Cristianos denuncian discriminación ante el máximo tribunal de Europa
Cuatro cristianos británicos pidieron este martes a la máxima corte de Europa juzgar si fueron objeto de discriminación por sus creencias religiosas.
Dos mujeres sostienen que sus empleadores se opusieron a que ellas usaran cruces en el trabajo.
Además, una mujer que declinó registrar a una unión civil gay y un hombre que no quiso dar terapia a una pareja del mismo sexo dicen que fueron despedidos injustamente de sus puestos de trabajo.
Gary McFarlane, el consejero matrimonial, dijo que estaba complacido con la audiencia del martes.
“Hoy, por primera vez, escuché a alguien hablar de mis derechos”, dijo. “Seguro tengo algunos derechos. Soy un miembro de la sociedad. Tengo creencias”.
Calificó de “tragedia” que el caso haya tenido que llegar a la Corte Europea de Derechos Humanos.
Culpó a los empleadores de exceso de celo por no “considerar condiciones justas” para sus creencias religiosas.
Él y otros tres cristianos están acusando al gobierno británico por fallar al proteger sus derechos.
El caso podría ayudar a trazar una frontera clara en casos donde el punto de vista religioso contradice las leyes contra la discriminación. Habrá implicaciones en 47 países en el continente. El fallo del tribunal no será obligatorio en Gran Bretaña, pero el país está legalmente obligado a tomarlo en cuenta.
Los cuatro —Nadia Eweida y Shirley Chaplin, quienes querían usar cruces, y la secretaria Lilian Ladele, y el consejero matrimonial, McFarlane—, han perdido todas las batallas a través del sistema legal británico.
Ahora hacen sus reclamos ante las leyes de derechos humanos europeas enfocándose en sus garantías de libertad de religión y libertad de discriminación en el trabajo.
Eweidam, quien trabaja para British Airways, dijo que experimentó discriminación del 2006 al 2007, cuando comenzó a usar la cruz de forma visible y por lo tanto fue transferida a otro trabajo. La aerolínea cambió más tarde su política de uniformes para permitir a los empleados usar símbolos religiosos.
Pero Chaplin, una enfermera, perdió su trabajo luego de que su empleador cambió sus uniformes para incluir cuellos V, lo cual hizo visible su cruz. Su jefe le pidió quitársela por temor a que pudiera provocar heridas cuando trabajaba con pacientes, de acuerdo con documentos de la corte. Ella se opuso.
Ambas mujeres perdieron sus casos en los tribunales laborales de Gran Bretaña.
El tribunal de Eweida falló que usar una cruz era una elección personal, no un requerimiento de los cristianos, mientras que el tribunal de Chaplin encontró que había razones legítimas de salud y seguridad para prohibirle que usara el símbolo en torno al cuello.
Chaplin dijo el martes que ella no creía que fuera así.
"El consejo que resuelve sobre riesgos dijo que no había casos previos de heridas causadas por crucifijos", citó al término la audiencia.
Ladele y McFarlane también perdieron las batallas en los tribunales, los cuales encontraron que sus empleadores tenían derecho a decidir que sus puntos de vista contradecían las leyes británicas que prohíben la discriminación en el campo de la orientación sexual.
A los cuatro cristianos les negaron audiencias en instancias superiores, por lo que llevaron su caso a la Corte Europea de Estrasburgo, que suele tardar meses en emitir sus fallos después de que un caso se argumenta.