Publicidad
Publicidad

El tornado de Oklahoma, la causa que atrasó la vuelta de los niños a casa

Los alumnos y profesores de una escuela devastada relatan el despliegue organizado tras el mayor tornado que habían vivido
mié 22 mayo 2013 12:28 PM

La jornada escolar estaba por terminar. Los niños de la escuela primaria Plaza Towers llenaban sus mochilas y esperaban irse a casa mientras jugaban con sus amigos y merendaban. Sin embargo, tras las advertencias de tornado todo cambió.

Cuando el tornado golpeó el lunes por la tarde, los jóvenes estudiantes aterrorizados se reunieron en los pasillos y gritaban mientras a su alrededor colapsaban los muros y el techo. Las sillas y las mochilas giraban en un torbellino sobre ellos. Los vientos los rodearon con sus rugidos. Los autos que estaban en el estacionamiento cayeron a unos centímetros de ellos.

Los profesores se arrojaron sobre los grupos de niños para protegerlos de los escombros que caían. Fue el mayor tornado que habían visto. Lo describieron como si una podadora de tres kilómetros de ancho hubiera arrasado su ciudad .

“Fue aterrador”, dijo a CNN el estudiante Julio Rodríguez. Los profesores indicaron a los niños que se acuclillaran y se cubrieran la cabeza con las manos. “Tuve que sujetarme de la pared para mantenerme a salvo porque no quería salir volando con el tornado”, dijo una niña a la cadena KFOR.

El tornado recorrió 25 kilómetros en 40 minutos. Cuando se disipó, la escuela de Moore, Oklahoma, había desaparecido . En su lugar quedaba una pila de escombros bajo la que quedaron atrapados los maestros y los niños. Siete estudiantes murieron. 

Estaban en un salón de clases, dijo a CNN Gary Bird, jefe de bomberos de Moore. El vicegobernador Todd Lamb dijo a CNN el martes que los niños se encontraban en un sótano y que sufrieron una asfixia. 

Publicidad

Tras el tornado, la escuela rápidamente se volvió el epicentro de la tragedia que asoló la ciudad, ubicada en la zona metropolitana de Oklahoma City.

Una profesora debajo de un auto

Los trabajadores de emergencia y los voluntarios corrieron a la escena para iniciar la peligrosa labor de buscar a los sobrevivientes. “Tuvimos que quitar un auto de encima de una profesora que tenía tres niños debajo de ella”, dijo a KFOR un trabajador de emergencias, llorando. 

“Yo estaba encima de tres niños”, dijo una profesora de sexto curso mientras cruzaba entre los escombros. “Estaba encima de ellos. Todos mis niños están bien”.

Los docentes ayudaron a retirar varios metros de escombros para rescatar a los estudiantes llorosos; algunos de ellos estaban heridos. Los equipos de rescate sacaron a varios niños de la escuela en ruinas. Sin embargo, con cada hora que pasaba, la esperanza se desvanecía.

Los escuadrones continuaron con la búsqueda entre casi 12 metros de escombros, reportó la filial de CNN, KOKH. Algunos estudiantes tuvieron suerte: salieron de la escuela antes de que el tornado arremetiera. Las autoridades se las arreglaron para llevar a algunos de ellos a una iglesia cercana, fuera de la trayectoria del tornado, según reportó KFOR.

Tras el tornado los padres aterrorizados se acercaron a la escuela tanto como lo permitió la devastación. Durante el tornado estuvieron indefensos, no podían rescatar a sus hijos y estaban desesperados. Los enviaron a la iglesia, en donde comenzó la angustiante espera. “Aún no lo hemos asimilado”, dijo un trabajador de emergencia llamado Wes a iReport de CNN. “ Aún no procesamos lo ocurrido ”.

A la búsqueda de refugio

El terror provocó que las propias escuelas de la ciudad se convirtieran en refugios. La primaria Plaza Towers no contaba con una zona reservada para emergencias de este tipo. “La mayoría de las escuelas de Oklahoma no cuentan con un refugio” a causa del costo, dijo a CNN el alcalde de Moore, Glenn Lewis. Sin embargo, dijo que está seguro que eso cambiará.

El asambleísta por Oklahoma, Mark McBride, hizo un llamado a emitir una legislación el año próximo. “Los niños son sagrados. Tenemos que proteger a esos niños”, dijo. El estado está tan acostumbrado a tener tornados que la gente “se relaja” y piensa que “no es tan grave”, dijo. Ahora, agregó McBride, “eso tiene que cambiar”.

Pamela Brown y George Howell, de CNN, colaboraron con este reportaje.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad