Afganos sobrevivientes a un ataque testifican contra un soldado de EU
Era la medianoche en el distrito de Panjwai, al sur de Afganistán, cuando Haji Naim cuenta haber despertado por el sonido los disparos y los ladridos de los perros.
Momentos después, un hombre con parte del uniforme del Ejército de Estados Unidos y una camiseta entró por la puerta de la casa de Naim y disparó, hiriéndolo en el cuello, dijo Naim este sábado por la mañana en la audiencia sobre el asesinato masivo de afganos del que es acusado un militar estadounidense.
“Dije: '¿Qué estás haciendo?, ¿Qué estás haciendo?'", declaró Naim al tribunal de la Base Conjunta Lewis-McChord, cerca de Tacoma, Washington, en un enlace vía satélite desde una base en Kandahar, Afganistán.
“No dijo nada... Sólo empezó a disparar”, contó Nam, cuyos dos hijos fueron de los sobrevivientes del violento ataque del 11 de marzo de 2012 , que los fiscales militares sostienen fue perpetrado por el sargento del Ejército, Robert Bales.
El testimonio de Naim se dio en medio del quinto día de una audiencia probatoria para determinar si existen pruebas suficientes para apoyar el caso de los militares en contra de Bales, quien enfrenta 16 cargos de homicidio premeditado y seis cargos de intento de homicidio durante el ataque efectuado antes del amanecer.
El resultado de la audiencia probatoria castrense determinará si Bales, de 39 años, es juzgado ante la corte marcial, y si se enfrentará a la pena de muerte.
Bales no ha declarado en el caso, aunque sus abogados han dicho que sufre de desorden de estrés postraumático y sufrió un traumatismo craneoencefálico durante una misión previa en Iraq.
El hijo de Naim, Sadiquallah, de 13 años, testificó que se despertó por un vecino que gritaba que un estadounidense estaba matando gente.
El adolescente dijo que corrió a un almacén, escondiéndose detrás de la cortina que cubría la puerta de entrada, aún así sufrió una herida cuando fue rozado en la cabeza por una bala.
“Lo vi una vez”, dijo Sadiquallah del tirador. Fue entonces cuando entró al recinto y “disparó a la familia”. Tambièn su hermano mayor testificó que el hombre vestía pantalones militares de camuflaje y una camiseta, y que portaba un rifle con una linterna.
Durante el testimonio, este viernes por la noche, un pariente de algunas de las víctimas testificó sobre el hallazgo de los cuerpos.
Khamal Wazir dijo al tribunal que encontró a la madre de su primo en el suelo, su cadáver junto a la puerta del recinto familiar. “Le dispararon en la cabeza”, dijo.
Adentro, encontró los cadáveres de otros familiares —al parecer cada uno con disparos en la cabeza— apilados uno encima del otro y parcialmente quemados.
El fuego se había apagado cuando llegó, aunque quedaba humo en la casa. “Sí, los cuerpos fueron quemados”, dijo a la corte.
Dos guardias afganos en Camp Belambay, un pequeño puesto militar estadounidense cerca de las dos aldeas, comentaron un posible horario de los ataques.
Uno de los guardias dijo a la corte que encontró a un hombre que caminaba en la base alrededor de la 01:30 horas (local), la madrugada de ese día, y le dijo que se detuviera. Dijo que el hombre se acercó y le dijo en pastún, “¿cómo estás?” y entró a la base.
Otro guardia dijo que vio a un hombre estadounidense abandonar la base alrededor de las 02:30 horas. El hombre también lo saludó en pastún, preguntándole, “¿cómo estás?”
Ninguno de los guardias pudo identificar a Bales como el agresor.
Chelsea J. Carter contribuyó a este reporte.