Cinco puntos a los que estar atentos en el debate vicepresidencial en EU
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el congresista Paul Ryan, compañero de fórmula del candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney, compartirán escenario en Danville, Kentucky, en el único debate que sostendrán.
El encuentro entre Biden y Ryan sigue al primero de los tres debates presidenciales efectuados la semana pasada, en el que Obama tuvo una actuación deslucida y fue superado por un Romney agresivo y animado.
A continuación, cinco cosas a las que poner atención en el debate de este jueves por la noche:
1. ¿Biden hablará de lo que Obama no habló?
No se ha mostrado tímido durante la campaña. Al día siguiente del primer debate presidencial de la semana pasada, el vicepresidente atacó al candidato republicano, Mitt Romney, de una forma que muchos demócratas hubieran esperado de Obama la noche anterior.
¿Qué tan agresivo será Biden al atacar al candidato presidencial en vez de al hombre con el que compartirá el escenario? ¿Hablará Biden de la polémica del "47%" , de Bain Capital y de las declaraciones de impuestos de Romney?
Un funcionario de la campaña de Obama dijo a CNN: "Al vicepresidente le gusta destacar el contraste que existe entre las agendas de Romney y Ryan y los planes que él y el presidente tienen para sacar adelante a este país, y esperamos que lo haga este jueves por la noche".
Tras el debate de la semana pasada , las encuestas han arrojado resultados muy parejos, tanto a nivel nacional como en los estados clave, por lo que las apuestas se han elevado alrededor del enfrentamiento entre los candidatos a la vicepresidencia.
"Biden tiene que atacar, no jugar a la defensiva", dijo el estratega demócrata y colaborador de CNN, Paul Begala, quien es asesor de un supercomité de acción política (PAC, por sus siglas en inglés) que apoya a Obama.
"Debe atacar el plan de los candidatos republicanos de reducir los impuestos a los ricos y aumentarlo para la clase media. Debe diseccionar el plan que los contendientes tienen para acabar con el Medicare que conocemos. Señalar que si Romney hubiera sido presidente, Osama Bin Laden estaría vivo y GM estaría muerto. Estar listo para arremeter en contra de Ryan cuando éste diga alguna mentira".
2. La trampa de los detalles
Paul Ryan se considera "un hombre de cifras". De hecho, hablar en detalle del presupuesto es su tarjeta de presentación. Es la razón principal por la cual obtuvo el apoyo de las élites conservadoras en Washington, quienes lo ven como la reencarnación de Jack Kemp.
Sin embargo, los detalles fiscales enredaron a Obama en el debate de la semana pasada. Su gris afán por apoyarse en las cifras del presupuesto y no en argumentos políticos agudos, contrastó con la actitud de Mitt Romney, quien expuso sus ideas vigorosa y claramente, sin importar las dudas obvias que surgen respecto al sustento de sus propuestas.
¿Podrá Ryan evitar enredarse en la aritmética que tanto le agrada? Uno de los asesores del candidato republicano a la vicepresidencia dijo a Robert Costa, periodista del National Review, que esta semana, Ryan “podría estarse preparando demasiado” para su enfrentamiento con Biden.
Algunas personas relatan que durante la campaña Ryan se ha mostrado impaciente con las propuestas trilladas. Preferiría hablar de cosas trascendentes como los costos de Medicare, apoyándose en una presentación de PowerPoint.
El reto al que Ryan se enfrentará este jueves es presentar ante millones de electores la propuesta de Romney sin parecer un miembro de un grupo de estudios en Washington, como lo fue alguna vez.
Ryan ha hecho un buen trabajo desde que Romney lo designó como su compañero de fórmula en agosto. Ahora, en el punto culminante de su carrera, debe dejar atrás algunas de las tendencias que adoptó en el Congreso, con las cuales se dio a conocer.
3. ¿Hablará Biden de seguridad social?
En el Congreso, Paul Ryan ha apoyado la propuesta de trasladar los fondos de la seguridad social a cuentas privadas de inversión para dar solvencia al popular programa de prestaciones. Las propuestas anteriores de Ryan parecen ser consistentes con el que normalmente es el argumento ganador de los demócratas: que los candidatos republicanos quieren desintegrar la seguridad social para beneficiar a sus amigos de Wall Street.
Sin embargo, para el asombro de los estrategas demócratas, al parecer Obama descartó el asunto en el primer debate. "Sospecho que en lo que se refiere a la seguridad social, tenemos una postura un tanto similar", dijo Obama. "La estructura de la seguridad social es sólida. Debe ser ajustada en la forma en la que lo hizo Ronald Reagan o el conferencista demócrata Tip O’Neill. Sin duda, la estructura básica es sólida".
La campaña de Obama se esforzó para aclarar que, en efecto, ambos candidatos tienen posturas fundamentalmente diferentes respecto a la seguridad social. “La opción es clara: el presidente Obama jamás privatizaría la seguridad social ni afectaría las prestaciones de retiro de los estadounidenses de la clase media”, decía un post publicado después del debate en la página de internet de la campaña de Obama. “No se puede decir lo mismo de Romney”.
¿Intentará Biden obtener puntos al atacar a Ryan con el tema de la privatización de la seguridad social? ¿Acaso el presidente enfundó una de las armas políticas más importantes para su partido?
4. La diferencia de edad
“No me voy a aprovechar de la juventud y la inexperiencia de mi oponente con fines políticos”, fue la famosa respuesta de Ronald Reagan en uno de los debates de 1984 en los que enfrentó al demócrata Walter Mondale.
¿Tendrá Biden una respuesta similar para este jueves? Si bien él no tiene la edad que Reagan tenía en ese entonces –Reagan tenía 73 años cuando fue reelegido—con 69 años, Biden es casi tres décadas mayor que Ryan, quien tiene 42 años.
El vicepresidente es famoso por su exuberancia y enorme carisma, así que la diferencia de edad puede no ser tan evidente como en 2008, cuando Obama, entonces de 47 años, compartió el escenario con John McCain, de 72; o como en 1988, cuando Lloyd Bentsen, de 67 años, debatió contra el joven contendiente por la vicepresidencia, Dan Quayle.
Estadísticamente, puede que sus edades no tengan la mayor importancia. Sin embargo, la diferencia de edad se refleja en los argumentos que ambas campañas han presentado.
¿Preferirán los votantes la experiencia y seguir adelante en el camino actual o buscarán tomar una nueva dirección con dos personajes nuevos?
5. ¿Puede Ryan ser visualizado como comandante en jefe?
Así como Mitt Romney tuvo que probar la semana pasada que puede ser un presidente aceptable para los estadounidenses, Ryan debe convencer de que está listo para asumir el papel del presidente en caso de que algo llegara a ocurrirle al mandatario. Ese es uno de los principales retos a los que se enfrenta el compañero de fórmula del contendiente en el debate presidencial.
Observaremos muy de cerca a Ryan para ver si demuestra que tiene la capacidad de tomar el mando, si fuera necesario.
La campaña de Romney se muestra confiada en que el diputado de Wisconsin pasará la prueba, gracias a su experiencia como director de presupuesto en el Congreso y su dominio de los complejos temas fiscales.
Un funcionario de la campaña de Romney dijo a CNN que “al final, todo se resumirá en su pericia en los temas, su dominio de los mismos”.
Sin embargo, el estratega republicano y colaborador de CNN, Alex Castellanos, cree que esta vez, no es tan importante pasar la prueba. “Ninguno de los candidatos a la vicepresidencia tiene mucha presión para probar que están listos para asumir el mando. Sus jefes son relativamente jóvenes y gozan de estupenda salud”, dijo.