Los temas de los que estar atentos en el debate electoral de EU
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su contrincante republicano, Mitt Romney, se enfrentan este jueves en el segundo de tres debates, en esta ocasión en un escenario estilo ayuntamiento, en el cual recibirán preguntas de los posibles votantes.
Lo que está en juego no podría ser más: Obama debe encauzar su campaña, después de un pobre desempeño en el primer debate, el cual dejó a los demócratas desmoralizados y les quitó la ventaja que tenía Obama tanto en las encuestas a nivel nacional como en las de los estados clave. Para Romney, quienes según las encuestas entre los votantes ganó el primer debate de manera aplastante, una segunda actuación poderosa elevaría su impulso de cara al tercer debate del próximo lunes y de cara a las dos últimas semanas antes de la elección.
Aquí están los temas a los que hay que prestar atención este martes:
1. Conexión con los espectadores
A diferencia del primer debate presidencial celebrado en Denver hace dos semanas, este debate incluirá espectadores de un auditorio compuesto por aproximadamente 80 votantes indecisos, algunos de los cuales tendrán la oportunidad de hacer preguntas a los dos candidatos.
Es una dinámica completamente distinta a la del primer encuentro entre el presidente y el candidato republicano.
“El reto es que tienen que conectarse, no sólo con la gente que los mira por el televisor, sino también con la gente que está con ellos en el escenario”, dijo la moderadora del debate y jefa de corresponsales de política en CNN, Candy Crowley.
“Deberán tener en cuenta a esas personas. Es una aventura mucho más íntima y cercana con los votantes. El candidato que logre una conexión con la persona que hace la pregunta también logra una mejor conexión con la gente que está en sus casas”, añadió Crowley, quien también conduce el programa de CNN, State of Union.
Sin podio en el cual esconderse detrás durante el debate del martes, el estilo y lenguaje corporal de los candidatos estarán bajo los reflectores. Si crees que esto no importa, habrá que remontarnos a hace 20 años, al primer debate presidencial estilo alcaldía, cuando el entonces presidente George H.W. Bush en repetidas ocasiones miró su reloj. Algunos piensan que esta fue una señal de que el mandatario preferiría haber estado en cualquier otro lugar que estar debatiendo con el candidato demócrata Bill Clinton.
El gobernador de Arkansas enfatizó su capacidad de conectarse con los votantes al caminar hacia los espectadores cuando contestaba una pregunta sobre la recesión.
El estratega republicano y colaborador de CNN, Paul Bagala, quien fue estratega para la campaña de Clinton, está de acuerdo con Crawley sobre la importancia de conectarse con la audiencia. “Si lo haces, con empatía, compasión, comprensión y solidez, ganarás el debate y la elección”, dijo Begala, asesor de un grupo de apoyo a Obama.
2. Encontrar un lugar cómodo
Tras una deslucida actuación en el primer debate, es obvio que el presidente necesita mejorar en el segundo debate. Hasta el propio Obama reconoce que estuvo soso durante el primer enfrentamiento en Denver, al decirle a ABC News, que había tenido "una mala noche”:
La gran pregunta es: ¿cómo será de agresivo el presidente en este segundo enfrentamiento? Obama tiene que verse como un peleador. El que por lo regular es un presidente un tanto frío necesita calentar la situación, sin embargo, no puede presentarse como alguien demasiado agresivo o negativo. Podrían parecer manotazos de desesperación.
“No hay que corregir de forma exagerada. No hay que pasar de ser demasiado pasivo en el primer debate a demasiado agresivo en el segundo”, advirtió Begala. “Se necesita la Estrategia de Ricitos de Oro: no tan frío como en el primer debate, no tan candente como el vicepresidente Joe Biden”.
Para complicar aún más la tarea de Obama está el formato del debate. Muchas de las preguntas provenientes de los espectadores compuestos por votantes indecisos podrían centrarse en el historial del presidente de los últimos cuatro años, obligando a Obama a defenderse delante de los espectadores, antes de intentar dar un giro para criticar a su rival republicano.
Es una cuestión delicada. Pero Begala dice que Obama puede aprender de la actuación de Biden durante el debate vicepresidencial de la semana pasada imitando “la combinación de Biden de hechos con sentido común”.
Y también vamos a observar si el presidente juega la carta de la empatía. “Obama tiene que conectar las penurias y los sacrificios por las que pasó su familia con las que están pasando las familias que están entre los espectadores de la alcaldía. Romney es incapaz de hacerlo”, agregó Begala.
