Los jueces de las 'Pussy Riot' dicen que no fueron presionados
La jueza del Tribunal Municipal de Moscú que decidió dejar en prisión a dos integrantes del grupo punk Pussy Riot, aseguró este jueves que no recibió ninguna presión por parte de las autoridades del país.
"Nadie nos ha presionado", dijo Larisa Poliakova, en rueda de prensa convocada después de la revisión de la sentencia de dos años de prisión a tres integrantes del grupo "por gamberrismo motivado por odio religioso".
El caso cobró notoriedad internacional luego de que cinco integrantes del grupo de música punk ingresaron a la catedral de Cristo Salvador, de la iglesia ortodoxa, vistiendo máscaras fosforescentes y entonaron una canción contra el actual presidente ruso, Vladimir Putin. Tres integrantes del grupo fueron detenidas y dos más lograron escapar .
Durante la revisión de la sentencia, Mark Feiguín, abogado de las dos mujeres que deberán cumplir la condena íntegra de dos años, Nadezhda Tolokónnikova y María Aliójina, pidió a la magistrada que valore las presiones ejercidas sobre la Justicia por Putin.
El líder ruso se refirió públicamente al tema este domingo a través de la televisión.
"En realidad está bien que fueron arrestadas y está bien la decisión que ha tomado el tribunal, ya que no se puede hacer tambalear las bases de la moral, destruir el país (...). Ellas han obtenido lo que querían", dijo.
La jueza Poliakova comentó que habían escuchado las declaraciones de Putin, pero que la decisión la habían tomado ellos y, en su caso, dijo estar segura de la resolución.
Otro de los jueces que tomó parte en la deliberación del recurso, Yuri Pasiunin, apuntó que se enteró de lo que había dicho Putin durante la declaración de las partes.
"Lo digo sinceramente, no me metí en internet para escuchar lo que dijo Putin. Me enteré durante la declaración de las partes" en el juicio, manifestó.
Pasiunin explicó los argumentos por los que liberaron el miércoles a la tercera Pussy Riot, Yekaterina Samutsévich, quien se fue del juzgado a casa con una condena condicional.
"Samutsévich, al igual que las demás, se puso el gorro, desenfundó la guitarra, se enfrentó al guardia de seguridad (...). Las otras ya habían empezado a gritar, a montar escándalo, a expresar sus emociones. A Samutsévich simplemente no le dio tiempo de gritar, ya la habían sacado" de la catedral, explicó el juez.
Poliakova negó que el cambio de abogados por parte de la liberada el pasado 1 de octubre haya influido en la decisión de los jueces.
Un día después de ser liberada, Samutsévich declaró que el grupo de punk seguirá activo, pero que no volverá a actuar en templos.
"Me gustaría seguir dedicándome a las actividades del grupo. Nuestro trabajo es entendido en todo el mundo. Nosotros nunca anunciamos nada. Todo debe ser inesperado", dijo Samutsévich al canal de televisión REN-TV.
Tolokónnikova y Aliójina podrían haber sido condenadas a siete años de cárcel si no fuera por su maternidad, según los magistrados del juzgado.
"La maternidad de Tolokónnikova y Aliójina ya se tomó en cuenta como atenuante por el juzgado de primera instancia, pero al computar todas las circunstancias de los hechos, la juez (de primera instancia) estimó que su reinserción sólo es posible en condiciones de aislamiento", aseveró Poliakova.
"Madre de Dios, echa a Putin", decía la canción que entonaron las integrantes de Pussy Riot, y cuyo video fue ampliamente difundido en internet. En ese tema se acusaba al patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, de creer en el presidente de Rusia y no en Dios.
El martes, la artista y cantante Yoko Ono, premió a Pussy Riot por su defensa de la libertad de expresión.