En medio del alto el fuego, la ansiedad se apodera de Israel y Gaza
Shadia Abu Khusa sobrevivió a un ataque aéreo israelí. Pero el fuerte golpe arrancó el techo y dejó cuarteada la fachada de su casa justo al norte de Ciudad de Gaza. Ahora, él y su familia buscan un lugar donde rentar mientras reparan los daños.
Esperan que la paz perdure.
"Dios quiera y dure 100 años, o 200 años, por el bien de nuestros hijos", dijo Abu Khusa.
Él y otros civiles, palestinos e israelíes, intentan regresar a la normalidad luego de que Israel y Hamas intercambiaron fuego en un conflicto de ocho días .
La gente en la región y alrededor del mundo espera que la normalidad se contagie, aunque por lo pronto reina la ansiedad.
"Con el alto el fuego en efecto, Israel y Hamas deben de poner el bien de los civiles en ambos lados al frente y al centro", dijo Joe Stork, subdirector para el Medio Oriente de Human Rights Watch.
Más de 160 palestinos murieron en el intercambio de fuego, de los cuales la mayoría eran civiles. Al menos seis israelíes murieron, incluidos civiles y soldados. Cientos de personas quedaron heridas.
En Gaza, un hombre que se identificó como Salah y su familia quieren estabilidad y paz.
Cuando las bombas comenzaron a caer en Gaza, Salah tomó a su familia y huyó de su casa a donde esperaba fuera un lugar más seguro.
Ahora, con el alto el fuego, llenó su auto con sus cosas para regresar a la Ciudad de Gaza. "Esperamos que sea el principio de un tiempo mejor; no un tiempo de guerra".
Mientras los pescadores palestinos regresaron al mar y los comerciantes abrieron sus negocios, en el otro lado de la frontera Israel comenzó a retirar las tropas que había desplegado como una amenaza de invasión.
Los soldados eran parte de la operación Pilar de Defensa, destinada a detener los lanzamientos diarios de cohetes desde Gaza a Israel.
Muchos en el sur de Israel temen la reanudación de los lanzamientos de misiles.
Cerca de Sderot, uno de los lugares israelíes que fueron golpeados por los misiles, camiones transportaban los tanques y otro equipo militar para una potencial incursión.
Esto no era una señal confortable para residentes que han vivido bajo el miedo constante de los ataques con cohetes de militantes desde Gaza.
Las escuelas permanecen cerradas en porciones del sur de Israel como medida de precaución.
“El resultado no es muy deseable y no es un alto el fuego”, dijo un residente este jueves, que afirmó que fuego de mortero se puede escuchar a la distancia.
“No me gusta el resultado y creo que la lucha volverá a comenzar en uno o dos meses”.
Otro residente dijo que estaba decepcionado y enojado con el resultado de la campaña militar israelí.
Una nueva encuesta en Israel mostró que el 49% de los ciudadanos quiere que el gobierno continúe con la operación militar. Los que favorecen el alto al fuego representan el 31%, según el Instituto de Encuestas Maariv y Maagar Mohot.
"Debemos lanzar ataques terrestres en Gaza para resolver el problema de un golpe. No importa cuánto tiempo tome. Estamos ahora mismo listos en tropas y moral, pero ahora todas las esperanzas quedaron en nada”, dijo el residente israelí.
Ahora que la calma ha sido restaurada, afirmó Michel Forst, que habló a nombre de un grupo independiente de expertos en derechos humanos de la ONU, “nuestros pensamientos inmediatos están con las víctimas palestinas e israelíes, especialmente mujeres y niños”.
Forst condenó los ataques en Gaza, la muerte de periodistas y los ataques contra medios, así como la destrucción de infraestructura. También condenó el lanzamiento de cohetes a Israel y el ataque con bomba a un autobús en Tel Aviv.
Joe Sterling contribuyó con este reporte