'Señor Marlboro': el yihadista veterano detrás del ataque en Argelia
El ataque terrorista contra un complejo de gas natural en In Amenas, en el oriente de Argelia, podría ser un acto aislado de revancha por la intervención francesa en Malí o un mal presagio de lo que está por venir en el norte de África, donde la militancia islamista está ganando fuerza rápidamente.
El hombre que se adjudica la responsabilidad de la operación es un yihadista veterano que también es conocido por tomar rehenes y por participar en el contrabando de todo, desde cigarrillos hasta refugiados.
Su nombre es Moktar Belmoktar, un argelino que perdió un ojo cuando combatía en Afganistán, durante su adolescencia, y que desde hace mucho tiempo ha sido objetivo de las fuerzas francesas antiterroristas.
Ahora encabeza un grupo llamado Brigada Al-Mulathameen (La brigada de los enmascarados), el cual está asociado con al Qaeda en el Magreb Islámico (AQIM, por sus siglas en inglés). En los últimos años ha cultivado aliados y ha establecido células en todos los lugares de la región.
El ataque en In Amenas
El complejo de gas al que los seguidores de Belmoktar atacaron al amanecer del miércoles se encuentra en una región que ha presenciado mucha actividad yihadista en los últimos años, en parte debido al colapso de la autoridad gubernamental en la frontera con Libia, a solo 50 kilómetros de In Amenas.
Los expertos en antiterrorismo difieren en cuanto a cómo los atacantes —en varias camionetas pickup— pudieron haber llegado a In Amenas, aunque hay diferentes caminos y senderos en el deshabitado desierto de Libia. Del otro lado de la frontera, un mosaico de milicias prevalece sobre cualquier presencia del gobierno.
Un portavoz de Al-Mulathameen dijo a sitios de noticias mauritanos que el ataque fue en represalia contra Argelia por permitir sobrevuelos franceses como parte de la intervención en Malí. Sin embargo, los analistas regionales creen que el ataque fue demasiado sofisticado como para haber sido planeado en días.
Robert Fowler, exdiplomático canadiense secuestrado por los seguidores de Belmoktar en Níger en 2008 —quien conoció al líder— dijo a CNN: "Sospecho que tienen un brazo de inteligencia y que constantemente están buscando formas de agarrar a los occidentales y avergonzar a Occidente, y confundir nuestras opciones. Y exactamente eso es lo que están haciendo".
En un video de 28 minutos de duración que apareció el mes pasado en foros yihadistas, Belmoktar advirtió que Al-Mulathameen pronto actuaría en contra de los intereses occidentales en la región.
"Esta es una promesa nuestra de que los combatiremos en medio de sus países y de que atacaremos sus intereses", dijo.
Al anunciar la formación de una unidad de comando élite llamada "Los que firman con sangre", Belmoktar dijo que sería el escudo contra el "enemigo invasor".
El ataque de este miércoles en Argelia fue perpetrado a nombre de esa unidad, que según el líder incluiría “lo mejor de nuestra juventud y de nuestros simpatizantes muyahidines, [con] partidarios locales y extranjeros”.
Analistas de la lucha contra el terrorismo dijeron a CNN que el lenguaje da a entender que este grupo fue enviado a perpetrar un acto de yihad en lugar de secuestrar a extranjeros para pedir rescate.
“Esto se parece mucho más a los ataques orquestados anteriormente por otras filiales de al Qaeda, en vez de otro intento de intercambio de rehenes para pedir rescate, como ha sido práctica común de AQIM”, dijo Andrew Lebovich, observador desde hace mucho de AQIM, actualmente en Senegal.
"Belmoktar probablemente quiere demostrar que todavía está involucrado en las operaciones activas y que no se retira del combate, sobre todo en un momento en que otros yihadistas están en combate activo contra las tropas francesas en Malí", dijo.
Pero también es probable que Belmoktar intente negociar la liberación de los operadores de al Qaeda detenidos en cárceles argelinas.
En su mensaje de diciembre, dijo: "A nuestro pueblo cautivo... mientras vivamos es nuestra promesa y nuestra deuda que los liberaremos, y sacrificaremos nuestras vidas por ustedes y todo lo que tenemos para liberarlos".
Tres operadores de al Qaeda fueron detenidos en julio pasado por los servicios de seguridad argelinos, pero no se sabe si ellos eran cercanos a Belmoktar.
El hombre Marlboro
Nacido en 1972, Belmoktar creció en el borde del desierto en el sur de Argelia.
Viajó a Afganistán en 1991 para luchar contra el entonces gobierno comunista. Regresó a Argelia como un combatiente experimentado con un nuevo apodo: Belaouar (el tuerto) después de una lesión en el campo de batalla, y unió sus fuerzas con el Grupo Islámico Armado (GIA, por sus siglas en inglés) en su campaña brutal en contra del régimen argelino y los civiles considerados como sus partidarios.
