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La avalancha de Nepal revive los temores sobre el exceso de montañistas

Expertos en alpinismo exponen el peligro de la concentración de escaladores en el Himalaya tras el alud con al menos ocho muertos
lun 24 septiembre 2012 09:57 AM

Una avalancha, como la que mató al menos a ocho alpinistas este fin de semana en Nepal, es conocida en los círculos de montañismo como un riesgo neutral, un riesgo que no se puede controlar y uno que todos los alpinistas deben aceptar. 

Sin embargo, teniendo en cuenta que el Monte Manaslu es anfitrión esta temporada de unos 231 montañistas de 25 equipos, una cifra inusualmente alta para la octava cumbre más alta del mundo, es posible que el desastre natural reviva las inquietudes acerca de si las montañas del Himalaya, las cuales gozan de popularidad gracias a expediciones patrocinadas por marcas comerciales, están convirtiéndose en lugares demasiado concurridos.

La avalancha fue provocada por un enorme trozo de hielo que cayó desde un glaciar. Destruyó unas 25 tiendas de campaña en un campamento y los sobrevivientes comentaron que fueron arrastrados cientos de metros por la ladera de la montaña.

Manaslu fue un destino muy popular este año luego de que las autoridades chinas restringieran las visas para turistas, dificultando así el acceso a Cho Oyu o Shishpangma, dos de los picos de más de 8,000 metros en la frontera con el Tíbet, dijo Grayson Schaffer, editor principal de la revista Outside.

“La devastación provocada por la avalancha fue mucho mayor debido a la cantidad de personas que encontraba en su camino”, dijo a CNN. Ang Tscherting Sherpa, extitular de la Asociación de Montañismo de Nepal, dijo que las avalanchas de esta escala eran relativamente raras en Manaslu, el cual era considerado como uno de los picos más fáciles de alcanzar superior a los 8,000 metros.

El montañista dijo que el accidente no se debió al número de alpinistas. “Dichas avalanchas son muy difíciles de pronosticar. Todo depende de la caída de nieve y de lo caliente que esté el suelo”.

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El problema de la exagerada cantidad de gente es más marcado en el Monte Everest, el pico más alto del mundo, el cual atrae cada año a cientos de escaladores ávidos de tomar una foto la cumbre de 8,848 metros sobre el nivel del mar.

En mayo de este año, los alpinistas hablaron de “embotellamientos de tráfico” pues más de 150 escaladores esperaban su turno para atacar la cumbre de la montaña durante un espacio en el que se presentaron buenas condiciones atmosféricas.

Las consecuencias fueron mortales puesto que algunos suministradores de oxígeno de los alpinistas comenzaron a agotarse y empezaron las lesiones provocadas por las bajísimas temperaturas. Seis escaladores murieron en un periodo de dos días.

Leanne Shuttleworth, una británica que logró alcanzar la cumbre el 20 de mayo, dijo que había cuerpos pegados a cuerdas fijas y que tuvo que rodearlos. “Había un par que aún estaban con vida”, dijo al Daily Mail británico. “Nuestro Sherpa ayudó a una de las personas, pero un par estaba tan lejos que ni siquiera se enteraron que estábamos ahí. Fue lo más horrible de ver”.

Un total de 10 alpinistas murieron en el Everest entre abril y mayo, convirtiendo a esta temporada de primavera en la tercera más mortífera de la que se tenga registro, después de los 12 muertos que hubo en 1996 y las 11 víctimas en 2006.

Schaffer, quien pasó abril y mayo en el campamento base del Everest, atribuye la elevada cifra de muertes a los alpinistas aficionados amantes de la adrenalina, quienes de manera activa resultan atraídos por proveedores de equipo a precios reducidos.

“Si de verdad quieres escalar una de estas montañas, puedes pagarle a alguien para que ye lleve, independientemente de tu grado de experiencia”, dijo. “En los últimos 10 años, esto ha pasado de ser algo de lo cual no se tenía noticias a algo que ocurre cada vez con mayor frecuencia”.

Nepal cuenta ocho de los 14 picos más altos del mundo y el turismo es una gran fuente de ingresos para la economía del país que no cuenta con salida al mar.

Septiembre marca el inicio de la temporada de escalada de otoño, la cual dura hasta noviembre. A diferencia de la temporada de primavera, la cual se da después de un invierno seco, la temporada de otoño se produce después del monzón húmedo, cubriendo a las montañas con mucho más nieve.

Esto atrae a esquiadores de montaña como Glen Plake, quien sobrevivió a la avalancha del domingo. El famoso personaje de los deportes extremos había planeado bajar esquiando la montaña sin ayuda de oxígeno.

Manesh Shrestha, en Nepal, contribuyó con este reporte.

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