La policía australiana incauta una cifra récord de metanfetaminas
La policía detuvo a tres hombres en la operación: un australiano, un singapurense y un ciudadano de Hong Kong, pero se esperan más arrestos.
En la compleja operación participaron varias agencias de seguridad que siguieron por meses los envíos que llegan a Sidney. Pero la clave de todo el proceso fue una llamada hace cinco meses por un miembro del público en Nueva Gales del Sur al Escuadrón del Crimen del Estado de Asia, dijo la policía.
"Esa llamada fue el único hilo que nos permitió tirar y desenredar un sindicato que se detendrá para siempre", dijo el Comisionado Andrew Scipione de la Policía de Nueva Gales del Sur en rueda de prensa este jueves.
Las autoridades australianas encontraron las drogas en Sidney, la semana pasada, escondida entre bolsas de productos químicos de limpieza en un contenedor que viajó desde el centro comercial del sur de China, Shenzhen, según la policía.
En total, las autoridades confiscaron 585 kilogramos de metanfetamina, también conocida como hielo. Eso es casi dos veces el anterior botín récord de la droga incautado en julio.
Después de la confiscación de las drogas, la policía los reemplazó con una "sustancia inerte", y los entregó a una bodega en Sidney, dijo el comisionado de la Policía Federal Australiana, Tony Negus.
Drogas de laboratorio
Según Negus, los tres sospechosos llegaron al almacén este miércoles, tomaron lo que ellos pensaban eran las drogas y fueron arrestados.
Fueron acusados de varios delitos, incluyendo el intento de poseer una cantidad comercial de un medicamento controlado, para el cual la pena máxima es cadena perpetua y una multa de 1,275 millones de dólares australianos.
La policía dice que también encontró un laboratorio clandestino de fabricación de drogas durante la operación.
Los funcionarios describieron el acto como una victoria importante en la lucha contra el floreciente comercio de metanfetaminas en Australia.
"No se equivoquen, esta es una droga horrible e insidiosa", dijo Scipione.
"Es la droga que sabemos que es tan popular en Australia que tenemos que seguir haciendo todo lo posible para sacarla de circulación", agregó.