El 77% de los trabajadores en España respaldó la huelga general
La segunda huelga general del año en España recibió el apoyo del 77% de los trabajadores que se manifestaron en contra de las medidas de austeridad del gobierno conservador de Mariano Rajoy, en donde se presentaron algunos enfrentamientos entre manifestantes y policías, pero considerada una jornada pacífica en general.
Los dos principales sindicatos españoles que llamaron al paro contra la política de recortes del Ejecutivo cifraron en 9.18 millones los trabajadores que respaldaron la huelga, cerca de un millón menos que la huelga del 29 de marzo que fue seguida por 10.46 millones de trabajadores.
Tras una gran pancarta con el lema "Nos dejan sin futuro. Hay culpables. Hay soluciones", la más grande marcha partió en Madrid desde la Plaza de la Cibeles, en el corazón de la capital, encabezada por los dirigentes de los principales sindicatos: la Unión General de Trabajadores (UGT) y de Comisiones Obreras (CCOO).
Junto a los dirigentes sindicales y los miles de personas de todas las edades, estuvieron presentes representantes del mundo del arte y la cultura, como el cineasta Pedro Almodovar.
Los sindicatos convocantes al paro y los manifestantes rechazan las medidas de austeridad aprobadas recientemente por el gobierno español y dirigidas a reducir el déficit público. Su repudio se debe a que consideran que solo conducen a profundizar la recesión económica que atraviesa el país y a incrementar la destrucción de empleo.
Aunque en general, tanto organizadores como el gobierno, aseguraron que las protestas se llevaron en paz, el Ejecutivo español informó que 118 personas fueron detenidas en distintos incidentes y más de 70 resultaron heridas, de ellas una cuarentena de policías.
En Madrid, al menos 15 personas resultaron con heridas leves en una carga policial contra varios centenares de "indignados" que se manifestaron por el centro de la capital española, según fuentes oficiales.
El gobierno destacó la "normalidad" sin grandes incidencias en la que ha transcurrido la jornada pese a los enfrentamientos entre manifestantes o piquetes con las fuerzas de seguridad registrados en el centro de Madrid, en la emblemática avenida de la Gran Vía. Hubo “incidentes de carácter aislado”, recalcó la directora general de Política Interior, Cristina Díaz.
Aunque la propia Díaz no dio una estimación de participantes, aseguró que fue seguida por menos personas que en la huelga pasada basándose en el consumo de electricidad registrado, el cual fue bajó en un 12.7%, mientras que en el paro de marzo cayó un 16.3%.
Sin embargo, el opositor Partido Socialista Obrero Español urgió al gobierno a que escuche "el clamor masivo" de los ciudadanos contra del modelo de "recorte sobre recorte que sólo lleva a más recortes" y le emplazó a rectificar su política económica.
"El gobierno tiene que escuchar y rectificar sus políticas porque el rechazo en la calle es masivo y es un clamor", dijo el secretario de organización, Óscar López.
España ha visto cómo el estallido de la "burbuja inmobiliaria" y la crisis ha elevado los niveles de desempleo hasta sobrepasar el 25% de la población activa, y un alarmante 50% entre los jóvenes.
Aunque afectados directamente por los últimos recortes del gobierno, entre los sectores con menor convocatoria a la huelga estuvo el de la administración pública central, con el 52% de participación. El principal sindicato de funcionaros no se sumó al paro.
En redes sociales como Facebook y Twitter, la mayoría de los trending topics, los temas más comentados del día, tuvieron que ver con la huelga general bajo las etiquetas #14N, #pancartas14N, #14Nalacalle o #paramostodo, entre otros.
La huelga es contrastante en Portugal
Aunque la convocatoria a la huelga se hizo extensiva a los trabajadores de Portugal, la jornada de protesta presentó enormes contrastes entre los diferentes sectores obreros y en las marchas convocadas en varias ciudades.
El escenario de miles de personas que se reunieron frente al Parlamento en Lisboa fue muy diferente con los apenas cuatro manifestantes que varios medios contaron en la ciudad de Bragança. De forma similar, los paros en el transporte público contrastaron con la apertura de la gran mayoría de comercios y restaurantes.
La jornada concluyó sin que el gobierno conservador o los representantes de los trabajadores aportaran cifras concretas sobre el seguimiento del paro, pero el sindicato convocante, la central comunista CGTP se limitó a calificar la huelga como "una de las mayores".
En las calles de Lisboa, pese a ser la ciudad más afectada por el paro, el principal indicio de la protesta a primera hora del día eran los problemas del transporte urbano.
La Federación Nacional de Profesores (Fenprof) estimó que la cifra de colegios que no impartieron clase triplicó la registrada en la última huelga, celebrada en marzo de este año. También se notó la huelga en los hospitales, donde funcionaron servicios mínimos.
El carácter pacífico de la marcha convocada por la CGTP en Lisboa contrastó igualmente con las cargas policiales que tuvieron lugar tras el mitin sindical de cierre frente al Parlamento, motivadas por el lanzamiento de piedras por un grupo de manifestantes.
El carácter violento de esos enfrentamientos, con varios heridos y detenidos, llamó la atención en Portugal, donde no son frecuentes esos disturbios pese a las muchas protestas convocadas en los últimos dos años contra las políticas de austeridad.
Las medidas de ajuste incluidas en los presupuestos del Estado para 2013 son la razón que motivó la huelga general de este miércoles, tercera desde que Portugal pidió el rescate financiero de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, en mayo de 2011.