China busca el fin de sus campos de trabajos forzosos
Algunas pistas surgieron este lunes en China, que podría poner fin este año a su controvertido sistema de campos de concentración de trabajo.
La propuesta de dejar de utilizar este sistema fue planteada en una conferencia laboral, por una de las máximas autoridades de esta rama, Meng Jianzhu, de acuerdo con la televisión estatal CCTV, que recogió la información en su cuenta del microblog Sina Weibo. Meng es el secretario de Políticas Centrales y la Comisión Derecho, del Partido Comunista chino.
La propuesta requiere la aprobación del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional —la legislatura del país—, a pesar de que es en gran medida una mera formalidad.
Sin embargo, el post de la CCTV fue eliminado más tarde, así como uno de la agencia estatal de noticias Xinhua, que citaba a la televisora. Otro más en la plataforma Weibo, por el Diario del Pueblo —el periódico oficial del Partido Comunista—, también desapareció. Sin embargo, la noticia permanece en la agencia Xinhua en su cuenta de Twitter en inglés.
En la sección jiaoyong laodong o "reeducación por el trabajo" del sistema, delincuentes menores, como ladrones, prostitutas y drogadictos, son encarcelados por hasta cuatro años en campos de trabajo sin una audiencia judicial. El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas estima que hay 190,000 presos en 320 centros de este tipo en todo el país.
Los críticos dicen que los campos, que están fuera del sistema formal de prisión, son a menudo mal utilizados para perseguir a disidentes del gobierno, entre ellos intelectuales, activistas de derechos humanos, y a los seguidores de grupos prohibidos espirituales como Falun Gong.
Dos casos de alto perfil salieron a la luz el año pasado y generaron una reacción masiva, lo que obligó al gobierno a abordar la espinosa cuestión. En uno de ellos, una mujer fue condenada a 1.5 años en un campo de trabajos forzados por "perturbar el orden social" después de que en repetidas ocasiones solicitó la ejecución de hombres declarados culpables de violar a su hija de 11 años. En otro caso, un funcionario joven fue enviado a un campo de trabajos forzados durante dos años por retuitear mensajes en Weibo considerado sediciosos.
Opiniones oficiales recientes han indicado que la reforma, que no es necesariamente una abolición del sistema, es necesaria. Los campamentos se remontan a la década de 1950, cuando el nuevo régimen comunista intentó silenciar a sus enemigos para consolidar su poder.
En octubre, un funcionario de alto nivel encargado de la reforma del sistema judicial reconoció que las reformas eran necesarias y en curso, de acuerdo con Xinhua.
"El sistema fue diseñado para mantener el orden social, prevenir y reducir los delitos a través de la reformación de las personas que han cometido delitos menores, pero no fueron castigados por el código penal", según una editorial de Xinhua. "Se jugó un papel importante en el mantenimiento del orden social en periodos específicos, sin embargo, con el desarrollo de la sociedad y el sistema legal, sus defectos se han vuelto más y más evidentes".
Jaime Flor Cruz contribuyó con este informe.