Asma al Asad reaparece rodeada de niños tras dos años de guerra siria
La controvertida esposa del presidente sirio Bachar al Asad reapareció en público este fin de semana en la Casa de la Ópera de Damasco.
Asma al Asad acudió el sábado a un evento llamado Mother´s Rally, de acuerdo con un comunicado de la página oficial de su esposo en Facebook. El evento era para recaudar fondos para las madres de los “mártires” o soldados del gobierno que han muerto en la guerra de dos años.
Las fotos posteadas muestran a Asma, de 37 años, con el pelo recogido en una cola de caballo y sonriente. Niños y mujeres jóvenes la rodean con una apariencia de alegría. En una imagen, una mujer besa a la primera dama en la mejilla.
“El régimen está tratando de decir que esto funciona como siempre y ella es una medio para hacerlo”, de acuerdo con Andrew Tabler, un experto estadounidense en Siria quien alguna vez vivió en el país e interactuó con la familia. “No sólo es una señal de que ella está de su lado sino que el corazón del régimen está agrietado”.
“Este truco no debe ocultar el hecho de que el régimen está lanzando misiles en Damasco contra su propia población”, añadió Tabler. Las fotos son un gesto de confianza en que la comunidad internacional no los triturará y que (los Asad) podrán mantener algún tipo de control sobre el país”.
Un aproximado de 70,000 sirios han muerto desde marzo de 2011, cuando comenzaron las protestas para exigir más libertad en Siria. Bachar al Asad ha liderado por años un gobierno opresivo al igual que su padre lo hizo antes que él.
Los rebeldes, inicialmente un grupo variopinto de sirios, tomaron las armas para pelear contra las fuerzas bien armadas del gobierno. Pronto, el país estaba inmerso en una guerra. Los enviados de paz internacionales han fallado al detener el derramamiento de sangre y ahora el conflicto amenaza con desestabilizar el Medio Oriente.
Sirios inocentes han pagado un precio alto. Estados Unidos y numerosos grupos de derechos humanos han reportado que las tropas del gobierno han secuestrado, torturado y matado a sirios, incluidos niños. Cada mes, un nuevo reporte humanitario intenta detener la carnicería. Tan sólo la semana pasada, la Unicef advirtió que al menos dos millones de sirios jóvenes necesitan ayuda humanitaria o de lo contrario se perderá una generación entera.
Bachar Al Asad ha negado la responsabilidad por la violencia y repetidamente ha acusado a “terroristas” de cometer las atrocidades.
Antes del levantamiento, los Asad eran fotografiados vistiendo ropa de diseñador y codeándose con celebridades en fiestas costosas alrededor del mundo. Un perfil de Vogue publicado en 2011 (que la revista eliminó de su sitio de internet, pero que al Asad mantiene en el suyo) se refirió a Asma al Asad como “la rosa del desierto”.
La historia fue ridiculizada por ignorar el sufrimiento en el país, ya que fue publicada tras el inicio de la revuelta.
Pese a la Unión Europea emitió sanciones contra ella poco después de que se publicara el artículo, la historia la presentaba como una mujer excepcionalmente moderna en el mundo árabe. A diferencia de otras primeras damas de la región, ella parecía hablar desde una posición de poder e influencia. Su objetivo, decía, era proteger a la niñez.
En una entrevista con CNN en 2009, habló sobre el conflicto palestino-israelí. Dijo que no toleraría una opresión violenta del régimen. Habló largo y tendido sobre la forma en que le rompía el corazón que los niños de cualquiera de los bandos quedaran atrapados en el fuego cruzado.
Durante los primeros meses de la guerra en Siria, el mundo esperaba que respaldara sus palabras con acciones . Pero eso no sucedió. Durante el año pasado, el paradero de Asma al Asad fue un misterio. Algunos se preguntaban si estaba viviendo en Inglaterra, donde nació y obtuvo un título en Finanzas antes de mudarse a Siria para casarse con el presidente.
Correos electrónicos filtrados de ella y su esposo revelaron que pasaban parte de su tiempo comprando por internet joyería, arte y muebles en boutiques de Londres y París.
El mismo día que se llevó a cabo una protesta masiva contra al Asad en Hama, Siria, la primera dama envió un correo electrónico a un agente de arte en Londres para hacer compras por decenas de miles de dólares.
El verano pasado, los reportes indicaban que había huido de Siria y se había refugiado en Rusia, pero Moscú desmintió esta información. El más reciente reporte publicado en medios internacionales es que está embarazada del cuarto hijo del presidente sirio.