Disputas territoriales en Asia agrietan la relación entre China y EU
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, se reunió con varios funcionarios chinos en Beijing este miércoles, pero aparentemente hubo pocos avances respecto a la delicada situación sobre los territorios marítimos de China y sus vecinos.
Además de un recibimiento hostil en editoriales y artículos en los medios chinos cuando llegó al país este martes, Clinton también tuvo que lidiar con una cancelación abrupta de una reunión prevista con el vicepresidente Xi Jinping, quien podría ser el próximo presidente.
Beijing atribuyó la decisión a razones fde agenda no especificadas.
Tras reunirse con el ministro chino de Relaciones Exteriores, Yang Jiechi, Clinton reiteró la posición de Estados Unidos sobre las disputas territoriales entre China y otros países en el Mar del Sur de China, y llamó a los involucrados a "comenzar a participar en un proceso diplomático hacia la meta compartida de un código de conducta".
Las tensiones por disputas territoriales se incrementaron este año entre China y una serie de países de todo su litoral —desde Vietnam en el sur hasta Japón en el noreste— y Estados Unidos ha sido arrastrado a la batalla.
Países como Vietnam y Filipinas reclaman algunas zonas del mar, un bloque de unos 3.3 millones de kilómetros cuadrados del océano Pacífico que tiene centenares de islas en gran parte deshabitadas y atolones de coral. Sin embargo, China ha declarado la "soberanía indiscutible" sobre grandes franjas de la zona, que es rica en vida marina.
Se cree que existen enormes reservas de gas natural y petróleo por debajo del lecho marino, lo que aumenta el potencial de conflicto que en abril tuvo un episodio cuando un buque de la Armada de Filipinas enfrentó a barcos de pesca chinas en un afloramiento rocoso remoto reclamado por ambos países.
El enfrentamiento naval entre los dos países se prolongó durante más de tres meses y despertó los temores de un conflicto abierto, pero Filipinas retiró sus buques en junio, citando una tormenta. La cuestión de a quién pertenece el bloque sigue sin resolverse.
Beijing, que prefiere abordar las disputas bilateralmente, ha reaccionado airadamente a la participación de Washington en la materia, señalando que el Departamento de Estado hace "acusaciones infundadas" y que muestra un "desconocimiento total de los hechos".
En la conferencia de prensa conjunta con Clinton de este miércoles, Yang tomó un camino más diplomático, al decir que "la libertad de la navegación y la seguridad en el Mar del Sur de China está asegurada".
Pero incluso mientras Clinton estaba en Beijing, el gobierno chino mantuvo un acalorado intercambio de palabras sobre otra controversia territorial referente a un conjunto de pequeñas islas en el Mar Oriental de China también reclamada por Japón y Taiwán.
Las islas deshabitadas son conocidas como Senkaku en Japón y en China como Diaoyu, y son propiedad privada de una familia japonesa.
El objetivo de la visita de Clinton al país asiático es también para presionar sobre temas como los derechos humanos y el comercio, además de las disputas territoriales. Y, al mismo tiempo, se está buscando la cooperación de China en los conflictos diplomáticos que generan Siria , Irán y Corea del Norte.
En lugar de Xi, Clinton se reunió con el vice primer ministro Li Keqiang, que se espera pueda suceder a Wen Jiabao como primer ministro a finales de la transición de liderazgo a principios del año que viene.
Una reunión con Xi y Li es importante —al menos simbólicamente— ya que se espera una sucesión de los líderes actuales a finales de este año.
Se espera que en los próximos años las relaciones entre China y Estados Unidos sigan siendo polémicas. A medida que Estados Unidos mueve más su atención de nuevo a la región de Asia y el Pacífico, Beijing sospecha que Washington trata de contener el ascenso de China como potencia mundial.
Jaime FlorCruz y Chi-Chi Zhang, en Beijing, y Jethro Mullen, en Hong Kong, contribuyeron con este reporte