Los internautas trabajan cada vez con menos libertad de expresión
La falta de libertad de expresión no sólo afecta a los medios de comunicación tradicionales. Internautas y periodistas ciudadanos elaboran sus contenidos bajo la amenaza de los poderes públicos, y algunos pagan su labor con cárcel y otros con su vida, de acuerdo con varios informes publicados con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa.
En el mundo hay 162 internautas encarcelados, 29 más que en 2012, de acuerdo con el informe anual de Reporteros sin Fronteras. El reporte señala que nueve internautas y periodistas ciudadanos fueron asesinados en 2013, ocho de ellos en Siria. Además de este país, la mayoría de los internautas encarcelados son de China, Vietnam e Irán. El informe de 2012 de la organización ya advertía de la falta de libertad de este tipo de autores.
“Mi ordenador fue interceptado antes que yo”, relató Karim Taymour, un activista sirio detenido y torturado por el régimen de Bachar al Asad, en un testimonio recogido por un periodista de Bloomberg y difundido por Reporteros sin Fronteras. Su interrogatorio detallaba sus conversaciones electrónicas y los archivos compartidos por Skype.
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban ki moon, subrayó este jueves que la violencia y la represión contra la libertad de prensa se ha extendido más allá de los medios tradicionales (prensa escrita, radio y televisión) hasta los medios sociales, los blogs y el periodismo ciudadano, según declaraciones recogidas por EFE.
El último reporte de Freedom House, otra organización internacional que monitorea la libertad de prensa en el mundo, señala entre las últimas tendencias el capítulo de internet y otras tecnologías.
El documento subraya el enfrentamiento de los usuarios de medios no tradicionales, como microblogs, redes sociales o teléfonos móviles, con gobiernos que pretenden impedir su labor. Los castigos contemplan la aplicación de nuevas leyes de delitos cibernéticos, la condena a prisión, y bloqueos de contenidos subidos a internet o enviados a través de celulares.
Los periodistas ciudadanos juegan un papel crucial, y muchos arriesgan sus vidas y hacen frente a las represalias, como los profesionales, describe un informe publicado este jueves por Amnistía Internacional. La organización destaca que Siria es un país “altamente peligroso”, donde decenas de periodistas han sido asesinados, arrestados arbitrariamente, sujetos a desapariciones forzosas y torturados desde 2011.
En el Día Mundial Contra la Censura en Internet del 12 de marzo, se señaló a Siria, China, Irán, Bahréin y Vietnam como los países enemigos de internet. “Practican una vigilancia activa e intrusiva, y que permite graves violaciones de la libertad de información y de los derechos humanos”, definió Reporteros sin Fronteras dicho día.
Los abusos en América Latina
En cuanto a los periodistas profesionales, 174 están encarcelados y 19 fueron asesinados, de acuerdo con el informe de 2013 de Reporteros sin Fronteras. El documento mantiene la calificación negativa sobre algunos países latinoamericanos: Cuba, Colombia y México.
El Comité para la Protección de los Periodistas denunció la impunidad sobre los crímenes de periodistas en México, Brasil y Colombia. Los peor situados en cuanto a la investigación de las muertes son Iraq, Somalia y Filipinas.
El cartel mexicano de Los Zetas y el grupo paramilitar colombiano Los Urabeños figuran entre los 39 "depredadores de la libertad de prensa", una clasificación elaborada por Reporteros Sin Fronteras. A Miguel Ángel Treviño, conocido como El Z-40, y a Los Zetas se les recrimina que hayan contribuido a hacer de México "el país más peligroso del continente para los periodistas", con un balance de 86 asesinados y 17 desaparecidos desde 2000. En la lista de depredadores, destaca el presidente ruso, Vladimir Putin, el cubano, Raúl Castro, el norcoreano, Kim Jong-Un, o el iraní, Mahmud Ahmadineyad.
Argentina empeora su puesto en cuanto a libertad de expresión por el enfrentamiento entre el gobierno y los medios de comunicación del país. También desciende Japón, donde se cuestiona la transparencia a la hora de informar sobre la crisis nuclear de Fukushima. En los últimos lugares, se mantienen los mismos de 2012: Turkmenistán, Corea del Norte y Eritrea. Los mejor posicionados son Finlandia, Países Bajos y Noruega.