La Declaración de Cádiz pedirá mayor cooperación económica y de seguridad
La Declaración de Cádiz, que aprobarán los mandatarios iberoamericanos al término de la cumbre que comienzan este viernes en España, presentará la intención conjunta de facilitar el intercambio económico para la creación de empleo, fortalecer mercados regionales y combatir el narcotráfico.
Con un marcado carácter económico, el documento gira en torno a seis ejes fundamentales: el desarrollo económico favorable a los ciudadanos; el desarrollo de infraestructuras en transporte, telecomunicaciones, energía y el uso sostenible del agua.
También se incluye la promoción de las micro, pequeñas y medianas empresas, para que puedan incrementar su productividad y competitividad de la mano de políticas de innovación; y muestra un apartado al fortalecimiento de las instituciones.
Los mandatarios se pronunciarán por lograr un acuerdo "ambicioso, integral y equilibrado" de la economía durante la reunión de la Organización Mundial de Comercio. Además, rechazan el "proteccionismo" y piden evitar las medidas que "obstaculizan el comercio".
En medio de la crisis económica europea, que en el grupo afecta primordialmente a España y Portugal, los mandatarios buscarán una "reforma y fortalecimiento de la arquitectura financiera internacional", que promueva "mayor estabilidad en los sistemas financieros".
El documento rechaza políticas cambiarias "que puedan tener potenciales efectos negativos sobre el comercio internacional" para evitar la sobrevaluación de las monedas locales.
En los apartados político y social, la Declaración de Cádiz reconoce que la violencia provocada por la delincuencia organizada transnacional, especialmente por el narcotráfico, la trata de personas, de armas y de inmigrantes, y el lavado de dinero "representa una grave amenaza para el bienestar y la seguridad de los ciudadanos".
Por ello, respaldan una mayor coordinación de los esfuerzos y la cooperación para combatir esos fenómenos.
Sobre la educación, busca impulsar el espacio cultural iberoamericano y su potenciación como factor de inclusión social y de crecimiento económico, y finalmente muestra su intención de impulsar la "creación de trabajo decente".
El documento será aprobado por los cancilleres antes de que los jefes de Estado den mañana la luz verde definitiva al término de la cumbre que comienzan en Cádiz, la ciudad que vio nacer hace 200 años la primera Constitución española.