El primer papa latinoamericano, hombre sencillo y de tendencia moderada
El cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y primado de Argentina, fue elegido este miércoles como el primer papa latinoamericano, y eligió llamarse Francisco.
"El nuevo papa es un hombre muy humilde", dijo el reverendo Eduardo Magiarotti, un sacerdote argentino. "Toma el transporte público todos los días. Es un hombre sumamente dedicado a los pobres y a la gente que sufre en su diócesis. Es un predicador apasionado y un hombre de oración".
Bergoglio, de 76 años, presentó a fines del año pasado su renuncia como arzobispo por razones de edad. Es considerado por sus colaboradores más cercanos como un hombre sencillo. Alejandro Russo, rector de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, describió a Bergoglio durante una entrevista con CNN como “un hombre austero, es un hombre de personalidad fuerte, segura”.
Reconocido por decir las cosas por su nombre, y por su apego a la línea más conservadora de la Iglesia, el cardenal Bergoglio se ha enfrentado al gobierno de los Kirchner por el rechazo al matrimonio entre personas del mismo sexo, a la ley de muerte digna y al reparto de anticonceptivos de forma gratuita.
"Yo creo que ha sido una estrategia del gobierno elegirlo como enemigo", dijo a CNN José Ignacio López, director de la revista Vida Nueva.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, felicitó al cardenal Bergoglio tras haber sido nombrado Papa, a quien le hizo llegar su “consideración y respeto”.
Versiones de prensa, no confirmadas por CNN, indican que Bergoglio habría obtenido la segunda mayoría en el Cónclave pasado, pero en esta oportunidad algunos vaticanistas dicen que su edad le jugaría en contra.
Según López, aparentemente en el cónclave de 2005, Bergoglio obtuvo algunos votos de una de las corrientes.
“Yo creo que en este momento el cardenal Bergoglio tiene ya 76 años, ha presentado su renuncia como corresponde a los 75 con su condición de arzobispo de Buenos Aires. El Papa no se la ha aceptado. Yo siempre dije que el Papa lo tenía en un cajón de su escritorio”, afirma López.
La figura de Bergoglio encaja, según el diario italiano La Stampa, con un nuevo grupo de cardenales que impulsaría la elección del primer Papa latinoamericano de la historia, al lado de un secretario de Estado italiano o argentino de orígenes italianos.
El primer Papa latinoamericano —un jesuita de tendencia moderada, que lleva una vida discreta y cultiva el bajo perfil, según la Arquidiócesis de Buenos Aires— nació en la capital argentina en 1936, y fue ordenado por los jesuitas el 13 de diciembre de 1969, luego de estudiar en la Facultad de Teología de San Miguel, Buenos Aires.
Luego viajó a Alemania donde obtuvo su doctorado, tras lo cual fue director espiritual en Córdoba, también en Argentina.
En mayo de 1992, Juan Pablo II lo nombró obispo auxiliar de Buenos Aires y luego fue vicario episcopal en julio del mismo año, vicario general en 1993 y arzobispo coadjutor con derecho de sucesión en 1998.
Bergoglio fue presidente de la Conferencia Episcopal de Argentina de noviembre de 2005 a noviembre de 2011. Fue nombrado cardenal por el papa Juan Pablo II en el consistorio del 21 de febrero de 2001.
El nuevo Papa latinoaméricano pertenece a las congregaciones para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, a la del Clero y a la de los Institutos de la Vida Consagrada y las Sociedades de la Vida Apostólica.
También fue integrante del Consejo Pontificio para la Familia, y de la Comisión Pontificia para Latinoamérica.
La elección del primer Papa que deberá ejercer sus funciones con su predecesor en vida —Benedicto XVI renunció a su cargo el 28 de febrero— marca el inicio de una nueva era para la Iglesia católica, cuya historia reciente ha estado marcada por escándalos y controversias.
Con la elección del cardenal Bergoglio, concluyen cuatro semanas inéditas en la historia de la Iglesia después de la inesperada renuncia de Benedicto XVI el mes pasado por razones de salud, algo que no tiene precedentes en 600 años.