Un alto mando de EU en Afganistán es investigado por el caso Petraeus
El escándalo que llevó a la renuncia de David Petraeus como director de la CIA parece haber atrapado a otro general de gran alcance, ya que las autoridades anunciaron que el general John Allen está bajo investigación por presuntamente enviar mensajes inapropiados a Jill Kelly, mujer que se ha relacionado con el escándalo.
Allen, quien es el comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), ha negado las acusaciones, dijo un alto funcionario de defensa.
Los detalles del último ángulo del escándalo que ha sacudido el nivel más alto de los militares no se conocian con exactitud la madrugada de este martes.
Algunos detalles sobre Allen, el comandante de las fuerzas de Estados Unidos en Afganistán, provenían de una declaración hecha durante la noche de este lunes por el secretario de Defensa, Leon Panetta.
"El domingo, la Oficina Federal de Investigación (FBI) refirió al Departamento de Defensa un asunto relacionado con el general John Allen, comandante de la Fuerza de Asistencia de Seguridad Internacional en Afganistán", dijo en comunicado. "Hoy en día, el secretario ordenó que el asunto se remita al Inspector General del Departamento de Defensa para la investigación".
Un funcionario de defensa dijo a CNN que hay una "posibilidad real" de que la investigación de Allen está conectada a la investigación que llevó a la renuncia de Petraeus.
Allen todavía mantendrá su posición como el comandante de la ISAF ya que la investigación continúa, dijo el Pentágono.
Pero Panetta pidió al presidente Barack Obama que la nominación de Allen de convertirse en supremo comandante aliado de la OTAN se mantuviera en espera, según el comunicado. Recomendación el presidente Barack Obama aceptó.
Obama supo el viernes que había un problema con la nominación del comandante de las fuerzas de Estados Unidos en Afganistán luego de que el Departamento de Justicia se lo notificó a la Casa Blanca, dijo el vocero de NSC, Tommy Vietor.
“El presidente tiene una gran imagen del general Allen y su servicio a este país, así como el trabajo que ha hecho en Afganistán”, aseguró el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney. Quien informó que a petición de la Secretaría de Defensa el presidente mantiene pendiente la nominación de Allen de convertirse en supremo comandante aliado de la OTAN mientras terminas las investigaciones en su contra.
Sobre Petraeaus, el vocero de la Casa Blanca señaló que el presidente se sorprendió cuando fue informado del caso. “Él aprecia el destacado servicio del general Petraeus a la nación”, dijo, y aseguró que los pensamientos y oraciones del presidente se encuentran con el exdirector de la CIA y su esposa Holly Petraeus.
Carney aseguró que el presidente Barack Obama no realizará pronunciamientos sobre ambos casos.
Los correos, el origen del problema
La investigación sobre Allen apenas comienza, pero las autoridades están revisando entre 20,000 y 30,000 páginas de documentos, dijo un funcionario de Defensa a CNN.
“En sus tareas en el Centcom, el general Allen realiza muchas actividades legítimas. Ella (Kelley) realizó mucho trabajo con el Centcom, como con (la organización no gubernamental) Wounded Warriors y similares. Puede ser que 29,900 de los documentos sean actividades legítimas y los pocos restantes causen algunas sorpresas”.
Según el funcionario, al parecer no hay nada criminal en los correos.
Los posibles mensajes inapropiados eran del tipo de coqueteos, según un funcionario de Defensa.
“No hubo información de seguridad intercambiada, no hubo nada con enojo en los mensajes”, dijo el funcionario. “No era una amenaza”.
En tanto, una fuente cercana a Jill Kelley negó que entre ella y el general existan más de 20,000 correos u otro tipo de comunicación, y calificó como “ridícula” tal afirmación.
“No hay 20,000 de algo entre los dos”, dijo la fuente a CNN.
No está claro cómo las dos investigaciones están ligadas, pero reportes de medios indican que Kelley trabaja sin sueldo como enlace en la base de la Fuerza Aérea de MacDill en Tampa, Florida, donde se localiza la sede del Comando Central estadounidense. Petraeus y Allen estuvieron anteriormente de servicio en la base.
Aunque la naturaleza de la relación entre Allen y Kelley no se conoce, evidencia de una relación fuera del matrimonio podría llevar al general a ser acusado por las autoridades militares. El adulterio es una violación a la ley militar.
El registro de la casa de Broadwell
Agentes del FBI acudieron a la casa de Paula Broadwell, en Charlotte, Carolina del Norte la noche del lunes, dijo el portavoz local del FBI, Shelley Lynch. Ella se negó a decir qué hacían los agentes ahí.
Un video de la filial de CNN, WCNC mostró a un grupo de personas sacando los vehículos y cajas y bolsas de la casa. Ninguna de esas personas habló con los periodistas, incluso cuando se le preguntó quiénes eran.
Petraeus, de 60 años, renunció el pasado viernes luego de reconocer que tenía un romance con una mujer identificada más tarde como biógrafa , Paula Broadwell, de 40 años, una colega graduada de West Point, y quien pasó meses estudiando el liderazgo del general en las fuerzas estadounidenses en Afganistán.
El romance salió a la luz durante una investigación del FBI sobre intercambio de correos electrónicos “por celos”, supuestamente enviados por Broadwell a una mujer llamada Jill Kelly, dijo el lunes a CNN una fuente gubernamental cercana a la investigación.
Kelley y su esposo, Scott, emitieron un comunicado diciendo que son amigos de Petraeus y su familia desde hace más de cinco años y pidieron privacidad. Aunque Kelley vive en Tampa, Florida, a ella se le conoce como miembro del circuito social de Washington, según la fuente gubernamental. La fuente no ha hablado con Kelley, pero dice que sus amigos la describen con la sensación de que ella es una “víctima inocente”.
Petraeus ha negado tener un romance con alguien que no sea Broadwell, según un amigo del exgeneral y que ha hablado con él desde que surgió la noticia del romance.
El escándalo también está haciendo ruido en los pasillos del Congreso, donde los líderes de ambos partidos buscan respuestas acerca de la investigación del FBI y existe mucha especulación sobre el impacto que tendrá la renuncia de Petraeus en la investigación sobre el ataque de Bengasi. Se tenía previsto que esta semana Petraeus testificara sobre el ataque y sobre la reacción del gobierno al asunto.