El Vaticano impone el exilio a un excardenal escocés acusado de abusos
El antiguo arzobispo de Escocia, Keith O’Brien, responsable de haber cometido abusos sexuales contra seminaristas, dejará su país para pasar "unos meses de penitencia", informó este miércoles la Santa Sede.
"En los próximos días dejará Escocia para algunos meses de renovación espiritual, oración y penitencia. Toda decisión sobre el futuro del cardenal deberá ser concordada con la Santa Sede", según un comunicado de la Santa Sede.
El papa Francisco tomó la decisión de exiliar al arzobispo emérito de St. Andrews y Edimburgo "por las mismas razones por las cuales decidió no tomar parte en el Cónclave", añadió.
Una de sus últimas decisiones de Benedicto XVI como papa fue aceptar la renuncia anticipada de O’Brien a su cargo de arzobispo el 25 de febrero pasado.
La renuncia de O´Brien se debió a que es acusado por cuatro personas, entre ellas tres sacerdotes, de cometer abusos sexuales en su contra. Los abusos habrían ocurrido en la década de 1980.
O’Brien nació en 1938 en Irlanda del Norte y fue designado pastor de la arquidiócesis de St. Andrews y Edinburgo el 30 de mayo de 1985 por el entonces papa Juan Pablo II.
El nuncio apostólico en Reino Unido, Antonio Mennini, anunció a finales de 2012 que O’Brien estaba bajo investigación por las denuncias presentadas por tres sacerdotes escoceses y un ex seminarista, ahora casado, quienes trabajaron en el pasado con el purpurado.
Inicialmente el cardenal negó las acusaciones, pero después aceptó su responsabilidad y a principios de marzo pasado pidió perdón porque con su comportamiento sexual "no respetó los estándares exigidos a un clérigo católico".
Tras la aceptación de la renuncia por parte de Benedicto XVI, O’Brien decidió no viajar al Vaticano para asistir al cónclave en el cual Jorge Mario Bergoglio fue elegido papa.
