La conclusión de 'Rápido y Furioso' revelará quién falló en la operación
El reporte largamente esperado de la controvertida operación Rápido y Furioso podría ser dado a conocer este miércoles por el inspector general del Departamento de Justicia.
La operación fue diseñada para rastrear a capos de la droga responsables del tráfico de armas en México; se le ha culpado de contribuir a los crímenes –incluido el de un agente estadounidense– y ha sido la manzana de la discordia en la disputa partidista de cara a las elecciones presidenciales de noviembre de ese país.
La operación también provocó tensión diplomática entre México y Estados Unidos.
El reporte es importante por su alcance –es el resultado de más de un año de investigación– y por sus conclusiones, que podría agitar aún más los ataques partidistas, según sea el resultado. Se espera que el reporte concluya si el plan fue llevado a cabo principalmente por agentes de Arizona o si el gobierno de Obama jugó un rol central.
En la controversia por la operación, legisladores conservadores de Washington votaron para declarar desacato de parte del fiscal general de ese país . Fue la primera vez en la historia de Estados Unidos que ocurre algo así con el jefe del Departamento de Justicia.
Los demócratas aseguraron que la declaración fue un acto meramente político.
La Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés) –junto con vendedores de armas legales – rastreó a compradores de armas que creía estaban adquiriéndolas de forma ilegal para los cárteles de drogas mexicanos.
Cientos de armas de fuego del programa desaparecieron, y fueron encontradas en escenas de crímenes en México, entre ellas, el lugar donde ocurrió un tiroteo en el 2010 en Arizona, en el que un agente de la Patrulla Fronteriza, Brian A. Terry, murió.
Dos altos funcionarios de la ATF que conocen el reporte dijeron a CNN que los hallazgos son consistentes con lo que la ATF ha sostenido a lo largo de la investigación, que gran parte de la culpa es de funcionarios de Phoenix que llevaron a cabo la operación sin informar a los ejecutivos de Washington.
Los funcionarios, que insistieron en el anonimato, dijeron que no tenían permitido hablar sobre el reporte.
Sin embargo, funcionarios de Arizona de la ATF, han dicho que estaban siguiendo las directrices a las que estaban obligados.
El fiscal general, Eric Holder, ha dicho que esperará el reporte para decidir qué medidas disciplinarias tomará contra quienes resulten responsables.
Tras darse a conocer Rápido y Furioso renunció un alto funcionario de la ATF y otros empleados de la agencia en Arizona han sido reasignados.
La trágica muerte de Terry puso en el ojo público a Rápido y Furioso, así como las acusaciones de que funcionarios de la ATF no interceptaron intencionalmente las armas compradas por prestanombres antes de que llegaran a manos de los cárteles de la droga como una táctica para llegar a peces más grandes. Los críticos han dicho que esta práctica permitió que las armas llegaran a manos de los asesinos del agente estadounidense.
En una entrevista con la revista Fortune publicada por CNNMoney, los agentes negaron la existencia de tal método.
“Justo lo contrario: dijeron que decomisaban armas cuando podían pero que eran paralizados por fiscales y leyes débiles, que los obstaculizaban”, escribió Fortune.
Los republicanos han usado el asunto para atacar a Holder y al Departamento de Justicia que está a cargo de la ATF.