Benedicto XVI dice que 'el bien vencerá, aunque el mal hace más ruido'
El Papa Benedicto XVI dijo en su mensaje de Fin de Año que "el bien está destinado a vencer, gracias a Dios" aunque es difícil entenderlo, ya que "el mal hace más ruido que el bien, un asesinato brutal, las violencias que se extienden y las graves injusticias son noticia".
Por ello, "si queremos entender el mundo y la vida, debemos ser capaces de permanecer en silencio y en meditación, en la reflexión silenciosa y prolongada , debemos saber pararnos y pensar", dijo durante la celebración del Te Deum de Acción de Gracias por el año que finaliza.
El Papa, de 85 años, ataviado con una capa dorada, zapatos rojos y sujetando el báculo llegó sobre una plataforma móvil hasta el sillón pontificio, donde presidió las Vísperas y la solemne ceremonia del Te Deum en la Basílica de San Pedro. Una tradición habitual cada 31 de diciembre, iniciada por el Papa Pablo VI.
Joseph Ratzinger agradeció la presencia del alcalde romano, Gianni Alemanno.
El Papa hizo alusión a la necesidad de difundir la fe entre los jóvenes en una ciudad en que se registra un "creciente número de creyentes de otras religiones, las parroquias tienen dificultad para atraer a los jóvenes y se difunden estilos de vida marcados por el individualismo y el relativismo moral".
"También Roma es una ciudad donde la fe cristiana debe ser anunciada siempre de nuevo y hay que dar testimonio de una manera creíble".
El papa pidió dar gracias a Dios por el año que termina "fácil o difícil, estéril o fecundo”.
El himno del Te Deum —explicó—, contiene una profunda sabiduría, que nos hace decir que, a pesar de todo, existe el bien en el mundo, y "este bien está destinado a vencer, gracias a Dios".
Reconoció que, a veces, es difícil ver esto, ya que "el mal hace más ruido que el bien, un asesinato brutal, la violencias que se extienden, las graves injusticias son noticia" y sin embargo, "los gestos de amor y de servicio, la lucha diaria soportada con fidelidad y paciencia permanecen, a menudo, en la sombra, no emergen".
"Si queremos entender el mundo y la vida, debemos ser capaces de permanecer en silencio y en la meditación, en la reflexión silenciosa y prolongada, debemos saber pararnos y pensar".
De esta manera nuestra mente puede encontrar la curación de "las heridas inevitables de la vida diaria y profundizar en las cosas que suceden en nuestras vidas y en el mundo", dijo el Papa.
Benedicto XVI exclamó Te Deum laudamus (Te alabamos, Señor). Y después se cantó el Te Deum de Acción de Gracias, para finalizar con la Bendición Eucarística.
El Papa fue despedido con el himno navideño Adeste Fidelis.
Benedicto XVI finalizará los actos de 2012 con la visita a un gigantesco pesebre en la ciudad de Matera, donde los guardias suizos hacen sonar el villancico alemán Stille Nacht (Noche de Paz) mientras el pontífice reza.