Belmoktar afirmó después que se reunió con el fundador de al Qaeda, Osama bin Laden, en Sudán, a mediados de 1990.
Según Jean-Pierre Filiu, un erudito francés que ha estudiado ampliamente a AQMI, Belmoktar ascendió en la organización para convertirse en el comandante del GIA para el Sahara.
Después de una reacción violenta popular contra el grupo terrorista en Argelia, Belmoktar cambió su lealtad a un grupo filial, el GSPC, en 2000, y continuó operando en la región subsahariana.
El GIA fue el precursor de AQIM, que aún tiene muchos líderes argelinos. Belmoktar permanece asociado con este grupo divisorio, sin embargo, es independiente.
Abdelmalik Drukdal, líder global de AQIM, dice que degradó a Belmoktar a finales del año pasado de su puesto como Emir del Sahel. Belmoktar también tuvo una enemistad con el comandante rival Abou Zeid, uno de los personajes más violentos y radicales de AQIM.
Más que la mayoría de los afiliados de al Qaeda, el AQMI está dividido en grupos que a menudo compiten entre sí.
Citando a funcionarios de seguridad regionales, la Agence France Presse informó que Belmoktar fue despedido por “continuas actividades divisivas, a pesar de varias advertencias”.
Fuentes libias dijeron a CNN que Belmoktar pasó varios meses en Libia en 2011, en búsqueda de cooperación con grupos yihadistas locales, y amarrando el suministro de armas.
Un informe de la prensa árabe —mencionado en un informe del año pasado de la División de Investigación Federal de EU— indicó que Belmoktar había asistido a un evento organizado por Wissam ben Hamid, un comandante islamista, en el pueblo de Sirte. No hay forma de verificar ese hecho.
Recientemente, su centro de operaciones estaba ubicado en el polvoriento pueblo de Gao, en el norte de Malí.
Otra rama de AQMI conocida como el Movimiento para la Unidad y la Yihad absorbió a Gao e implementó la ley de la Sharia, incluidas amputaciones y flagelaciones públicas.
Para hacer dinero, "Belmoktar se involucró cada vez más en el contrabando, ganándose el popular apodo de Señor Marlboro... también se involucró en el contrabando de drogas, armas e inmigrantes ilegales”, dijo Jean-Pierre Filiu en 2010, en un artículo de Carnegie.
Un teatro de operaciones amplio
El crimen ayudó a financiar la yihad.
En diciembre de 2007, los seguidores de Belmoktar asesinaron a cuatro turistas franceses en Mauritania. Dos meses después perpetraron un tiroteo desde coches en movimiento contra la embajada israelí en Nouakchott, capital de Mauritania.
"Llevamos a cabo una emboscada para matar al embajador de la entidad sionista en Mauritania antes de atacar el edificio que albergaba la embajada y el club nocturno donde el embajador estuvo presente minutos antes del ataque", dijo Belmoktar a un periodista mauritano en noviembre de 2011.
A pesar de la vigilancia estadounidense por medio de satélites y el despliegue de tropas argelinas y mauritanas en las zonas vulnerables, las filiales de al Qaeda en el Sahel han crecido en fuerza.
Las grandes distancias y los paisajes vacíos, así como una relación compleja con las tribus locales, juega a su favor. Los límites son difíciles de sellar: la frontera escarpada entre Argelia y Malí es tan larga como la distancia que existe entre Nueva York y Chicago.
En febrero de 2012, un conjunto de misiles SAM (robados de arsenales libios) fue descubierto enterrado en el desierto, no lejos de In Amenas.
Andrew Lebovich dice que las armas -SA-7 y SA-24 “parecen haber estado en un punto a la mitad del camino en el proceso de entrega”, aunque se desconoce su destino y el cliente.
Muchos personajes de AQIM –entre ellos Belmoktar y Abou Zeid- conocen la región a detalle.
En efecto, Lebovich dice que algunos sospechan que fueron familiares de Abou Zeid quienes secuestraron a un funcionario argelino local hace un año, llevándolo atado a través de la frontera hacia Libia.
En opinión de una fuente libia con contactos cercanos entre los yihadistas de la región, Belmoktar frecuentemente ha sido un dolor de cabeza para la cúpula de AQIM.
“Era visto como un integrante permisivo, manejando las cosas a su manera”, dijo la fuente hace poco a CNN. “Y lo último que querían los dirigentes era antagonizar con Estados Unidos justo cuando estaba tratando de fortalecerse a escondidas, por debajo del radar".
Aunque la confrontación por los rehenes está resuelta, esa estrategia explotó.