Musharraf descarta que los casos en su contra estén fundamentados
El expresidente de Pakistán, Pervez Musharraf, dijo a CNN que nunca vio a ninguna persona lanzarle un zapato mientras se dirigía a un tribunal de Karachi este viernes para pedir una extensión de la libertad bajo fianza por cargos de corrupción.
La presentación de Musharraf ante el Tribunal fue la primera desde que regresó a su país para responder a los cargos en tres casos, incluidas acusaciones de que no hizo lo suficiente para proteger la vida de la ex primera ministra Benazir Bhutto.
"Yo no sé quién lo tiró", dijo Musharraf a Wolf Blitzer, de CNN, y agregó que estaba rodeado por una multitud de seguidores. "Más tarde me dijeron que algo fue lanzado contra mí".
Musharraf dimitió como presidente de la nación del sur de Asia hace cinco años y se fue al exilio en Londres y Dubai. Al regresar a Pakistán el domingo pasado expresó sus planes de enfrentar las acusaciones y presentar su candidatura a la presidencia en las elecciones de mayo.
"¿Por qué debo volver?"
"Sé que no hay ningún caso en mi contra. Sé que todos los casos son inventados, casos politizados", dijo. "Así que me dije a mí mismo: '¿Por qué diablos estoy quedándome afuera (de Pakistán)? ¿Para qué? ¿Por qué no he de volver a mi país y tener la libertad de viajar por todo el mundo?'"
Algunos pakistaníes están felices por el regreso del exgobernante militar y esperan que su liderazgo contribuya a restablecer el orden en el país dividido políticamente y afectado por la violencia extremista.
Pero también dejó muchos enemigos en los últimos años de su presidencia.
La escena frente al tribunal de Karachi de este viernes ha suscitado las dudas sobre la seguridad de Musharraf. Los talibanes de Pakistán han prometido enviar un escuadrón de la muerte para atacar al expresidente, en caso de regresar al país.
Musharraf dijo que se sentía cómodo con la seguridad que se le proporciona, la cual considera más de la que esperaba.
Vivir bajo la amenaza
Aun así, Musharraf dijo que ha estado viviendo bajo amenazas de muerte desde el 11 de septiembre de 2001, cuando apoyó la guerra estadounidense contra el terrorismo y contra los talibanes.
"He estado sufriendo de esta amenaza todo el tiempo", dijo.
A Musharraf se le concedió la extensión de su libertad bajo fianza en los tres casos. Primero se le dio una fianza "protectora" para evitar su potencial arresto cuando regresó al país.
El exgeneral llegó a la presidencia después de un golpe de Estado en 1999.
La popularidad de Musharraf comenzó a caer en 2007 después de haber suspendido al presidente de la Suprema Corte de Justicia por "abuso de autoridad".
La medida dio lugar a protestas y acusaciones de que estaba tratando de influir en la decisión de la corte sobre si podría buscar un nuevo mandato de cinco años.
Enfrenta a acusaciones en la corte Karachi de que cesó y detuvo ilegalmente a 62 jueces superiores durante un período de emergencia en el gobierno que impuso hace seis años.
También se le acusa de no hacer lo suficiente para proteger la vida de Bhutto, la primera mujer del país en ser elegida como primera ministra. Fue asesinada el 27 de diciembre de 2007, después de salir de un mitin de campaña en Rawalpindi, solo dos semanas antes de las elecciones generales.
Ella era la principal candidata de la oposición contra Musharraf.El exgobernante militar ha negado relación con el asesinato.
En el tercer caso, se le acusa de haber ordenado a sus tropas a matar Nawab Akbar Bugti, un líder popular tribal en la inestable provincia de Baluchistán, en el 2006.
Problemas financieros
Musharraf también enfrenta problemas financieros. El año pasado, las autoridades de su país confiscaron sus bienes y congelaron su cuenta bancaria. Lo han acusado de no declarar cuentas en el extranjero a su nombre.
Ben Brumfield contribuyó con este reporte