La Casa Blanca desoye el pesimismo de Rubio ante la reforma inmigratoria
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no parece estar desanimado por la declaración que hizo el senador Marco Rubio el domingo por la mañana acerca de que es “prematuro” considerar un acuerdo inmigratorio inminente.
El secretario de Prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, desechó el lunes las preguntas acerca de “los comentarios que algunos senadores independientes hacen acerca de sus posibles preocupaciones… yo diría que preguntaran directamente en sus oficinas”.
“El presidente lo está tomando absolutamente en serio. Ha dejado en claro que se siente animado por el progreso que ha habido en el Senado y quiere que continúe y se obtengan resultados”, dijo Carney. “Sin embargo, confía absolutamente en que hacer que el Grupo de los Ocho del Senado avance en las negociaciones bipartidistas y siga adelante con la legislación ha sido la postura correcta”.
Carney se refirió al Grupo de los Ocho senadores de ambos partidos que han dedicado meses a la negociación de un acuerdo para una reforma inmigratoria integral.
Los senadores Lindsay Graham y Chuck Schumer dijeron el domingo que esperaban presentar la legislación esta semana. “Se tiene que hacer un reporte. Aún no lo hemos aprobado”, dijo Graham en el programa State of the Union with Candy Crowley, de CNN. “Todavía restan algunos detalles, pero conceptualmente tenemos un acuerdo entre empresarios y sindicatos, y entre nosotros. Eso tiene que redactarse. Se presentará la próxima semana”.
Tras la declaración de Rubio, Graham y Schumer, así como el senador Jeff Flake, hablaron el domingo luego de que CNN y otros medios reportaran que los empresarios y los sindicatos habían resuelto sus diferencias sobre un proyecto de programa de empleados visitantes, parte esencial de la propuesta de ley definitiva.
“Me siento animado por los reportes de un acuerdo entre los grupos de empresarios y los sindicatos sobre el tema de los trabajadores visitantes. Sin embargo, son prematuros los reportes acerca del acuerdo sobre la propuesta legislativa al que llegó el grupo de ocho senadores de ambos partidos”, escribió Rubio.
“Hemos progresado sustancialmente”, aunque el proyecto del Grupo de los Ocho sólo “será un punto de partida” que se tomará en consideración y se modificará en el Senado, agregó.
El lunes, Carney restó importancia al papel de cualquier individuo por sí solo, dijo que se trataba de un “esfuerzo de cooperación” y sostuvo que la presidencia está “muy comprometida”.
Dijo que el proceso no habría avanzado de la misma forma sin la influencia de Obama. “Creo que hemos elegido un camino muy sensato al permitir que el Senado progrese de forma bipartidista en este tema, pero no creo que nadie debería tener la impresión de que no estaríamos en donde estamos ahora, ni habríamos logrado estos progresos, si no fuera porque el presidente constantemente ha dejado en claro —tanto en público como al hablar en privado con los miembros de las bases y con los líderes en el Congreso— que esta es una prioridad para el país ”, dijo Carney.
El Grupo de los Ocho se compone de los senadores Rubio, Graham, Schumer y Flake, además de Michael Bennet, Dick Durbin, John McCain y Robert Menéndez.