3. El voto femenino
El encuestador de Obama, Joel Benenson, publicó el lunes una fuerte nota en la que ataca a Gallup por una nueva encuesta, dada a conocer conjuntamente con USA Today, la cual muestra a Romney empatado con Obama entre las votantes mujeres.
Tras meses de aventajar a Romney por cifras de dos dígitos entre las mujeres, su ventaja entre el electorado femenino desapareció, de acuerdo con esa encuesta.
Benenson atacó la metodología de Gallup y rechazó la encuesta por ser atípica. Está en lo correcto acerca de que no hay otra encuesta que haya mostrado que Romney tenga tan buen desempeño entre las mujeres.
Pero por el bien de Chicago, más le vale tener razón. Junto con su impenetrable ventaja entre los hispanos y con casi la totalidad del apoyo de los votantes afroestadounidenses, Obama ha aventajado durante todo el año a Romney gracias al fuerte apoyo que tiene entre las mujeres. Si ese desaparece, de igual forma desaparecerán las esperanzas de reelección del presidente.
Temas específicos sobre las mujeres, como el aborto, la anticoncepción, la salud infantil, la educación, no aparecieron durante el primer enfrentamiento entre Obama y Romney.
Sí aparecieron en el debate vicepresidencial, sin embargo, el compañero de fórmula de Romney, Paul Ryan, no tuvo un buen resultado ante los ojos de las mujeres en los grupos de enfoque que observaron el debate, en particular cuando él explicó la oposición de Romney a los derechos sobre el aborto.
Si Obama quiere seguir con su ventaja entre las mujeres, tendrá que encontrar una forma de poner bajo los reflectores temas como el aborto y la anticoncepción, con el fin de marcar un claro contraste con Romney.
4. Los resultados de una buena actuación
Una buena actuación en el debate no sólo mueve las cifras de las encuestas, recauda dinero. La vigorosa actuación de Romney en el debate de Denver, el cual los votantes juzgaron como una clara victoria de Romney, según las encuestas, logró algo muy importante para el candidato republicano.
En resumen, ahora gusta a sus partidarios. Antes del debate, según una encuesta dada a conocer aquel lunes por Washington Post/ABC News, menos de la mitad de los partidarios de Romney dijeron estar “muy entusiasmados” por su candidatura. Hoy, la cifra de “muy entusiasmados” es del 62% entre los posibles votantes.
Eso es fundamental para Romney, quien necesita una base de partidarios llena de entusiasmo que salga el día de la elección.
Pero el impacto más inmediato posterior al debate fue en el ámbito financiero: Romney recaudó más de 12 millones de dólares en internet las 48 horas después del debate de Denver, según dio a conocer su equipo de campaña unos cuantos días después del debate.
Y si una campaña proporciona datos de recaudación de fondos antes del plazo límite federal para entregar sus informes financieros, es una señal de que ellos se sienten bien.
Además de eso, el equipo de campaña dijo que recaudó 27 millones de dólares a través de internet a través por los contribuyentes de bajas cantidades en las primeras dos semanas de octubre.
Eso es muy buen dinero para una campaña que actualmente está ocupada en una guerra de ataques de comerciales de televisión en los estados clave.
Ambas campañas están en proceso de vaciar sus arcas de guerra apara el tirón de las tres últimas semanas antes de la elección. Una gran cantidad de donaciones por internet significan más comerciales de televisión y una lluvia extra de cartas de propaganda. En una contienda tan apretada, hasta las cosas más pequeñas cuentan.
5. Cuidado con el comodín
La economía sigue siendo el asunto primordial para los votantes en esta elección. La política exterior y la seguridad nacional también han entrado en la discusión, y las tensiones en Medio Oriente han mermado ligeramente la ventaja de Obama sobre Romney, por ser asunto del comandante jefe del país.
Pero a diferencia de los anteriores dos debates, cuando el control editorial estaba en manos del moderador, el debate del martes es un foro estilo auditorio, en el que el público, conformado por unos 80 votantes indecisos del Condado de Nassau, serán los que elaborarán las preguntas para los candidatos.
Eso significa que hay una posibilidad real de que Obama y Romney tengan que hablar de algo que quizá no se haya contemplado en sus exhaustivas sesiones de preparación para el debate.
Teóricamente, cualquier cosa puede suceder. La moderadora, Candy Crowley, y su equipo tendrán la última palabra acerca de las preguntas enviadas. Pero con gente común y corriente en el auditorio, siempre existe la posibilidad de que un comodín pueda desequilibrar del juego a uno o a los dos candidatos.