obama declaró que al Qaeda estaba “huyendo”. Ese ha sido el mensaje de la administración durante todo el año pasado. El secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, ya lo ha dicho; el general David Petraeus, director de la CIA, también.
A medida que al Qaeda y sus grupos derivados crecen en el norte de Mali, ese mensaje pierde fuerza. Creo que es importante mencionar algo que ya hemos experimentado: las fronteras de los “Estados” no significan nada. Los islamistas se están esparciendo hacia los países vecinos, como Burkina Faso. Nos dirigimos hacia esa frontera y vimos a los pobladores temerosos de los islamistas ya que corría el rumor de que uno de los líderes se encontraba cerca, lo que nos lleva a otra cuestión de importancia para Estados Unidos: ¿Podrían estos grupos radicales desestabilizar a otros gobiernos de la región? Eso está por verse.