Tropas francesas y malienses recuperan el aeropuerto de Tumbuctú
Las tropas del ejército francés en Malí recuperaron este lunes el control del aeropuerto de Tumbuctú de manos de los extremistas islámicos de la zona y están avanzando hacia el centro de la ciudad, dijo a CNN un portavoz oficial del gobierno de Malí.
Fuerzas malienses y francesas han estado luchando juntas contra los islamistas para debilitar su control sobre el norte del país, zona que los militantes han controlado durante meses.
Estados Unidos también ha incrementado su participación en el conflicto mediante misiones de reabastecimiento aéreo.
Soldados malienses y franceses tuvieron una victoria clave cuando tomaron el control de Gao , una ciudad al este de Tumbuctú que durante meses había sido un bastión militante. La expulsión de los islamistas del histórico centro cultural de Malí sería una ganancia simbólica importante.
Los islamistas huyen de Tumbuctú a la ciudad de Kidal, a más de 500 kilómetros al noreste, de acuerdo con un informe oficial. El avance acelerado de las fuerzas del gobierno de Malí ha llevado a sus tropas directo al centro del territorio en poder de los militantes.
La cobertura periodística de la lucha resulta casi imposible, ya que se impide a los reporteros el acceso a la línea del frente. Los periodistas solo pueden entrar a una ciudad que ha sido puesta en libertad y en la que las tropas francesas y malienses puedan garantizar seguridad.
El ejército francés está involucrado en la lucha en Malí, ya que ésta es una excolonia que mantiene estrechos lazos con París, en un esfuerzo para evitar que los islamistas la conviertan en un refugio para terroristas internacionales, se quiere garantizar una democracia pacífica.
Francia tiene 2,150 soldados en territorio maliense, con 1,000 soldados más de apoyo en la operación de otros lugares .
Los extremistas islámicos tienen un refugio en el norte de Malí desde 2012, ya que aprovecharon una situación de caos en el país, tras un golpe militar por el Partido separatista MNLA. Los militantes islamistas han prohibido la música, fumar, beber y ver deportes en la televisión. También destruyeron tumbas y santuarios históricos.
Los refugiados cuentan historias terribles de la vida bajo los militantes islamistas. Los grupos de derechos humanos han expresado su preocupación por las denuncias de que los soldados malienses realizan ejecuciones como parte de la ofensiva.
Las restricciones a los periodistas hacen que sea más difícil para ellos evaluar la realidad sobre el terreno.
La Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados, ACNUR, pidió un aumento de la ayuda internacional para los cientos de miles de personas que han sido desplazadas por los combates en el país.
Más de 150,000 refugiados han huido a los países vecinos de Malí, y otros 230,000 están desplazados en el interior de Malí, aseguró la agencia.