El Partido Comunista de China expulsa al controvertido político Bo Xilai
Bo Xilai, el político chino que cayó en desgracia en medio de un escándalo político dramático, fue expulsado del Partido Comunista y relevado de sus funciones, de acuerdo con la agencia estatal de noticias de China, Xinhua.
Bo era considerado uno de los principales contendientes para el Comité Permanente del Politburó, el equipo de nueve políticos que gobiernan China.
El Partido Comunista de ese país realizará su 18 Congreso Nacional en Beijing el próximo mes para anunciar quién ocupará las primeras posiciones.
El político carismático adquirió fama cuando lanzó una campaña a favor de la ideología comunista y en contra del crimen organizado, en la ciudad suroccidental de Chongquing.
Sus programas económicos, que destinaban millones a la asistencia social, lo convirtieron en un líder popular en Chongqing. Pero los analistas dicen que sus políticas populistas y su estilo personal de alto perfil eran vistos como un desafío a la facción económica más liberal y orientada a las reformas que actualmente domina el partido.
La suerte de Bo cambió a principios de este año, cuando surgieron las noticias de que su esposa, Gu Kailai, era sospechosa de ser cómplice de asesinato . Gu y el asistente de la familia, Zhang Xiaojun, fueron detenidos a principios de abril, por sospecha de envenenar al empresario británico Neil Heywood.
Heywood murió en noviembre, en Chongqing, donde Bo era el jefe del Partido Comunista. En un principio, su muerte se atribuyó al consumo excesivo de alcohol.
Pronto, Bo fue despojado de sus cargos por un "incumplimiento grave de disciplina".
En agosto, su esposa recibió una sentencia de muerte , la cual fue suspendida después de un juicio de siete horas. Días después, cuatro agentes policiales de alto rango en Chongqing fueron condenados a prisión por encubrir el asesinato.
Wang Lijun, el exjefe de policía de la ciudad, complicó la historia de Bo el 6 de febrero, cuando huyó al consulado de Estados Unidos en Chengdu y contó a los diplomáticos estadounidenses que Gu fue cómplice de asesinato.
Después de que su solicitud de asilo fue rechazada, Wang dejó el consulado y fue detenido por las autoridades chinos. Pero sus acusaciones sacudieron a la nación más poblada del mundo.
Esta semana, recibió una condena de 15 años por prisión por deserción, encubrimiento, toma de soborno y abuso de poder.
El partido expulsó a Bo después de una investigación de la matanza y la visita de Wang al consulado, por un viaje realizado "sin permiso", según la información de Xinhua.
"Bo abusó de su poder, cometió errores graves y tuvo gran responsabilidad" en el incidente de Wang y el asesinato, agregó Xinhua, que citó los resultados de la investigación.
"Él se aprovechó de su cargo para obtener beneficios para los demás y recibió enormes sobornos para él y su familia. Su posición también sirvió para el abuso de su esposa… para buscar beneficios para los demás y su familia aceptó una enorme cantidad de dinero y propiedades de otros", reportó la agencia.
Los investigadores determinaron que su comportamiento empañó la reputación del partido, de acuerdo con Xinhua. La investigación descubrió "indicios de su presunta participación en otros delitos". Las conclusiones también fueron enviadas a las autoridades judiciales.
"Bo tuvo relaciones inapropiadas y mantuvo relaciones sexuales con varias mujeres. Él también violó normas de la organización y el personal, y tomó decisiones equivocadas en la promoción del personal, lo que dio lugar a graves consecuencias".
Los juicios y las condenas han sido cuidadosamente fabricados y aparentemente programados para "lidiar" con Bo antes de la planeada transición de liderazgo en el 18 Congreso del Partido Comunista Nacional.