Los negociadores colombianos llegan a Oslo con un "optimismo moderado"
Los equipos negociadores del gobierno colombiano y de las FARC ya se encuentran en Oslo para las conversaciones de paz, que comenzarán oficialmente este jueves en la capital noruega. Las partes demuestran un “optimismo moderado” ante el fracaso de anteriores intentos de acabar con el conflicto de casi medio siglo y con miles de víctimas.
El exvicepresidente colombiano Humberto de la Calle, jefe negociador del gobierno, dijo poco antes de partir hacia Noruega que iban con "esperanza, con optimismo moderado. No queremos crear falsas expectativas, pero sí creemos que hay elementos estructurales que permiten abrigar la esperanza en la idea de que volveremos con buenas noticias”.
En una entrevista realizada el mes pasado, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo a Christiane Amanpour de CNN que estaba esperanzado sobre el prospecto de paz. Ambas partes son capaces de negociar una agenda “corta” y “pragmática” durante las pláticas, dijo.
Santos subrayó este martes la necesidad de tener paciencia en el proceso, y que su gobierno construye la paz con acciones como la aplicación de la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras, y con esfuerzos en seguridad y el empeño en erradicar la pobreza extrema.
Entre los esperanzados con el proceso, se encuentra Ernersto Samper, expresidente de Colombia, que destacó que la presencia de las Fuerzas Armadas en el diálogo aporta liderazgo al gobierno. “Y están mediando países con credibilidad en las FARC, como Cuba o Venezuela”, destacó Samper en entrevista con CNN en Español. A pesar del optimismo, el expresidente advierte del peligro de los posibles intentos de la guerrilla de demostrar que todavía tienen su capacidad de combate.
El expresidente Álvaro Uribe se muestra contrario. Para él “sentarlos a negociar ha permitido que la FARC diga que están de igual a igual como legítimos antagonistas”, dijo hace semanas en una columna publicada en su sitio web. Santos dijo en CNN que en esta ocasión, tiene que ser que sean capaces de participar en la arena política. Esta es la vía en que cualquier conflicto se arregla, no solo el conflicto colombiano”.
El presidente ha dicho que no habrá cese al fuego mientras las dos partes se encuentren en pláticas, aunque los rebeldes han dicho que buscarían uno . Los rebeldes continúan realizando secuestros y ataques a las fuerzas de seguridad, aunque han sido severamente debilitados en los últimos años, gracias en parte a una campaña de seguridad respaldada por Estados Unidos.
¿Quiénes son los negociadores?
Los puntos específicos sobre los cuales se abrirá la negociación son: reforma agraria, participación política, fin del conflicto, narcotráfico, reparación de víctimas, y mecanismos de implementación y verificación de lo acordado.
Otro de los asuntos es el futuro de los miembros de la guerrilla, algo de lo que las partes no se han pronunciado. “Aunque el tema no se menciona, el aspecto más preocupante es la seguridad de las FARC, física, para que no sean eliminados, y jurídica, para que no puedan ser extraditados”, dijo Samper en CNN en Español.
Los retrasos han envuelto la llegada de los miembros de la guerrilla que participan en las conversaciones. Su líder máximo, Timochenko, citó hace dos días en una entrevista un retraso por parte de las autoridades judiciales para levantar las órdenes de captura contra los delegados de las FARC.
En Oslo se encuentran dos equipos integrados por 10 representantes cada uno, incluidos cinco suplentes por delegación. De la Calle encabeza un grupo que incluye al Alto Consejero para la Paz, Sergio Jaramillo; a Luis Carlos Villegas, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI); y a dos generales retirados, Jorge Enrique Mora Rangel, del Ejército, y Óscar Naranjo, exdirector de la Policía Nacional y actual asesor en seguridad del presidente electo de México, Enrique Peña Nieto. Naranjo ha sido clave en operativos como la liberación de la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, o las muertes de los líderes Raúl Reyes, Mono Jojoy y Alfonso Cano.
De la Calle, abogado liberal, es un gran conocedor de los entresijos del Estado y representante de la clase política, informa EFE. Fue vicepresidente en el gobierno de Ernesto Samper (1994-1998), cargo al que renunció por el escándalo de la supuesta financiación de esa campaña por el narcotráfico. Ha participado en varios procesos de paz, entre ellos el que llevó al Movimiento 19 de abril (M-19) a dejar las armas en 1990.
El equipo negociador de las FARC está liderado por su número dos, Iván Márquez. Simón Trinidad, Juvenal Ricardo Ovidio Palmera, que cumple condena de 60 años de prisión en EU como responsable del secuestro de tres contratistas del Pentágono en la selva colombiana en 2003, podrá participar por videoconferencia tras el permiso de la ministra de Justicia colombiana, de acuerdo con la agencia española.
La guerrillera holandesa Tanja Nijmeijer se integrará a la siguiente fase en La Habana. Su incorporación de última hora al equipo negociador y su nacionalidad holandesa dificultaron los trámites para que pudiera viajar a Oslo.
El gobierno y las FARC acordaron entablar este diálogo de paz el 26 de agosto en La Habana, mediante el llamado Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera. La firma, que no incluye un alto el fuego previo, culminó seis meses de "conversaciones exploratorias" y secretas en Cuba, adonde se trasladarán las negociaciones tras la inauguración en Oslo.
La sombra del pasado
El anterior intento de paz fue en 1999, con invitados nacionales e internacionales en San Vicente del Caguán. Las partes acordaron una Agenda Común para el Cambio, pero las FARC no aceptaron una comisión internacional neutral del proceso. El expresidente Pastrana y Tirofijo lograron en 2001 un acuerdo para intentar salvar las negociaciones, pero finalmente, cuando se planteaba la discusión de un alto el fuego, las FARC se levantaron de la mesa de negociaciones en octubre de ese mismo año.
En este nuevo intento de paz, las víctimas quieren tener voz. Cientos de personas denunciaron este domingo al menos 300 delitos de las FARC, secuestros entre ellos, después de que la guerrilla asegurara que ya habían entregado a todos los rehenes. Los familiares pretenden que sus reclamos estén presentes en la negociación para el seguimiento de sus casos y que no queden impunes.
Voceros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dijeron en Cuba el 16 de septiembre que ya no tenían rehenes en su poder. El expresidente Samper considera que es necesaria una Comisión de la Verdad para investigar esos delitos y garantizar la promesa de los guerrilleros.
Los otros protagonistas: las víctimas
La organización Human Rights Watch (HRW) defendió este martes la necesidad de garantizar los derechos de las víctimas a la justicia y recordó las miles de personas han sido "víctimas de asesinato, desaparición forzada, secuestro y actos de violencia sexual", y más de cuatro millones desplazados internamente, según señaló en un comunicado difundido en Oslo y recogido por EFE.
HRW resaltó que sus investigaciones en las dos últimas décadas muestran que la "impunidad generalizada en casos de atrocidades" ha sido clave para permitir que continúen las violaciones de derechos humanos. Y si un hipotético acuerdo de paz "renuncia a la justicia", podría aumentar la impunidad.
La guerrilla colombiana acumula 47 años, y 2,000 civiles y 250 militares secuestrados, según cifras del gobierno. El gobierno y las FARC han estado en guerra desde 1960, haciendo del conflicto el más largo de América Latina. El encuentro en Oslo es una fase previa a la de Cuba, donde empezará el grueso de la negociación, explicó De la Calle. Santos confía en que sean pocos meses, pero analistas creen que llevarán años, al ser una crisis de décadas de existencia.
Con información de Fernando Ramos, Carlos Serrano y EFE.