Británicos y escoceses firman la fase previa al referéndum sobre Escocia
A más de 700 años de que William Wallace muriera luchando por la independencia escocesa, y más de 300 años después de que Escocia e Inglaterra se fusionaran en Reino Unido, un nuevo acuerdo podría derivar en una Escocia independiente.
El primer ministro británico, David Cameron, y su contraparte escocesa, el primer ministro Alex Salmond, firmaron este lunes un acuerdo en Edimburgo, Escocia, que cimenta el camino para que los escoceses voten sobre la independencia de Reino Unido, según comunicó la oficina de Cameron a través de Twitter. El referéndum, el cual se contempla que se lleve a cabo en 2014, otorgaría la posibilidad a los escoceses de decidir un sí o un no sobre su permanencia en la unión.
La campaña Sí Escocia, presentada en mayo, la cual intenta “construir una corriente de apoyo para una Escocia independiente”, cuenta con el respaldo de varios escoceses famosos, entre ellos el actor Sean Connery. Salmond y su Partido Nacional Escocés (PNS), el cual controla el parlamento de la región, han impulsado el voto.
Un sondeo dado a conocer la semana pasada por TNS-BMRB mostró que sólo el 28% de los escoceses está a favor de dejar Reino Unido. Hasta cierto punto, el dato concuerda con un sondeo de Ipsos MORI, realizado a 1,002 escoceses a finales de agosto, el cual mostró claras diferencias políticas dentro de Escocia. Sólo un tercio de los escoceses encuestados querían que el país se independizara.
Algunos detractores han expresado su inquietud sobre la viabilidad económica de Escocia como estado independiente, aunque el petróleo del Mar del Norte, frente a las costas escocesas, ha enriquecido a Gran Bretaña desde hace décadas. El PNS informa en su página web que la independencia “podría crear un ambiente en el que "actuales y nuevas industrias privadas pueden crecer más fácilmente”, y el partido promociona un país que mantiene como moneda la libra esterlina, mientras su futura membresía de la Unión Europa crea los beneficios de “fronteras abiertas, derechos compartidos, libre comercio y una amplia cooperación”.
Cameron se ha opuesto abiertamente a la independencia de Escocia. En febrero dijo que estaba “100 % convencido" de que pelearía para mantener junto al país, ya que un Reino Unido como tal, compuesto por Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte “es más fuerte, seguro, rico y equitativo”.
En épocas medievales, Escocia luchó contra Inglaterra por su independencia, la cual fue descrita de manera dramática por Mel Gibson en su película acreedora del Oscar, Braveheart. No mucho tiempo después de que muriera Wallace, a principios del siglo XIV, Roberto I de Escocia condujo al país a la independencia, y siguió como nación autónoma hasta que, a través del Acta de Unión de 1707, Inglaterra y Escocia se unieron.
Reino Unido devolvió algo de autonomía a Escocia, Gales e Irlanda del Norte, y les otorgó el derecho de contar con sus propios parlamentos a finales de la década de 1990.
Saskya Vandoorne, Matthew Chance y Dave Gilbert, de CNN, contribuyeron con este reporte.