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La Unión Europea homenajea a las víctimas de la masacre en Noruega

El presidente del Parlamento Europeo recordó a los jóvenes asesinados, días despues de que la UE recibiera el Nobel de la Paz
jue 13 diciembre 2012 10:56 AM

La isla de Utoya, donde ocurrió la peor masacre de Noruega desde la Segunda Guerra, dejó de estar en los titulares noticiosos pero permanece en la memoria de muchos, incluidos los líderes de la Unión Europea que este año recibieron el premio Nobel de la Paz.

Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo, visitó la isla un día después de recibir el premio. “El ataque fue un ataque contra nuestros valores”, dijo Schulz. “Pero nuestros valores son más fuertes que el ataque”.

Schulz, junto con José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea y Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, aceptaron el premio a nombre de la Unión Europea el pasado lunes.

Los hechos comenzaron con una explosión en el centro de Oslo que mató a ocho personas. En la confusión subsiguiente, el extremista antiinmigrante que detonó la bomba viajó por unos 45 minutos y tomó un bote que lo llevó a la isla de Utoya, donde se realizaba un evento juvenil del partido laborista noruego. Ahí mató a tiros a quien encontró. Unos minutos después, había 69 muertos, la mayoría de ellos jóvenes.

Anders Behring Breivik admitió que realizó los ataques y dijo que él era un patriota que peleaba contra el multiculturalismo. Aunque fue sometido a extensos estudios psiquiátricos, fue encontrado sano y sentenciado a 21 años de prisión , aunque bajo la ley de Noruega, pudo haber sido sentenciado a prisión perpetua.

La Unión Europea fue honrada con el premio Nobel de la Paz del 2012 por su contribución a la paz en Europa, al erosionar las viejas fronteras y enemistades. También se afirmó que contribuye al multiculturalismo, tras eliminar algunas de las barreras para la inmigración en el continente.

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En algunos países, la crisis de deuda está alimentando sentimientos antiinmigrantes. En Grecia, por ejemplo, el partido ultranacionalista Amanecer Dorado está ganando popularidad, en parte, por los cambios económicos del país y su composición étnica.

Noruega es difícilmente un país que apoye la Unión Europea y mucho menos un lugar donde exista la xenofobia. El país ha rechazado en dos ocasiones la membresía de la UE y Breivik es visto como un extremista o un hombre enfermo mentalmente. Pero con el premio Nobel para la Unión Europea y la masacre en Utoya, Noruega se ve cercana a las mejores intensiones de Europa y a los peores instintos de la historia del continente.

Schulz recordó esas dos caras visibles ofreciendo el caso de Alemania: “Tenemos una cultura de literatura y filosofía y matemáticas”, dijo. “Y también tenemos la cultura de la exterminación de Auschwitz”.

Schulz dijo que Noruega, conocida por sus tradiciones liberales, pacíficas y tolerantes, ofrece esperanza.

“La reacción de la sociedad noruega y qué decir de nuestra respuesta al atacante es más democrática, con más respeto, para pelear aun más por nuestros valores. Esa fue la respuesta correcta, un buen ejemplo para el mundo entero”.

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