El expresidente peruano Alberto Fujimori padece de un cáncer localizado en la boca, pero este no es terminal y puede ser controlado, explicó este jueves el médico encargado de su caso en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) de Lima, Perú.
El jefe de Cirugía de Cabeza y Cuello del INEN, Pedro Sánchez, dijo que la enfermedad de Fujimori presenta recaídas y está en curso de ser crónica.
"Para nosotros es muy claro, el paciente es portador de cáncer epidermoide de la cavidad oral, que presenta recaídas y está dentro del curso de esta enfermedad crónica", señaló el médico a Radio Programas del Perú.
Sánchez explicó que este cáncer fue tratado inicialmente en 1997 y que en estos últimos años se ha vuelto a presentar en varias ocasiones, pero las intervenciones médicas a las que se ha sometido han evitado que se haga más profundo.
"Por lo tanto podemos controlar la enfermedad", dijo Sánchez, quien agregó que debido a la oportuna detección, el expresidente "no es un paciente terminal" y la intervención médica debe evitarlo.
El médico reiteró que el cáncer del exmandatario no puede ser calificado de terminal y que eso ya lo han señalado en un informe que se elaboró tras las operaciones a las que fue sometido entre 2010 y 2011.
El congresista y médico personal de Fujimori, Alejandro Aguinaga, anunció el miércoles que la familia del exgobernante iba a presentar
Nakasaki declaró que está concentrado en fundamentar la viabilidad del indulto, aunque admitió que el proceso va muy avanzado. "Me imagino que va a ser esta semana, pero vamos a ver", acotó.
La familia de Fujimori sostiene que el expresidente tiene un cáncer muy avanzado, algo que ha sido rechazado por médicos que han revisado su diagnóstico últimamente y por una investigación periodística en diciembre pasado.
El pasado 19 de septiembre operaron a Fujimori por una lesión en la lengua en una clínica, a la cual tuvo que regresar nueve días después por
A partir de este hecho, sus familiares y seguidores volvieron a poner el tema del indulto en el ojo de la opinión pública, lo que ha abierto un gran debate a nivel político y periodístico.
Fujimori, de 74 años, fue condenado en 2009 a 25 años de prisión por su responsabilidad en 25 asesinatos y dos secuestros durante su Gobierno (1990-2000), además de por otros casos de corrupción con penas menores, pero en Perú estas no son acumulables.