Virginia, el símbolo de los que dudan sobre la reelección de Obama
Nota del editor: La carrera presidencial de Estados Unidos de 2012 es la séptima campaña que cubre el jefe de corresponsales nacionales de CNN, John King. Está viajando por los estados clave, en donde se decidirá la elección, para encontrar a los votantes que definirán si el presidente Barack Obama obtendrá un segundo mandato o si el país requiere el cambio de rumbo que representa Mitt Romney.
DUMFRIES, Virginia (CNN) — Robert Stevens, jubilado, dice que a veces apaga la televisión cuando transmiten los comerciales electorales en los que los candidatos se atacan y que cuelga el teléfono cuando le llaman de una campaña presidencial.
“Quiero tomar mi propia decisión de forma independiente”, dijo Stevens durante una charla esta semana en la cafetería de Harold y Cathy Dumfries. “No quiero que nadie me atiborre de cosas”. Stevens recuerda que hace cuatro años “se hartó de Bush” y estaba intrigado por la idea de formar parte de la historia.
“Voté por el señor Obama”, dijo. “Fue algo nuevo para el país. Algo que no había ocurrido antes: un presidente negro. Me dejé llevar un poco por eso. Pero creo que ha sido una decepción. No veo que se recuperen los empleos. El mercado inmobiliario se está recuperando un poco, pero el desempleo sigue siendo demasiado alto, más de lo que él predijo que sería”.
Sin embargo, este autoproclamado independiente tampoco se ha decidido por Romney. “Definitivamente no. En este punto no sé por quién voy a votar”. Su decisión podría ser muy importante para determinar quién gana el estado de Virginia y la Casa Blanca.
En 2008, el entonces senador Obama terminó con la racha de 10 victorias republicanas consecutivas en Virginia, y lo logró ganando a lo grande en los suburbios del norte de Virginia, a una hora de distancia de la capital de la nación.
En NOVA, el nombre corto que usan los habitantes para referirse al norte de Virginia, el presidente obtuvo un margen de 234,000 votos sobre el candidato republicano, John McCain. En el resto del estado, el voto se dividió equitativamente.
“Todo se reduce al norte de Virginia”, dijo el encuestador republicano, Whit Ayres, quien trabaja en Virginia. “Se han mudado tantas personas al norte de este estado, en particular procedentes del noreste del país, regiones demócratas, que han transformado un estado que tradicionalmente era republicano en una mezcla”.
El diputado demócrata, Gerry Connolly, es uno de ellos: se mudó del área de Boston hace años, cuando trabajaba en el Capitolio. Hoy, su distrito se encuentra en los suburbios en donde Mitt Romney podría perder, incluso antes de que las casillas cierren en el medio oeste y el oeste.
“Muchas personas están concentradas en Ohio, pero en realidad pienso que es concebible que, francamente, el epicentro del desenlace sea aquí, en Virginia”, dijo Connolly, en una entrevista en una oficina de la campaña de Obama, en el corazón del condado Prince William. “Estos 13 votos electorales son decisivos”.
El camino hacia los días finales es incierto. Ayres está satisfecho con las tendencias. “Si observan las encuestas que se realizaron en Virginia antes del primer debate presidencial del 3 de octubre, Obama llevaba la delantera en todas”, dijo Ayres en una entrevista hecha en su oficina en Alexandria. “Si observan las ocho encuestas que se hicieron después del primer debate presidencial, Romney tenía la delantera en seis de ellas”.
“Está claro que el impulso está a favor de Romney. ¿Será suficiente para ganar? Ya veremos”. Los asesores de Obama están más preocupados que hace unas semanas, y algunos dicen en privado que es más probable que Romney se lleve la victoria en Virginia.
Sin embargo, Connolly no lo cree así. Dijo que la estrategia de asumir un tono más moderado que han adoptado últimamente los republicanos es hábil, pero predice que no funcionará. “Creo que ahí entra el factor confianza”, dijo Connolly. “Mis electores recuerdan las primarias republicanas, no tienen amnesia. Creo que será difícil para Romney convencerlos”.
Si uno pasa una hora en el café de Harold y Cathy, se hace patente que el presidente conserva el apoyo en los suburbios. Sin embargo, también hay evidencias de que las dudas están dando a Romney el espacio suficiente para reducir los márgenes del presidente en estas zonas, algo que debe hacer para tener una oportunidad de ganar en todo el estado.
Mona Phillips se registró como demócrata, pero va a votar por el candidato republicano a la presidencia. No es un voto perdido para Obama, ya ella que también votó por los republicanos en 2008. No obstante, el no atraerla de vuelta a las filas demócratas podría ser perjudicial.
“El señor Obama prometió tantas cosas que no creí que pudiera cumplirlas, y ha comprobado que no podía hacerlo”, dijo Phillips. “Votaré por Romney, confío en él. Ha demostrado que sabe de negocios y que sabe cómo hacerlos funcionar”.
Al igual que Stevens, no le agradan los comerciales agresivos, pero dijo que al vivir en el área medular de un estado clave, es imposible librarse de la campaña.
“Recibimos una llamada dos o tres veces por semana”, dijo, con un gesto de impaciencia. “Y ayer llegaron dos anuncios en el correo”.
Stevens dice que la única forma de escapar es “apagando el televisor. Tengo suficiente con lo que veo en las noticias de la noche. Sólo quiero poder sentarme a despejar mi cabeza y leer”. Cuando dice leer, se refiere a los artículos y otra información que reúne acerca de los candidatos.
Puede ser que se esfuerce por ignorarlo, pero ambas campañas están trabajando febrilmente en el estado en estos últimos días; saben que su labor para atraer los votos probablemente determinará quién ganará en este disputado estado clave.
Ambas campañas han adoptado la estrategia de batalla de campo.
En el caso de la campaña de Obama:
- Más de 60 oficinas de campo en todo el estado de Virginia.
- Organización de las bases del partido desde principios de 2009.
- El incremento del 19% en la cantidad de votantes latinos registrados desde 2008, y un incremento del 7% e registro de afroamericanos.
- Poco menos del 60% de los registros de los últimos dos meses lo conforman personas menores de 30 años.
El contraataque de los republicanos:
- Más de un millón de visitas domiciliarias.
- Cinco millones de contactos con los electores.
- Recuperación de los votos de ciudadanos en el extranjero y en votaciones tempranas desde 2008.
- Stevens votará a la antigua: se presentará en su casilla el día de la elección.
“Es la economía, los empleos”, dijo acerca del tema más importante. “Creo que la gente que gana más debe pagar un poco más. En ese tema estoy del lado de Obama. Por otra parte, veo el panorama general y pienso que simplemente necesitamos un cambio”.
¿Qué pasaría si tuviera que votar hoy? “Estoy muy indeciso; me da un poco de miedo. Pensé que para este momento ya habría decidido. Pero lo haré el día de la elección”.