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El presidente francés visita Malí tras los triunfos contra los islamistas

Francois Hollande agradeció a los soldados que han repelido la presencia de militantes islamistas en algunas ciudades del país africano
sáb 02 febrero 2013 09:11 AM

El presidente francés, Francois Hollande, visitó este sábado la ciudad de Tombuctú, en Malí, un viaje jubiloso luego de que las fuerzas de su país liberaron a la ciudad de los militantes islamistas.

Francia lanzó una ofensiva contra los militantes en su excolonia hace tres semanas. La campaña terrestre y aérea provocó que los combatientes islamistas huyeran hacia el desierto.

"Servimos a una causa definida dentro del marco de trabajo de las Naciones Unidas… para que todo el territorio malí esté bajo la autoridad legítima del presidente malí y de los líderes elegidos por los malíes", dijo Hollande en Tombuctú.

Las tropas francesas, señaló, no están en Malí por una cuestión política.

"Tengo suficiente con los políticos franceses", explicó. "Así que estamos al servicio de una misión que fue definida dentro del llamado del presidente de Malí y dentro del marco de trabajo del las resoluciones del Consejo de Seguridad”.

Hollande aterrizó en Sevare acompañado de sus ministros de Defensa y de Exteriores, reportó BFMTV, afiliada de CNN.

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De ahí, el mandatario francés se unió al presidente interino de Malí, Doncounda Traore, para la visita a Tombuctú.  Esta semana,  las fuerzas francesas liberaron a la ciudad  de los militantes islamistas que tomaron el control hace un año.

Los residentes de Tombuctú le regalaron un camello a Hollande.

Ahora, las tropas francesas controlan esa  y la ciudad de Gao , así como una franja intermedia que fue un bastión islamista por casi un año, de acuerdo con el ministro de Defensa francés.

El país europeo envió sus tropas a petición del gobierno de Malí, luego de que  los radicales islamistas  tomaron el control del pueblo de Konna, el 10 de enero. La ciudad está nuevamente bajo el control del gobierno malí.

Los extremistas islámicos tomaron una gran parte del norte el año pasado, aprovechándose de una situación caótica posterior a un golpe militar.

Prohibieron la música, fumar, beber alcohol y ver deportes en televisión. Además, destruyeron tumbas y santuarios históricos en la región.

Los líderes mundiales temen que militantes vinculados con al Qaeda transformen el territorio en un paraíso para terroristas. Pero tras esta ofensiva, los habitantes pueden caminar por las calles sin miedo.

Francia envió unos 2,150 soldados, mientras que 1,000 militares malíes apoyan la operación.

La visita de Hollande llega días después de que grupos de derechos humanos acusaran a las tropas malíes de asesinatos ilegales y abusos durante la ofensiva.

“Las fuerzas del gobierno malí han ejecutado a al menos 13 presuntos simpatizantes islamistas y cometieron la desaparición forzada de otros cinco del pueblo de Garrison, Sevare, y Konna” en enero, indicó Human Rights Watch.

La ONU también advirtió que civiles tuareg y árabes en Tombuctú, Kidal y Gao enfrentan el riesgo de represalias.

Funcionarios militares de Malí y Francia han llamado a respetar la ley internacional y los derechos humanos. 

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