Japón aplica la pena de muerte a una mujer por primera vez en 15 años
Japón ejecutó este jueves a un hombre y a una mujer, la primera en 15 años, con lo que se elevó a siete el número de personas que han muerto por esta condena en el país durante el gobierno del primer ministro, Yoshihiko Noda.
El ministro de Justicia, Makoto Taki, dijo en conferencia de prensa que ambas ejecuciones fueron aprobadas después de un minucioso análisis de las circunstancias y por el hecho de que los crímenes de ambos fueron "extremadamente atroces y crueles".
La prisionera ejecutada en la horca, el método que dicta la ley nipona, fue Sachiko Eto, una curandera de 65 años originaria de Fukushima. Es la primera mujer ajusticiada desde 1997 y la cuarta desde 1950, año en que se comenzaron a recopilar los datos de penas capitales en Japón.
Eto fue condenada a la pena máxima en 2008 por haber matado a golpes a seis de sus "pacientes" durante ritos exorcistas entre 1994 y 1995.
El tribunal concluyó que la mujer asesinó a sus clientes con el supuesto objetivo de librarlos del diablo y, para poder culminar el ritual, dejó los cuerpos en su casa, donde fueron hallados por la policía en un estado avanzado de descomposición.
El otro reo fue Yukinori Matsuda, de 39 años, condenado en 2009 y ejecutado en Fukuoka (suroeste) por haber robado y asesinado a puñaladas a un matrimonio de 54 años.
Las siete ejecuciones de 2012 se han producido bajo el mandato de Noda, por cuya administración han pasado ya tres ministros de Justicia desde que accedió al poder, en septiembre de 2011, año en el que no se ejecutó ninguna condena.
Los anteriores ahorcamientos de este año se produjeron en agosto y en marzo, cuando fueron ejecutados dos y tres reos, respectivamente, lo que rompió una racha de casi dos años sin aplicarse la pena de muerte en el país asiático.
Esta condena, incluida en el código penal nipón desde 1907, tuvo otra moratoria anterior de noviembre de 1989 a marzo de 1993, además de en 1964, año en que se celebraron los Juegos Olímpicos de Tokio, para evitar críticas internacionales.
Amnistía Internacional (AI) en Japón expresó su "enérgica protesta" por las últimas ejecuciones y, en declaraciones de un portavoz, criticó la actitud del gobierno y del ministro Taki, quien en su opinión no ha sido capaz de asumir las "responsabilidades" del cargo.
Amnistía recordó que Japón pertenece al grupo de 58 países que aún mantienen la pena de muerte, una condena abolida en 140 naciones.
Junto a Estados Unidos, Japón es el único país industrializado y democrático que mantiene la pena capital. Actualmente hay 131 reos en el corredor de la muerte y más del 85% de la población nipona apoya esta medida.
Según Amnistía Internacional, el sistema judicial nipón es lento y la mayor parte de los reos pasan sus días en el corredor de la muerte en condiciones inhumanas, recluidos en solitario y algunos con graves problemas mentales, mientras que la condena se ejecuta en el mayor de los secretos, sin aviso previo ni testigos.