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Un nuevo canal de televisión egipcio presenta a mujeres con velo completo

La señal Maria TV muestra a sus conductoras con el atuendo tradicional islámico y ofrece trabajo a un sector que alega discriminación
mié 01 agosto 2012 07:10 AM

Después de graduarse en el departamento de comunicación de masas de la Universidad de El Cairo, Heba Seraq-Eddin asegura que no podía encontrar empleo. Si encontraba alguna opción, la rechazaban por su velo. Heba viste con un niqab, el tejido de color negro que le cubre todo el rostro, excepto los ojos.

“Solía decirles que no iba a aparecer ante las cámaras, mi niqab no sería visible”, recuerda Serag-Eddin, educada como directora y operadora de cámara. Pero no hubo ofertas de trabajo y sentía que las televisoras rechazaban la idea de portar el velo en el lugar de trabajo.

Entonces se encontró con un anuncio para un nuevo canal de televisión llamado Maria, manejado exclusivamente por mujeres vestidas con el niqab y en el que fue contratada de inmediato.

Maria, el primer canal de esta clase en el mundo, inició el 20 de julio, con el mes sagrado musulmán del Ramadán. Hasta que consiga más fondos y más personal, será una emisión diaria de cuatro horas en su canal madre, Al-Omma, canal independiente visto en Medio Oriente.

En un departamento en el distrito de Abasya, al oriente de El Cairo, las mujeres voluntarias de Maria comparten dos estudios con el personal de Al-Omma. Los hombres a veces ayudan a mover al set coloridos paneles de madera y ejecutar otras tareas técnicas. Islam Abdallah, director ejecutivo de Al-Omma, interviene para dar consejos sobre cómo hablar ante las cámaras.

Mientras se capacita a nuevas personas, el canal recurre a las habilidades de otras mujeres que están a favor del hijab, el velo que es más que un pañuelo en la cabeza. Pero el objetivo es depender únicamente de mujeres ataviadas con el niqab. Hasta ahora, todas trabajan como voluntarias.

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“Siento que por fin tenemos un lugar en la sociedad después de haber sido marginadas. Como mujeres portando el niqab, no teníamos derechos, y nadie con quien hablar sobre nosotros. Por medio de Maria, encontraremos a gente como nosotros hablando de nosotros, sin discriminación”, dice Seraq-Eddin.

El velo ha provocado en los últimos años muchos debates acerca de la discriminación. Las prohibiciones de las universidades públicas de vestirlos durante los exámenes o en los dormitorios fueron objeto de numerosas batallas legales y condenadas por grupos que defienden su uso. Las mujeres se quejan con frecuencia de un mercado laboral poco grato, con una discriminación implícita.

Alaa Abdallah, directora de Maria, dice que ser parte del proyecto televisivo le mostró a ella y a otros miembros del equipo que, en efecto, tenían las habilidades para el trabajo. “Estamos intentando construir una mejor sociedad después del terremoto de libertad, como lo fue el 25 de enero”, explica Alaa.

La encargada de la televisora agrega que los intelectuales egipcios deberían apoyar su derecho a expresarse en público y su derecho a dar voz a un segmento marginado de la sociedad.

¿Avance o retroceso?

Uno de esos intelectuales no está convencido. El canal despierta la retórica del empoderamiento de la mujer, dice Adel Iskandar, erudito de los medios en la Universidad de Georgetown, pero hay un “argumento de peso de que se trata de un logro”.

Otro sector se encuentra preocupado porque el auge del islam político en Egipto radicalizará a la sociedad. Sostienen que una cadena de televisión que presenta solo a mujeres con el rostro cubierto es un “giro de 180 grados” en el camino de la denominada insurrección árabe.

Alaa Abdallah dice que apoya la libertad de expresión, pero no quiso conceder a sus críticos la misma libertad que ella exige. “Respaldo la libertad de expresión, siempre y cuando no sea hostil con el islam”, dice, y sostiene que los canales “seculares y liberales” son “destructivos” debido a que promueven ideas que redefinirían a la sociedad.

Abu Islam Abdallah, padre de Alaa y propietario de Al-Omma, cree que restablece el equilibrio. Al enfatizar el niqab, cree que nivela lo que él denomina el "racismo" en contra de estas mujeres.

El empresario describe como hereje el tipo de sistema democrático que permite a las mujeres “vestir sin pudor, trabajar como bailarinas e incluso ser miembros del Parlamento”. Eso es un “pandemonio”, dice.

Al-Omma, cuyo significado es "la nación", comparte una retórica de “anticristianización”. No hay tanto de ello en Maria, nombrado así por la mujer que se cree que fue la esposa copta del profeta Mahoma. Su programación cultural, dirigida a la mujer “dentro de un marco religioso”, como lo describe Alaa Abdallah, incluso podría tener más potencial que Al-Omma y su modelo de financiación basado en donaciones.

Maria atiende un mercado que no ha sido explotado, ni siquiera por los canales ultraconservadores, según Iskandar. No obstante, normalizar la presencia de mujeres cubiertas de pies a cabeza de color negro podría ser un arma de doble filo. “Se aleja de su mística, de su exotismo”, argumenta.

Otros creen que Maria podría terminar aislando a la “comunidad” del niqab y solamente poner de relieve la polémica sobre el velo completo. El mayor reto, según Iskandar, será superar lo que pudiera ser una presentación visualmente aburrida a través de contenidos creativos.

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