Rebeldes sirios avanzan hacia Aleppo mientras el régimen ataca la capital
Aunque los rebeldes sirios parecen asegurar su control cerca de ciudad de Aleppo, crucial en la batalla, la violencia en el país se encuentra lejos de terminar, al registrarse este martes nuevos enfrentamientos.
Disparos de mortero se registraron alrededor de Damasco y disparos de cohetes ocurrieron en la ciudad de Homs, que ya está devastada por ataques incesantes desde principios de año, según los Comités Locales de Coordinación, un grupo opositor sirio.
Además, fuertes combates ocurrieron entre fuerzas del régimen y rebeles en Aleppo, la disputada ciudad que es el centro comercial y cultural de Siria.
Los rebeldes lograron una notable victoria este lunes al capturar una instalación militar cerca de Aleppo , lo que les dio acceso a tanques y municiones.
La instalación era un restaurante a las afueras del pueblo de Anadan, a unos 10 kilómetros al norte de Aleppo. Estaba en manos de las fuerzas del gobierno y rodeada de trincheras.
Los rebeldes utilizaron el equipamiento decomisado este lunes para disparar contra una base aérea a las afueras de Azaz, a unos 40 kilómetros más al norte, informó Ahmed Afesh, un comandante del Ejército Siria Libre.
Afesh mostró dos tanques T-55 de la era soviética capturados por sus hombres este lunes, así como vehículos blindados, y los restos de otro, que fue destruido durante los combates. Los rebeldes y civiles le agradecieron con saludos de mano y besos.
Los rebeldes también lograron el control de enclaves en el norte de Siria e intentaron capturar cruces fronterizos clave la semana pasada. Ellos controlan un gran tramo de la principal autopista en el oeste del país, de Aleppo a la frontera con Turquía.
Pero este martes, las fuerzas sirias se enfrentaron con “grupos terroristas armados” en las afueras de Aleppo, y destruyeron nueve vehículos blindados “con todos los terroristas dentro”, reportó la televisora estatal.
Unas 20,000 personas de Aleppo y sus alrededores han huido del lugar debido a los ataques con morteros y armas pesadas, según Valerie Amos, funcionaria de ayuda humanitaria de la ONU.
Quienes aún permanecen en los barrios, se quedaron sin teléfono, internet, o servicio de electricidad, mientras los tanques lanzan ataques contra la ciudad, de acuerdo a Deama, una activista que se encuentra en el lugar. CNN no revelará su nombre completo para no ponerla en peligro.
“Estamos temerosos de que hagan algo peor. Usualmente, cortan las conexiones y aíslan esos barrios cuando están por hacer algo peor”, dijo Deama este lunes.
Las protestas contra el presidente sirio Bachar al Asad, cuya familia ha gobernado el país por más de 40 años, comenzaron en marzo de 2011. Las fuerzas de seguridad lanzaron una violenta represión contra manifestantes pacíficos. El régimen se enfrenta cada vez mayor resistencia, aunado a la deserción de un número grande de tropas.
El conflicto ha cobrado la vida de casi 17,000 personas, afirmó la semana pasada el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Activistas opositores afirman que dicha cifra supera los 20,000.
Aunque no hay visos de que la violencia podría terminar pronto, el régimen de al Asad ha sufrido una serie de deserciones en semanas recientes.
En Londres, el más alto diplomático de la Embajada de Siria renunció a su puesto, informó este lunes la Oficina de Exteriores británica. El encargado de negocios Khaled Al-Ayoubi dijo a funcionarios británicos que él “ya no quería representar más al régimen que ha cometido esa violencia y actos represivos contra su propio pueblo”, afirmó la oficina en un comunicado.
En Túnez, en su primera parada de una visita por el Medio Oriente, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, dijo a CNN que al Asad “sabe que está en problemas, y que es solo cuestión de tiempo para que se vaya”.
Al preguntársele sobre qué le diría al líder sirio, Panetta dijo: “Diría que si quieres protegerte y a tu familia, sería mejor que te largaras ahora”. Este domingo, Panetta predijo que los ataques a Aleppo serían “un clavo en el ataúd de al Asad”, ya que más personas se levantarían contra el gobierno.
Estados Unidos ha dado material no letal a los rebeldes, incluyendo equipo de comunicación. Otros países están dando ayuda militar más directa, según Panetta, “entonces, no hay duda de que de una forma u otra, ellos están recibiendo el apoyo que necesitan para continuar con esta lucha”.
Salma Abdelaziz, Barbara Starr y Yesim Comert contribuyeron con este reporte.