Rescatistas trabajan contrarreloj para encontar más víctimas en Bangladesh
Más de 24 horas después de que un edificio en Bangladesh se derrumbó, matando a cientos de personas, los equipos de rescate siguen buscando este jueves sobrevivientes, mientras miles de personas salieron a las calles para protestar por las laxas condiciones de seguridad para las fábricas.
"Hasta el momento, 204 cuerpos fueron recuperados y 2,013 personas fueron rescatadas con vida de debajo de los escombros", dijo el mayor general Hassan Abul Sarwardy, quien supervisa el esfuerzo, de acuerdo con la agencia nacional de noticias Bangladesh Sangbad Sangstha.
El edificio de ocho plantas ubicado a las afueras de la capital, Dacca, se derrumbó la mañana de este miércoles.
Testigos dijeron que se están enviando comida y botellas de agua a las zonas donde se encuentran atrapadas las personas.
El edificio albergaba cinco fábricas de confección que empleaban unos 2,500 trabajadores, un banco y unas 300 tiendas, dijo la agencia de noticias.
Después de que aparecieron grietas en el edificio este martes, muchos de los trabajadores habían expresado preocupación por su seguridad, dijeron los sobrevivientes a CNN. Pero los dueños de la fábrica les dijeron que el edificio era seguro y les ordenaron que se presentaran a trabajar.
"El hecho es que no sabemos todavía cuántas personas murieron en realidad... pero te puedo decir que el edificio no se construyó bajo el cumplimiento de las normas y reglamentaciones técnicas (seguridad)," dijo el ministro del Interior, Mahiuddin Khan Alamgir.
El máximo tribunal de la nación ordenó a los propietarios del edificio y de las fábricas que comparezcan ante la corte el 30 de abril, informó Boishakhi Televisión, afiliada de CNN.
Miles de personas protestaron por el colapso en las calles de Dacca este jueves. Muchos llevaban banderas negras y algunos provocaron incendios, mientras que otros utilizaban palos para romper los parabrisas de los camiones que pasaban.
El incidente es el último en golpear a la industria del vestido de Bangladesh, que emplea a más de cuatro millones de personas —la mayoría mujeres— y regularmente está bajo escrutinio por sus normas de seguridad descuidadas.
También plantea preguntas para las marcas occidentales que contratan a las fábricas para hacer sus productos.
El 90% de los edificios del país no se construye de acuerdo con el código, dijo la primer ministro Sheikh Hasina. "¿Por ello tendremos que demoler todos los edificios en este momento?", preguntó. "¿Por qué no hubo conciencia antes de la construcción de este tipo de edificaciones?".
Una carrera por la ayuda
Los equipos de rescate llevaron a los heridos y muertos en camillas este miércoles. Algunos de ellos utilizan materiales de colores brillantes de las fábricas de prendas de vestir para identificar a las víctimas.
Algunos de los testigos lloraban mientras otros escarbaban con las manos desnudas. "Después de saber que el edificio se derrumbó, corrí aquí en busca de mi esposa, pero hasta ahora no la he encontrado," dijo Siraj Miah.
Abdul Alim, un jornalero, dijo que escuchó gritos desde el interior del edificio.
"No pudimos hacer un camino para entrar," dijo Alim, uno de los miles de curiosos que intentaban llegar a las víctimas atrapadas antes de que llegaran militares, bomberos y rescatistas de defensa.
Las banderas nacionales estaban ondeando a media asta este jueves después de que el gobierno declaró un día nacional de luto.
Desastres anteriores
El último gran colapso de un edificio en el país se produjo en 2005 en la misma zona y mató a más de 70 personas, dijo la agencia de noticias nacional.
Un incendio en el Tazreen Fashions Factory , en otro suburbio de Dacca en noviembre, mató al menos a 117 personas. Tazreen había fabricado mercancías para Wal-Mart y Sears, aunque ambas compañías dijeron que no eran conscientes de que la fábrica hacía productos para ellos.
Las prendas de vestir representan el 80% de las exportaciones de Bangladesh y generan ingresos por unos 24,000 millones de dólares.
El país cuenta con alrededor de 4,500 fábricas de ropa donde los trabajadores hacen prendas para varias marcas internacionales y está en camino de superar a China, dentro de unos siete años, como el mayor fabricante de ropa del mundo.
Scott Nova, director ejecutivo del Consorcio de Derechos de los Trabajadores, dijo que la presión para reducir los precios hace que las condiciones de seguridad sean deficientes.
"El peor de los peligros que tenemos, mientras más negocios entran, es por qué el gobierno no tiene ningún incentivo para arreglar cualquier cosa", dijo. "Nos preguntamos todos los días lo que van a hacer para solucionar este problema".
Tom Watkins, Farid Ahmed, Jethro Mullen, Elizabeth Joseph, Samira Said, Sumnima Udas y Emily Jane Fox contribuyeron a este reporte.